Triunfo colaboracionista. Fracaso extremista

11.06.2023

Aplaudimos mesura de Comisión Nacional de Primarias, apegada a legislación electoral vigente. Emitiremos votos que podrán ser auditados. No repitamos la bochornosa imprudencia de voto manual que empañó las elecciones de la UCV.

Hemos desperdiciado largos meses en esta imbécil diatriba, forzada por candidaturas extremistas que buscan simpatías mediante descrédito a la institucionalidad. Colaboracionistas hoy tejen unidad mediante máquinas y captahuellas del CNE.

Logro de metas implica consignación de recaudos. Ciudadanía exige divulgar fotografía de cada candidato o candidata a primarias, donde conste su pulsación a la máquina captahuellas en centros de votación habilitados por el CNE. Así se procede a votar.

Si algún candidato o candidata a primarias se niega a consignar este trámite, y rehúsa ser fotografiado colocando su pulgar en la máquina captahuellas, tal afronta será contabilizada como irrespetuoso abandono de procedimientos democráticos que rigen primarias.

Difusión de airosas consignas mantiene al extremismo entre tendencias de actualidad. A medida que sus dirigencias salgan de la contienda electoral y llamen a la abstención, se facilitarán consensos entre colaboracionismo y oficialismo para futura gobernabilidad.

Votación de miembros de Comisión Nacional de Primarias es representativa del universo electoral: 70% colaboracionista y 30% extremista. Captahuellas ganan búsqueda de alternativa democrática, viable para quien se posicione como oficialismo del futuro.

Laboratorios especializados en narrativa extremista denominan fuerza al bullying padecido por tolerantes y colaboracionistas atomizados. Es imposible consolar a quien siempre está indignado. Alérgicos al diálogo suelen escalar situaciones para nunca ceder.

Candidaturas del extremismo suelen humillar a dirigencias y militancias del colaboracionismo. Acceso a filas del extremismo es restringido por normativas sectarias. Colaboracionismo requiere auxilio de captahuellas para zafarse de quien siempre estorba.

Indignación como estilo permanente de vida es inviable. Reconciliación y diálogo son cruciales para mantener sociedades pacíficas. Acusar reiteradamente a cada adversario político como cómplice, degenera antigua mayoría hacia descartable minoría.

Colaboracionismo no tiene obligación de explicar cada desavenencia que se le ocurra al extremismo. Enfoque puede migrar hacia programas de futura gestión, con énfasis en apertura internacional de Venezuela y oportunidad para evadir sanciones.

Extremismo recurre a Trump para amenazar a venezolanos que, si no votamos por su candidatura, si nos rebelamos por padecer sanciones, llegarán hasta el final y dejarán que Estados Unidos se robe todo nuestro petróleo. Seguiremos con sanciones pues no las desean quitar.

Oficialismo forja alianza con las economías más pujantes del planeta: los BRICS apoyados por sus nuevos miembros. No conviene a Venezuela salir del equipo internacional emergente, que en agosto nos obsequiará un nuevo sistema financiero que nos librará de sanciones.

Colaboracionismo debe hacerse respetar para confrontar al extremismo. Maquinarias partidistas del colaboracionismo no serán endosadas a beneficio de un extremismo que siempre luchó por destruir la unidad. Ayuda oficialista para remontar simpatías no basta.

Extremismo no aclara su participación para llegar al final. Geopolítica global sugiere que OTAN añadiría a Venezuela como su tercer campo de batalla, después de Ucrania y Taiwán, infiriendo recientes declaraciones en Curazao de la Ministra de Defensa de Países Bajos.

Sudamérica tiene necesidad de actuar en conjunto, preservar unidad territorial, y expandir interacción económica al margen de sanciones promovidas desde Norteamérica. Alianza intercontinental con Irán, Arabia Saudita, Turquía, China, Rusia confirma que no estamos solos.

Rubén Rivero Capriles

Caracas, Venezuela

Fotografía Comisión Nacional de Primarias

Nuevo Orden 155