Roberto Enríquez vocero en MUD

19.03.2025

Roberto Enríquez asume de modo rotativo la secretaría ejecutiva de la Mesa de la Unidad Democrática, representando al partido COPEI legítimo. Esta nueva etapa para la oposición venezolana será interesante, pues cada una de las tendencias participantes tendrán la oportunidad de ejercer vocería durante algunos días. Esas vocerías rotativas a lo largo del tiempo deberían arrojar puntos obvios para consenso, y se podrán identificar divergencias que pudieran ser abordadas entre todos. Específicamente cada una de esas divergencias podrá ser abordada, por algún nuevo secretario ejecutivo de la mesa de la Unidad Democrática, cuando llegue su turno y desee proponer alguna solución. Esperamos con optimismo esta nueva etapa para la mesa de la Unidad Democrática. Y deseamos mucha suerte a Roberto Enríquez durante su gestión. 

Hemos también observado ciertas convergencias entre vocerías del oficialismo y la presidencia electa legítima de Venezuela. Inclusive el periodista Jaime Baily, quien siempre ha sido acérrimo opositor del régimen tiránico, en esta oportunidad dice que es la primera vez que le da algo de razón. Todos los venezolanos y los simpatizantes de la causa venezolana estamos anonadados con la decisión del régimen de Donald Trump, de enviar a nuestros conciudadanos a prisiones de máxima seguridad en El Salvador, por el simple hecho de ser hombres jóvenes con tatuajes, que habían ingresado de modo ilegal a los Estados Unidos. 

Tom Honan siempre nos ha recordado que es un delito federal ingresar a los Estados Unidos sin la debida documentación. Este episodio posiblemente proporcione un techo al favoritismo hemisférico que aún mantiene Nayib Bukele, e iniciará su etapa de declive, con el objetivo que los venezolanos logremos conformar un partido de oposición en El Salvador: que logre plantarse ante los abusos y atropellos de Nayib Bukele: quien se aleja de sus hermanos latinoamericanos por efectuar negocios bélicos con Donald Trump, del mismo modo como anteriormente lo intentó hacer Erik Prince. Erik Prince, por cierto, volvió a aparecer recientemente en foros bélicos hablando sobre Ucrania. Manifiesta que los rusos han sido capaces de aprender a devolver ataques militares en dos minutos, en lugar de varias horas o días. En esas condiciones de mejoría de las fuerzas rusas, es imposible pretender que Ucrania así esté ayudada por la OTAN pueda ganar la guerra. 

Erik Prince ya había contratado mercenarios para trabajar en Ucrania, tal como hemos visto recientes declaraciones de personas vestidas con uniforme militar de nacionalidad americana, inglesa, australiana, colombiana y de otros lugares del mundo. Muchas de esas personas han sido halladas en Kursk. Están absolutamente rodeadas. Se espera que durante las próximas horas Donald Trump, en llamada telefónica junto con Vladimir Putin, decidan cuál será la suerte de esas personas: si serán definitivamente ajusticiadas y exterminadas, o si Donald Trump logrará a través de Vladimir Putin alguna concesión que les permita el salvamento de la vida de esos mercenarios. Aún no han depuesto las armas y si se les dejara a sus anchas, de todos modos intentarían matar a quien se les interponga del ejército ruso. 

El reloj llega a la hora decisiva y serán muchas las decisiones que tomarán Vladimir Putin y Donald Trump, respecto a la repartición territorial entre Ucrania y Rusia. Será interesante tomar un mapa de Europa, y volver a dibujar las fronteras entre Rusia y Ucrania: que serán a partir de este momento redefinidas. Inglaterra no va a poder chistar. Francia no va a poder chistar. Estonia no va a poder chistar. Polonia no va a poder chistar. Todos iremos a nuestra librería favorita para adquirir el nuevo mapa con fronteras actualizadas entre Rusia y Ucrania. Es un hecho que Ucrania deberá ceder territorio a Rusia. La repartición en este momento se concentra en las centrales nucleares en disputa. En pocas horas nos enteraremos si dichas centrales nucleares pasarán a dominio territorial ucraniano, o dominio territorial ruso. 

