Venezuela ganaría terroritorio de Colombia
Venezuela invade Colombia y por primera vez ganamos territorio, ya que el Catatumbo efectivamente entra dentro de soberanía venezolana. Gustavo Petro se encuentra pronunciando discursos racistas en Haití, para luego dirigirse a la República Dominicana a perder el tiempo, mientras Diosdado Cabello comanda las fuerzas de la usurpación, en conjunto con el ELN para aterrorizar a los pobladores y obligarlos a solicitar asilo político en Venezuela, o desplazarse hacia Cúcuta u Ocaña. Mientras tanto Edmundo González Urrutia y María Corina Machado se reúnen por videollamada con Marco Rubio, quien publica con gran pompa en sus redes sociales oficiales la visita oficial que efectuó el presidente de Paraguay. Fue publicada una nota de prensa de su portavoz, de apenas un párrafo, sin foto en la página web de la secretaría de estado. Pareciera que Donald Trump está jugando dos frentes simultáneamente: el frente más importante es el de Richard Grenell quien ya está hablando con el régimen de Venezuela para planificar deportaciones, y ajusticiamientos del lado americano.
Fue ajusticiado el miembro del Tren de Aragua que ordenó a quien se le atribuye la autoría intelectual del crimen en Chile de Ronald Ojeda, mientras que del lado venezolano fue abatido Wilexis Alexander Acevedo en la Lagunita de las Filas de Mariche, municipio Sucre estado Miranda. Wilexis era conocido por proporcionar cierta seguridad a los habitantes de Petare y José Félix Rivas, ante los atropellos de las fuerzas represivas del Conas, CICPC, Policía Nacional Bolivariana y demás organismos represivos a merced del régimen narcoterrorista. Sin embargo el régimen tiene la tendencia de catalogar a cualquier delincuente o subversivo como Tren de Aragua, para así facilitar sus relaciones con los Estados Unidos.
Las deportaciones serán masivas e iniciarán de modo inminente. La presidenta de México ha consentido utilizar el territorio mexicano para recibir muchos deportados, de muchos sitios, con la condición que los deportados que no sean mexicanos serán devueltos a sus países de origen. Próximamente Estados Unidos se liberará de una gran cantidad de indocumentados venezolanos que han violado la ley, y han ingresado a los Estados Unidos sin visado y sin permiso. Serán deportados de vuelta a Venezuela y serán recibidos por el régimen de Nicolás Maduro.
Mientras tanto Edmundo González Urrutia continuará su gira mediática por la ciudad de Miami, ofreciendo mítines para una campaña electoral cuyo final concluyó hace ya varias semanas, el pasado 10 de enero, fecha en la cual eligió no juramentarse ante una embajada como era su deber. Edmundo González Urrutia ha incurrido en la violación del artículo 231 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que lo obligaba a juramentarse en esa fecha. Tenía la embajada en Washington o la embajada en Buenos Aires libres y desocupadas disponibles para tal juramentación, y eligió no juramentarse ya que es más cómodo pasear con las directivas de Voluntad Popular y Vente Venezuela alrededor del mundo, que asumir liderazgos. Un presidente en ejercicio debería estar supervisando los mecanismos militares en curso en Colombia. Eso lo está efectuando Nicolás Maduro, aún cuando sea irrito, ilegítimo y usurpador, pero está ejerciendo el cargo. Efectivamente Edmundo González Urrutia debería estarse pronunciando a los militares, y debería estar emitiendo órdenes como comandante en jefe, para que por lo menos los militares pudiesen escuchar la versión de Nicolás maduro y la versión de Edmundo González Urrutia y decidir cuál de los dos funciona mejor como comandante en jefe. Dado que el que calla otorga, pareciera que Edmundo González Urrutia no está interesado en asumir la presidencia de Venezuela. Se contenta con recorridos cada vez más espaciados alrededor del mundo.
Existe una crisis informativa horrorosa: nunca sabemos lo que están haciendo los funcionarios electos con la tarjeta de la Mesa de la Unidad. Cada vez que preguntamos se nos contesta que las estrategias no se revelan. Sin embargo el chavismo siempre revela sus estrategias con mucha antelación. Cualquier persona que haya visto el programa televisivo de Diosdado Cabello sabe que él, meses antes que ocurra cualquier evento de su régimen, lo anuncia de modo chistoso y luego la realidad es espeluznante, pero adaptada al chiste. El oficialismo siempre tiene un plan. La oposición siempre está improvisando y todo parece indicar que durante los próximos seis años los venezolanos tendremos que calarnos el financiamiento de las giras internacionales, y turísticas de Edmundo González Urrutia para toma de fotografías, y una que otra reseña periodística de segundo o tercer nivel hasta que concurran a nuevas elecciones presidenciales.
