Repartición de Ucrania entre Rusia y EEUU

20.02.2025

Presidentes y primeros ministros de Europa se han reunido de emergencia en París, convocados por Macron, dada la crisis existencial que ocurre en ese continente. Se dan cuenta que ya no son necesarios, no son importantes, y deben ahora decidir si permanecer subyugados a la esfera de influencia americana, o sucumbir ante la esfera de influencia rusa, o quedar disponibles como carne de carroña a beneficio de la esfera de influencia china. Los países que se jactaban del imperialismo y la colonización planetaria, están haciendo el más absoluto ridículo. Insisten forzosamente en continuar una guerra en Ucrania, cuando todos los demás deseamos la paz. Ya se les ha advertido que Ucrania no formará parte de la OTAN, y Estados Unidos se cansó de subsidiar las industrias ineficientes armamentistas de Europa, que exigen recursos americanos y proporcionan poco alivio a Ucrania. Zelenski está como una fiera pues se está quedando sin OTAN y se está quedando sin recursos. De llegar a ingresar a la Unión Europea tendrá que aportar recursos allí, a menos que la Unión Europea se siga endeudando para beneficiar a industrias armamentistas.

En Europa las industrias armamentistas han tenido excelentes resultados en las bolsas de valores europeas, ya que los líderes han decidido seguir endeudando a Europa y seguir imprimiendo dinero inorgánico: así los países que aún no hayan llegado al 2% de producto interno bruto, disponible para defensa, podrán lograr dicha meta a través de créditos que posiblemente no sean nunca recuperados. Ello asemeja descalabros financieros que observamos en los Estados Unidos de América. Tanto Doge como Elon Musk los han difundido. Mientras tanto Sergey Lavrov y Marco Rubio se reúnen en Riyad, capital de la Arabia Saudita, sin polizontes ni mirones de la comunidad europea que no sirven para nada, y redefinirán las nuevas fronteras entre Ucrania y Rusia, las cuales serán de obligatorio cumplimiento por la comunidad internacional. Por su parte China está feliz, ya que puede mostrar una cara amigable con Europa alegando que ellos no necesariamente están completamente del lado de Rusia. Al igual que África, Europa se ha convertido en una mina de oportunidades para las tres esferas de influencia: americana, Rusa y China. Cada país de Europa, tal como hacen los países de África, elegirá geopolíticamente cuál de esas tres esferas de influencia convendrá más para sus intereses.

La Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico Norte han fallado en sus objetivos originales, de funcionar como un imperio formal. Para Venezuela esta situación resulta digna de ser examinada con muchísimo cuidado, ya que observamos con enorme preocupación que el presidente electo, Edmundo González Urrutia está excesivamente aferrado a las posturas perdedoras de Europa. Mientras tanto los Estados Unidos, Rusia y China que son las tres esferas de influencia en el mundo luchan activamente por la Venezuela, usurpada por por Nicolás Maduro. Las tres esferas de influencia están activamente efectuando negocios petroleros con Nicolás Maduro, al igual que negocios mineros y convenios para migración y deportaciones. Europa ha quedado relegada a un papel de derechos humanos que ellos tampoco cumplen: si hubiesen cunplido, no hubiesen apoyado con tanto entusiasmo una guerra en la que ya van más de un millón y medio de muertos en Ucrania.

Europa está prometiendo sanciones a Venezuela, mientras Estados Unidos se está calmando. Rusia y China por supuesto están felices de este acercamiento con Estados Unidos, pues pareciera que Estados Unidos se une al concierto de los demás imperios. Los tres imperios simplemente definirán fronteras de sus esferas de influencia, tal como hoy ocurre con Ucrania. Edmundo González Urrutia sigue aferrado a una Europa sin relevancia. Considérese esto un grito de alarma para que Edmundo González Urrutia tome nota inmediata, y reasuma diplomáticamente que la política exterior excesivamente sesgada hacia los intereses de los países participantes en la conferencia de Munich, que súbitamente han sido relegados a la nada, pudiese hundirse. Venezuela pudiese firmemente ser reabsorbida por la esfera de influencia americana, tal como lo hace el resto del hemisferio occidental sin ningún problema. Hasta Nicolás Maduro está considerando esa posibilidad: si logra que Rusia, China y Estados Unidos compitan por despedazar a Venezuela, en igualdad de condiciones. Edmundo González Urrutia ni siquiera llega a eso.