La negociación nos recuerda mucho al laudo arbitral de París en 1899, donde los Estados Unidos como siempre asumieron el papel de perdedores, y otorgaron la grandísima mayoría del territorio solicitado por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Como consolación únicamente le dejaron a Venezuela las bocas del Esequibo. Algo parecido ocurrirá con Ucrania, ya que Ucrania posiblemente señalará dicho tratado como írrito, y todo lo que son las provincias u oblasts rusoparlantes, así como la ciudad de Odessa, serían dibujadas en los nuevos mapas de Ucrania como zonas en reclamación. Todo está siendo garantizado por negociaciones de Estados Unidos, que en el siglo XIX representaron a Venezuela y en el siglo XXI representan a Ucrania. En ambos casos, Estados Unidos se limita a efectuar un papel de ceder graciosamente territorio ajeno a los intereses imperiales, en el primer caso de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y en el segundo caso de la Federación Rusa. Ambas potencias alegan que ya tenían o tienen el territorio de la Guayana Esequiba o del oriente de Ucrania, bajo soberanía y dominio militar inglés o ruso, respectivamente. 

La similitud del laudo arbitral de París de 1899, con la repartición de tierras ucranianas que efectuarán Donald Trump y Vladimir Putin durante las próximas horas, nos hace inferir que por la vía pacífica será imposible que Venezuela logre recuperar el territorio Esequibo. El único modo que volvamos a tener acceso a dicho territorio, será a través de una incursión militar, proporcionada por las fuerzas armadas venezolanas en territorio reconocido internacionalmente como guyanés, debido a la vigencia del laudo arbitral de París que está siendo reclamada por Venezuela. Venezuela aún tiene a su favor que no hemos logrado delimitar las aguas territoriales entre Venezuela y Guyana, lo cual implica que si Venezuela no toma próximamente de modo militar las tierras del Esequibo, será necesario delimitar entonces las aguas territoriales a partir del punto trifinio: océano Atlántico, Venezuela y Guyana, actualmente ubicado en Punta de Playa. Pudiese ubicarse quizás más al oriente, si Venezuela logra recuperar algún territorio, ya sea mediante incursión armada o a través del diálogo con Irfaan Ali. 

Irfaan Ali como sabemos se asemeja a Volodomir Zelensky. Ninguno desea dialogar ni con Venezuela ni con Rusia, respectivamente. Sin embargo, ese estilo ya está siendo desechado por la comunidad internacional. Podemos observar como en Europa los partidos que se dicen de extrema derecha son inclusive más cercanos al diálogo, que los partidos que se dicen de centro, así tengan una fachada socialista o conservadora. Lo único que buscan es mantener a una élite corrupta y acostumbrada a la buena vida, para que tomen decisiones por los demás. Ese tipo de políticos tradicionales serán votados en contra en próximas elecciones europeas, como acaba de ocurrir en Rumania. Veremos si en otros países, a medida que se acerquen elecciones, les seguirán robando victorias. 

El cordón sanitario en Alemania se sigue imponiendo. La Alianza por Alemania AFD no logra posicionarse como partícipe del nuevo Bundestag, a pesar de haber sido la segunda fuerza más votada. La ilegitimidad en la forma como se generan resultados, en elecciones en todo el mundo, pareciera estar incrementando desde el descarado robo que le hizo Nicolás Maduro a Edmundo González Urrutia. A pesar de haber nosotros podido demostrar su triunfo electoral, no nos está sendo posible restaurar a Edmundo González Urrutia en la silla presidencial del Palacio de Miraflores. La Mesa de la Unidad Democrática está hoy presidida por Roberto Enrquez de Copei, quien luego de un breve periodo proporcionará la secretaría ejecutiva rotativa a algún otro dirigente, de alguna de las demás fuerzas que integran la Mesa de la Unidad Democrática. Tendremos que ir analizando cómo podemos efectuar un diálogo asertivo, tanto con el régimen como con la comunidad internacional. Ya nos estamos dando cuenta que la comunidad internacional, en el caso de Europa, no va a ayudar a Venezuela. Está en una posición de desventaja geopolítica, en donde ni siquiera podrán hacer nada por Ucrania. 