Los venezolanos hemos decidido que no concurriremos a las votaciones de concejales, alcaldes y gobernadores, ya que los mismos son cómplices. Eso lo demuestra la expulsión de Acción Democrática al gobernador Sergio Garrido de Barinas quien ahora tendrá que incorporarse a algún partido alacrán. También observamos como las Fuerzas Armadas de Venezuela incursionan en territorio brasileño, en Pacaraima estado de Roraima, a través de la frontera en el sureste venezolano de Santa Elena de Uairén y el gobierno brasilero de Luis Ignacio Lula Silva no hace absolutamente nada. No tiene cómo defender Pacaraima. Estamos observando una incursión militar venezolana en los países limítrofes y la única que ha sabido defenderse con contundencia ha sido la República Cooperativa de Guyana, que no permite incursiones venezolanas en su territorio nacional.
A su vez el dictador cubano Díaz Canel ha solicitado ante la Asamblea de Cuba, presidida por el fantasmagórico Raúl Castro, autorizar despliegues militares que presumimos serán aliados al expansionismo que manifiesta Nicolás Maduro hacia Colombia, Brasil y posiblemente Puerto Rico. Como sabemos Cuba siempre ha deseado un Puerto Rico comunista para tener alianzas en el Caribe. Quizás por ello se gestiona la visita de Gustavo Petro a Haití y la República Dominicana, que son los países intermedios geográficamente entre Cuba y Puerto Rico. El eje del mal en las Américas toma forma muy rápidamente, mientras que el gobierno electo de Edmundo González Urrutia no pareciera tomar medidas contundentes. Su militancia se desgasta en críticas constructivas, y a veces destructivas hacia dirigencias políticas como Leopoldo López, Juan Guaidó y María Corina Machado, quienes luchan en redes sociales por posicionarse con mayores simpatías en internautas, cuya función pareciera ser únicamente retransmitir comunicados oficiales, y por supuesto nunca opinar.
Los grupos de mensajería están cada vez más restringidos: los administradores reciben quejas de usuarios, quienes no toleran leer contenidos que no les gusten, y siempre se exhorta a la censura y a la eliminación de noticias ajenas a la venta de humo de costumbre. Allí todo es una maravilla, donde el régimen supuestamente está más débil que nunca, y demás tonterías de campaña electorera: políticos que siempre están en campaña y nunca llegan al poder. Repiten que es urgente que en Venezuela nuevos liderazgos tomen la iniciativa opositora, ya que aún cuando seguiremos disfrutando del gobierno legítimo, pero sin juramentarse, de Edmundo González Urrutia, habrá que celebrar de algún modo cada vez que a él se le ocurra visitar algún país o ciudad de la comunidad internacional. Insuflaremos una que otra palabra de aliento. No tenemos liderazgo, no tenemos línea, no tenemos estrategia, no tenemos táctica. La estrategia no se divulga porque no la hay. Los chavistas tienen estrategia, la demuestran y la anuncian. Lo peor es que les está funcionando: tienen una alianza con Cuba y están tratando de acumular República Dominicana y Haití, quienes junto con Colombia y Brasil formarán un eje del mal bastante grande que le será una competencia militar apreciable a los Estados Unidos, que apenas está intentando comprar Groenlandia.
Esta situación es lamentable. No se debería estar diciendo porque los acólitos de la esperanza, de las buenas noticias y de las ventas de humo no les conviene que este tipo de contenidos salgan divulgados. La militancia se quedaría sin creencias y dejaría de aplaudir. Al dejar de aplaudir sus cuentas en redes sociales, les disminuyen en seguidores y el negocio de la ayuda humanitaria pudiese estar perjudicado. Si suficientes personas nos vamos dando cuenta que estamos comprando humo, estamos contribuyendo con el tráfico de esperanzas. Eso no nos sirve. Como siempre estamos perdiendo la partida. Esta situación la tiene muy clara Donald Trump, quien ha designado a Marco Rubio para los asuntos protocolares del Departamento de Estado. La Real Politik verdadera hacia Venezuela la hace su amigo de confianza Richard Grenell, quien es el que lidia con el régimen.
No pareciera haber una urgencia en los Estados Unidos para desalojar a Maduro, especialmente desde que Maduro hace ya varios meses ha ofrecido a Donald Trump todos los incentivos y posibilidades para aceptar a los deportados de vuelta. Ya van varios días de la administración de Donald Trump y no se ha impuesto ninguna sanción específica, en contra de Venezuela o de su petróleo. Todo el miedo que había en contra de la toma de posesión de Donald Trump ha resultado infundado. Pareciera ser una administración nueva, extremadamente cautelosa, que ladraba mucho en campaña electoral. Por los momentos no está urdiendo nada.
Es posible que la situación que ahora observamos en Colombia pudiese ser que Petro ceda algo de territorio hacia Venezuela. Como contrapartida la inteligencia venezolana comunista y narcoguerrillera le permitirá efectuar un fraude electoral en las elecciones colombianas del año 2026, y así la derecha gane y muestre las actas alrededor del mundo, según los métodos practicados por María Corina Machado, ello sería insuficiente y Petro lograría perpetuarse en el poder, para restaurar una gran Colombia absolutamente comunista, y al acecho de un Ecuador cuya candidata presidencial comunista está ganando terreno. Quizás pudiese ganarle las elecciones ante la continuidad del actual gobierno de Noboa. Pareciera que las fuerzas del bien están perdiendo terreno. Las fuerzas del mal están pasando a la ofensiva, y los latinoamericanos tontamente seguimos esperando que Donald Trump y los Estados Unidos nos resuelvan todos sus problemas. Seguimos divididos en países pequeños.
