Trámites para solicitar intervención

15.01.2025

La gobernadora de Puerto Rico Jennyfer González ha escrito una carta al presidente electo Donald Trump, denunciando las intenciones del régimen de Nicolás Maduro de proceder a una invasión militar a la isla norteamericana. En la carta específicamente indicó la intención de Puerto Rico de acceder a la estadidad, que como sabemos ha sido un viejo anhelo de puertorriqueños desde hace muchas décadas. Pareciera que esta vez se logrará con relativa facilidad, de modo que en el futuro inmediato observaremos una pugna teóricamente entre iguales, en donde venezolanos intentaremos anexarnos Puerto Rico, o puertorriqueños estadounidenses intentarán anexarse a Venezuela. Restará por ver si habrá puertorriqueños que les gustaría ser parte del horrendo castrocomunismo, que no nos queda más remedio a los venezolanos sino soportar hasta los momentos, o si en Venezuela pudiésemos acceder a las maravillosas oportunidades que se les ofrecen a puertorriqueños y groenlandeses, de tener una especial relación con el sistema financiero político y militar de corte capitalista de los Estados Unidos.

Desde el oeste también tenemos a los partidarios de Colombia la Grande, con especial apoyo del partido Centro Democrático de Álvaro Uribe, para que también Venezuela pudiese ser parte de Colombia. Estaríamos hablando de una cesión de soberanía si Venezuela llega a formar parte de Colombia la Grande, o si Venezuela llega a formar parte de los Estados Unidos. Posiblemente cumpliríamos el fin máximo que tuvo Simón Bolívar, que era unir a las Américas y que exista en nación. Los venezolanos éramos gran parte de Suramérica, luego Perú y el alto Perú que ahora son Bolivia se separaron de las tierras liberadas, luego Ecuador y Venezuela se separaron, y luego se separó Panamá. El Esequibo nos fue arrebatado por los ingleses. Ahora el chavismo nos está dejando a los venezolanos como unos zombis esclavos, en en un territorio que ya ni siquiera lo consideramos nuestro país, en donde incluso muestras tradicionales de la venezolanidad, como la música llanera, han sido tan abusadas por Hugo Chávez y Nicolás Maduro, que muchas personas suelen cambiar de emisora de radio cuando escuchan música llanera. Piensan que es propaganda chavista.

La destrucción de la cultura venezolana y el hartazgo por todo lo que tenga que ver con el horrendo castrocomunismo nos ha quitado el sentido de soberanía, o de pertenencia a un gentilicio que cada vez da más vergüenza. Somos deportado de los países de la comunidad internacional. Nuestro pasaporte ya no sirve para viajar a prácticamente ninguna parte, además es carísimo de obtener. Mientras que de lograr conformar parte de la Colombia la Grande, o de los Estados Unidos, recibiríamos salvación militar del horrendo castrocomunismo, sin necesidad de tener que enviar a nuestros estudiantes a la calle. Nos hemos hastiado de promesas de fe, emitidas de modo iracundo, por una señora que exige que tengamos fe en ella, y en planes que nunca indica y que quizás nunca concrete.

En cualquiera de los dos escenarios: si Venezuela logra ser anexada a Puerto Rico y por ende a los Estados Unidos, o si Venezuela llega a ser anexada a Colombia la Grande, obtendríamos la simpática consecuencia en un globo mapamundi o terráqueo: que Colombia y Estados Unidos ahora sean países fronterizos, lo cual nunca había ocurrido anteriormente. Siempre Colombia contaba con Venezuela para su relación fronteriza con los Estados Unidos y Puerto Rico. Observaremos guerras entre reggaetoneros colombianos y puertorriqueños, adjudicándose a Venezuela como su mercado local. Colombia la Grande sería un país lo suficientemente grande, poblado y fuerte a nivel de México. Ello disuadiría que Estados Unidos lo absorba. Además una Colombia la grande con posible capital en el eje Metropolitano entre Cúcuta, San Antonio y Ureña: en una nueva ciudad binacional que sea desarrollada entre el norte de Santander y el Táchira. Sería del agrado de Guyana, que siempre estuvo orgullosa de pertenecer a Colombia la Grande, pero le fastidió nuestra división interna. Decidió separarse y permanecer con Inglaterra una vez muerto Simón Bolívar. 