Estamos observando como el Reino Unido y Francia están histéricos de disponer de bombas nucleares y no poderlas utilizar. Ni Donald Trump ni Vladimir Putin les están dando permiso a sentarse en la mesa de Ucrania,, ni tampoco pueden integrar a Ucrania en la Unión Europea ni en la OTAN. Eso es gravísimo porque Emmanuel Macron estaba tratando que los fondos de defensa europeos, repartieran a los países fondos a ser destinados en compras armamentistas a Francia. Ello quizás no ocurra, ya que no avanza la coalición de los dispuestos, en la cual únicamente parecieran estar el Reino Unido y Francia. Los demás en principio dicen que van a ayudar, y cuando se les solicita aportar dinero en efectivo, nadie está dispuesto a pagar. Todos quieren ayudar a Ucrania, todos quieren apoyar a Ucrania. Pero nadie quiere enviar tropas de su país, ni quiere enviar recursos monetarios de su país para despilfarrarlos en una guerra de Ucrania que en el fondo todos sabemos que está perdida desde hace mucho tiempo. 

De regreso al Caribe, es interesante observar como Venezuela debe tomar la oportunidad de afianzar lazos con demás países sancionados por los Estados Unidos: cuyos ciudadanos ya no podrán ingresar más a ese país. Por supuesto están Cuba en la lista roja y Haití en la lista naranja. En la lista amarilla están Saint Kitts y Nevis, Antigua y Barbuda, Santa Lucía y Dominica. De modo que somos siete países con aguas caribeñas que compartimos las sanciones y las arbitrariedades de los Estados Unidos y será necesario que dialoguemos para una postura caribeña común. Por ello es tan importante que Venezuela y Guyana definamos nuestras fronteras terrestres y marítimas definitivas. Es necesario que nuestros presidentes en ejercicio dialoguen. Dichos presidentes en ejercicio en este momento son Nicolás Maduro e Irfaan Ali, ya que Edmundo González Urrutia quizás pueda tardar algunos meses o años para poder llegar a ejercer el poder. Es necesario cuanto antes efectuar un arreglo territorial definitivo, y delimitar las aguas territoriales. 

Fue aclarado en la reciente conferencia de energía, que el petróleo venezolano es útil para la estabilidad de precios internacionales. Lo cómodo sería que Venezuela haga las paces con la Exxon Mobil, y que tanto la Exxon Mobil como la Chevron puedan invertir en el sector petrolero de Venezuela. Entendemos que existen unas sanciones de la OFAC mediante la licencia 41A, que supuestamente obliga a la Chevron a abandonar territorio venezolano: a más tardar el 3 de abril. Pero sigue pasando el tiempo. Chevron no cierra. Chevron sigue operando y cada vez luce más obvio que ocurrirá un acuerdo de última hora entre Trump y Nicolás Maduro, del mismo modo como se está acordando en este momento un acuerdo entre Donald Trump y Vladimir Putin. 

Uno de los pasatiempos favoritos de Donald Trump es inventar acuerdos novedosos con los dictadores del mundo. Irán y Venezuela no serán la excepción. Ciertamente estamos viendo que en Irán y Yemen se comienza a ver mayor ímpetu belicista por parte de los Estados Unidos, lo cual es otra de las razones por las cuales hay tanto apuro por parte de los Estados Unidos: de abandonar la guerra de Ucrania y resolver el conflicto del frente norte, para ocuparse del frente central que es la guerra del Medio Oriente. Los hutíes son especialistas en impedir el tráfico de buques israelíes que llevan ayuda humanitaria a Gaza. Nunca sabemos si la ayuda humanitaria son armas, o es ayuda humanitaria genuina. Posiblemente haya algo de ambas, pero recordemos que Estados Unidos e Israel aún tienen esperanzas de poder efectuar el complejo hotelero de la franja de Gaza Golf Club, aún cuando este proyecto está siendo rechazado por el resto de países del Medio Oriente. 