Posiblemente el líder político que tiene una mayor claridad en esta coyuntura es Álvaro Uribe en Colombia, cuyo partido tendrá que diseñar una estrategia binacional en conjunto con Venezuela para ver cómo nos podemos deshacer, conjuntamente de los regímenes de Nicolás Maduro y Gustavo Petro. Estamos siendo ineficaces en el logro de dicho objetivo. La presencia de Diosdado Cabello en Colombia es insólita. Los colombianos se preguntan ¿cómo así que Diosdado Cabello esté en Colombia? tiene una orden de captura de 25 millones de dólares, y al parecer eso no importa. Nadie lo captura. Hemos tenido mucho triunfalismo. Hemos dicho muchas veces que el régimen estaba muy débil. Los sucesos de ayer sugieren que el régimen se fortalece. A nadie le importa la democracia. Nadie se acuerda de las actas. Edmundo González Urrutia pasea por el mundo con los gastos pagos por los financistas de Alianza un Bravo Pueblo, Voluntad Popular y Primero Justicia. Vente Venezuela no dispone de tantos recursos como los partidos grandes.
Quienes deseamos conformar una nueva posición en Venezuela tenemos que luchar ferreamente contra los liderazgos enquistados, que han fomentado la línea de ocultar las malas noticias, y de no permitir que exista oposición a sus fallidas estrategias. Se comportan de modo idéntico a como el oficialismo ha hecho con la oposición: todo el mundo se considera dueño de la verdad, nadie desea cambiar de opinión, y buscan luchar a muerte durante todas sus vidas, en contra de todos los demás que son los enemigos. La situación es absolutamente lamentable. El descubrimiento de las mentiras de la campaña de María Corina Machado, que convocaba a las abuelas y a los niños a salir a marchas que luego Juan Pablo Guanipa se encargaría de llevar al matadero de Miraflores, es muy reciente.
Apenas la ciudadanía en su conjunto se está dando cuenta que hemos sido nuevamente estafados. Hay que botar a esa dirigencia y construir las nuevas propuestas estratégicas que enamoren, no sólo a la oposición sino también al oficialismo, que a su vez están hartos de Maduro y están hartos de Diosdado. Al menos vemos algunas victorias militares. Está previsto que el haber conquistado algún territorio de Colombia, lo cual nunca se pudo ejecutar con Guyana, será exhibido como un trofeo de gloria por el régimen. Las personas naturalmente prefieren asociarse con ganadores y no con perdedores. Es necesario que el comando de campaña de Edmundo González Urrutia efectúe cuanto antes los correctivos necesarios, o de lo contrario tiren la toalla. Pero no nos pueden seguir vendiendo humo. Es incomprensible que Edmundo González Urrutia aún no se haya juramentado, ni explicado cómo pudiese legalmente contravenir el artículo 231 de la Constitución nacional, que exigía que la juramentación fuera el pasado 10 de enero a pesar de lagunas legales.
Marco Rubio probablemente tendrá que ocuparse de China, el Medio Oriente, Canadá, África y demás países de la comunidad internacional, y le dejará el grueso de las negociaciones de Venezuela a Grenell quien tiene autoridad plena para actuar con autonomía, pues se reporta directamente a Donald Trump. A Marco Rubio yo le deseo muchísimo éxito en sus negociaciones para fortalecer a las Américas en contra de China, que como sabemos ha invadido comercialmente al canal de Panamá, el cual requiere ser devuelto a soberanía americana. Ése debería ser el tema central de la Secretaría de Estado de Marco Rubio: de alta política y alta diplomacia. Las asquerosidades de lidiar con el régimen narcotraficante de Venezuela las tendrá que manejar, con un criterio indecente, el enviado especial para los casos imposibles Richard Grenell.
El eje del mal en las Américas toma fuerza y no a nivel ideológico, sino a nivel de acoplamiento militar. Seguirán con sus campañas de venta de humo. Los ciudadanos de los países afectados por las narcodictadura pareciera que estamos destinados a seguirnos deteriorando de por vida, a menos que realmente nos organicemos y efectuemos una contrapropuesta válida a un eje del mal que está tomando terreno, y arrasando como si fuesen los vándalos, bárbaros y atilas de la antigüedad y Edad Media. Esperemos que el hacer América grande otra vez no sea sólo un eslogan, sino una certeza. Esperamos que si Edmundo González Urrutia lee esto haga algo con su presidencia, en lugar de viajar tanto. Ya la ciudadanía está harta que los políticos lo único que inspiren sea lástima.