Lo más interesante de una anexión de Venezuela a Puerto Rico o a los Estados Unidos, de modo similar a como lo haga Groenlandia, sería la histeria de la izquierda y de quienes dicen que no pueden haber soluciones imperialistas, o viejos paradigmas de una clase obrera en extinción. El trabajo obrero está siendo sustituido por los robots e Inteligencia artificial. El sindicalismo ha puesto tantas trabas a la contratación, que los empresarios cada vez más recurren a robots e inteligencia artificial para sus necesidades de mano de obra. Únicamente quedan disponibles trabajos de alto valor agregado, y que no son alienantes. Pareciera que los sindicalistas de izquierda buscan que siempre existan masas uniformes de individuos, en condiciones de pseudo esclavitud, donde deberán laborar masivamente en acciones repetitivas y de modo ineficiente. Cada vez más los robots y la Inteligencia artificial efectúan el mismo trabajo a menor costo y mayor rapidez. Además no hay que pagarles horas extra, navidades, vacaciones, contrato colectivo, seguro de vida, seguro de hospitalización, seguridad industrial, uniformes, pensiones y todos las demás beneficios que terminan siendo una carga inconveniente para quien desea ser empresario.

Es necesario que la izquierda se eduque acerca de estos desarrollos en la industria laboral del momento, para que se den cuenta que el modelo económico que proponen es incompatible con las tendencias del mercado del momento. No tenemos claro si el anhelo colectivo que existe en salir de Nicolás Maduro podrá mantenerse de modo unitario en el tiempo, ya que existen organizaciones de izquierda que plantean el marxismo leninismo de un modo dogmático, y repudian todo lo que propone la derecha. Es ese tipo de gente a quienes les conviene seguir viviendo en el castrocomunismo de Nicolás Maduro, ya que pareciera que sólo tienen ciertas observaciones secundarias acerca de Derechos Humanos, que una vez solucionadas regresarán nuevamente al redil castrocomunista al cual están tan acostumbrados. 

La verdadera oposición busca un libre mercado de derecha, emprendimiento privado capitalista, y un desarrollo militar internacional liderado por la cooperación entre Colombia la Grande y los Estados Unidos extendidos, a los cuales ya pertenece Puerto Rico. En contraposición persiste el totalitarismo que nos ha invadido desde Irán, Rusia y China, Aún tiene sus vestigios en el Uruguay donde lamentablemente regresaron al poder, y en Argentina a pesar de todos los logros macroeconómicos fomentados por el presidente Javier Milei, existe una oposición de izquierda rancia que nos envía a lo peorcito de su cultura: como el influencer Michelo quien llega a Venezuela para reportar las supuestas bondades del chavismo, y cuando es increpado por una digna representante de la sociedad civil, él se mofa de ella y ella es apresada por los organismos represivos de seguridad policial o militar, tales como el SEBIN o DGCIM. Lamentablemente la cultura en Venezuela está tan permeada por la izquierda que corremos el riesgo de que inclusive de llegar a desalojar al madurismo del poder, quienes tendrían más acceso a las autoridades serían personeros de izquierda, para poder instaurar un régimen de derecha en Venezuela y poder neutralizar todos los daños que nos ha hecho tan nefasta ideología de izquierda.

La solución pareciera ser una incursión militar, ya sea desde Colombia la grande o desde el quincuagésimo primer estado de los Estados Unidos, que pudiese ser Puerto Rico. El caso más similar es por supuesto el de Groenlandia, donde los groenlandeses están invadidos por un régimen colonial desde Dinamarca. Desean ser independientes y luego votarán por su anexión a los Estados Unidos. Es exactamente ése el camino que deberíamos tomar aquí en Venezuela, para efectuar una elección. Ni siquiera sería necesario hacerla de modo físico, con maquinarias del CNE y con represión del régimen bastaría que desde el gobierno constitucional de Donald Trump, bajo la ayuda tecnológica de Elon Musk, se diseñe un padrón de venezolanos que puedan votar en línea: si desean continuar con el castrocomunismo, o mediante la legítima defensa de Puerto Rico poder extirpar a la dictadura de Nicolás Maduro. Recordemos que la extracción quirúrgica es el mecanismo para remover la dictadura que tendría menos bajas, porque los chavistas nos amenazan con una cruenta guerra civil que duraría años, y la cual pudiera ser evitada si entre Colombia la Grande y los Estados Unidos llegamos a un firme acuerdo de defensa nacional y continental, y que sea aprobado por la OEA Organización de Estados Americanos.