Pareciera haber consenso internacional al cual se suman China y Europa: la solución deberá contar con dos estados, el israelí y el palestino. El problema es que el estado Palestino no tiene territorio. Sería el mismo problema que ha tenido Venezuela con la Guayana Esequiba, o Ucrania con el Donbass, Donetsk y posiblemente Odessa: no tendrán control territorial de esas tierras. Esperamos que este convulso 2025 proporcione soluciones. Hay que agradecerle a Donald Trump haberse enfocado en búsqueda de alternativas, algunas de las cuales están funcionando: como la firma de paz en Ucrania junto con Putin. Otras no sirven como los hoteles y resorts con el sello Donald Trump en la franja de Gaza. 

No funcionan las deportaciones de venezolanos a El Salvador sin ningún juicio, aunque por el lado positivo hay una convergencia en opiniones: entre el régimen de Nicolás Maduro, la oposición liderada por el presidente electo Edmundo González Urrutia, y la Plataforma Unitaria en la vocería de Roberto Enrquez. Todos estamos molestos con la xenofobia institucional contra los venezolanos en Estados Unidos. Todos los inmigrantes ilegales de los Estados Unidos deberían ser deportados directamente a Venezuela. No hay ninguna necesidad que los deporten a las cárceles de Nayib Bukele en El Salvador. Venezuela es un país al cual las campañas mediáticas del sensacionalismo han llevado a la más espantosa emigración. Salir de Venezuela se volvió una moda y no ha resultado. Esperemos que mediante estos nuevos diálogos que logran emprenderse entre la Mesa de la Unidad Democrática y sectores moderados del régimen, todo en función al posible regreso de Edmundo González Urrutia, puedan acelerarse estos acercamientos: gracias a una posición común que tenemos los venezolanos. Hay un sentido de compasión, con nuestros connacionales deportados de manera injusta, arbitraria y no conforme con los procedimientos jurídicos vigentes en los Estados Unidos, hacia las cárceles de El Salvador. 

La Mesa de la Unidad Democrática recuerda que, tal como hace ya varias semanas nos propuso el presidente electo Edmundo González Urrutia, no participaremos en elecciones regionales, municipales, de diputados nacionales y de diputados a la Asamblea Legislativa. No presentaremos candidatos para esas instancias, ya que las elecciones no son libres y no tienen condiciones. Por consiguiente, los partidos Un Nuevo tiempo y Movimiento por Venezuela quedan excluidos de seguir participando en la Mesa de la Unidad Democrática, a medida que esta se reestructura con las nuevas vocerías, al menos no durante este periodo electoral. Una vez concluidos los resultados, que serán desfavorables para los candidatos conocidos como alacranes, y conocida la victoria apoteósica de las fuerzas usurpadoras del régimen, nuevamente pudiese cambiar el tablero de la oposición venezolana: se verificaría cuáles serían las nuevas estrategias.

Las grandes mayorías deploramos que el Movimiento por Venezuela y Un Nuevo Tiempo insistan en presentar candidaturas extemporáneas, a unas elecciones en las cuales unitariamente desde hace mucho tiempo los venezolanos hemos reiterado, por todos los medios, que no acudiremos a participar ni romperemos la unidad de modo tan chillón como lo hacen Calzadilla y Rosales. Eso no está siendo bien visto por las demás fuerzas democráticas. Aquí no estamos intentando recuperar espacios locales, sino estamos muy concentrados en la cobranza del triunfo presidencial, que proporcionaron las urnas democráticas de los votantes que ejercimos nuestro voto el pasado 28 de julio de 2024.