Recibimos con beneplácito la propuesta de los expresidentes del grupo idea, quienes se han reunido con Almagro y han solicitado la convocatoria de una Asamblea General especial de la Organización de Estados Americanos, en la cual pudiese ser juramentado el presidente electo de la República de Venezuela Edmundo González Urrutia. Esperemos respuesta de los países miembros de la Organización de Estados Americanos, incluyendo algunos que sí reconocen al régimen como Santa Lucía, Granada, Antigua y Barbuda, Colombia, Brasil y México, dado que la Mesa de la Unidad Democrática en Venezuela está infestada de liderazgos de izquierda. La soberanía venezolana ya no vale nada. En los actuales momentos es preferible que nos incorporemos formalmente a un gigantesco mapa de Colombia La Grande, o a un gigantesco mapa de Estados Unidos extendidos. Venezuela al tener frontera con ambos bloques americanos pudiese amalgamar como punto de cohesión entre las Américas, y así restauraríamos nuestro papel central en el continente.

Revisemos bien las ofertas que tienen los partidarios de Álvaro Uribe y los partidarios de Donald Trump: la gobernadora Jennyfer González en su carta explica con claridad que la defensa de los Estados Unidos, contra la posible invasión de Venezuela, deberá contar con un estupendo nuevo despliegue militar estadounidense en la isla. De ningún modo ellos permitirán ser un foco de distracción a la realidad de un régimen usurpador que perdió elecciones, y que ahora se mantiene en el poder. La carta de Jennyfer González además fue copiada al Secretario de Estado designado Marco Rubio, y al asesor de Seguridad Nacional designado Mike Waltz. Muchos preguntan el motivo por el cual la presidencia de los Estados Unidos ha efectuado tan pocas declaraciones públicas sobre sus políticas públicas, en materia exterior: el funcionariado nuevo está a la espera de asumir sus cargos, y de ser ratificado por el congreso. Aún debemos esperar una semana a que el gobierno entrante estadounidense ejerza funciones. 

El gobierno legítimo de Venezuela de Edmundo González Urrutia lleva ya varios días: no han solicitado la intervención militar, no han designado gabinete, no están cumpliendo las indicaciones que fueron formuladas hace ya varios meses por el gran asesor latinoamericano Carlos Sánchez Berzaín, quien propone un férreo ejercicio del gobierno electo desde el exilio, y no estamos viendo eso por parte de Edmundo González Urrutia y vemos en María Corina Machado una peligrosa distracción en temas religiosos y de fe, más propicios a una congregación evangélica, o de culto espiritual absolutamente aislado de lo que debiera de ser una política formal de medición de fuerzas y legislación económica. 

Varios internautas estamos perdiendo la paciencia. No estamos observando resultados en el gobierno electo. La señora María Corina Machado ha grabado un video para regañarnos. Cuando un político comienza a regañar a sus seguidores el problema es político. Los seguidores tenemos todo el derecho de criticar, cuestionar y sugerir, porque es lo único que podemos hacer. No permitiremos ser regañados por políticos que nos exijan ir gratuitamente a la calle, especialmente cuando en las marchas y guarimbas siempre se ofrecían pagos de $20, $50 y $100 por asistir con una moto a una protesta. No tenemos otro método de vida porque el socialismo nos ha eliminado métodos privados alternos de enriquecimiento lícito. Sugerimos a la señora María Corina Machado que deje la regañarnos, que hable de políticas públicas, que solicite intervención militar humanitaria internacional, y que verifique la pertinencia que Venezuela militar y económicamente se una a los ámbitos domésticos de Estados Unidos o Colombia. Venezuela como pequeño territorio de una nación que supuestamente es soberana en los actuales momentos ha resultado inviable.