Países africanos, asiáticos y latinoamericanos, e inclusive los de Oceanía como Australia, se debaten entre la esfera de influencia china y la esfera de influencia americana. El planeta entero está dividido en las fronteras que tengan a bien ocasionar las tres potencias. Los países independientes y pequeños no somos realmente tan independientes como pensábamos. Estamos a merced de los grandes imperios. Ese juego geopolítico lo está manejando Nicolás Maduro con mayor sabiduría que Edmundo González Urrutia, lo cual da muchísima rabia porque disciplinadamente tenemos que seguir a la presidencia de Edmundo González Urrutia, así sea totalmente carente de resultados. Mientras, la usurpación sigue jugando bien las pocas cartas que le quedan. Es indispensable que Edmundo González Urrutia se afiance en su alianza con el canciller de Israel y visite Tel Aviv lo más pronto posible, ya que Israel sería el único vehículo conocido de comunicación indirecta entre Edmundo González Urrutia y Donald Trump. El estado de Israel apoya irrestrictamente a los intereses representados por Edmundo González Urrutia como su aliado en América Latina, que pudiese desalojar a Hamás y Hezbolá. El gran aliado de Israel es Donald Trump, que como sabemos a través de Richard Grenell se ocupa de las deportaciones, tan necesarias para la estabilidad de los Estados Unidos, las cuales son gentilmente recibidas por la usurpación de Diosdado Cabello y Nicolás Maduro.

De llegar Edmundo González Urrutia a visitar Israel, esperemos que Netanyahu y su canciller logren imaginar una forma de incluir a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, efectivamente dentro de las agendas de su aliado Donald Trump en los Estados Unidos. Hasta los momentos todo lo de Estados Unidos está absolutamente ligado a la usurpación. Es también significativo que en la reunión que se está llevando a cabo en este momento en Riyad, Arabia Saudita entre Lavrov y Marco Rubio es en el país más importante de la OPEP. Venezuela en un pasado no muy lejano fue el segundo mayor productor de la OPEP, y en un futuro no muy lejano pudiese volver a ser el segundo mayor productor de la OPEP, una vez Chevron siga teniendo luz verde para explotar nuestra industria petrolera a sus anchas, lo cual políticamente pudiese ser deseable para las Américas. No sería tan difícil convencer a Donald Trump que petróleo venezolano también es petróleo americano. Son juegos de palabras que hiladas de manera inteligente pudiesen penetrar en la psiquis del presidente americano. En todo caso esas reuniones en Arabia Saudita, entre Rusia y tradicionalmente Venezuela, ahora están siendo también efectuadas con los Estados Unidos. De modo que Estados Unidos es el que está ahora ingresando a las esferas de influencia rusa y china, que tanto han cultivado los árabes saudíes y los venezolanos de la usurpación.

Marco Rubio hoy está visitando lugares que Delsy Rodríguez ha visitado durante muchísimos años, y prácticamente pudiésemos ver como Marco Rubio y Donald Trump están siendo invitados a los espacios, a los cuales cómodamente han sido anfitriones los usurpadores de Venezuela. Nuestras alianzas con los países árabes los países petroleros y Rusia siguen impecables. China por supuesto observa todo con gran alegría, ya que puede posicionarse como el líder comercial planetario y buscador de la paz, en cualquier momento. El asunto de Taiwán siempre quedaría pendiente. No sabemos hasta qué punto Estados Unidos fomentará una guerra explícita contra China. Sin embargo es significativo que ya el Departamento de Estado, en sus publicaciones oficiales, no hace referencia a que Taiwán sea parte indivisible de la China comunista. Pudiésemos ver en cualquier momento un reconocimiento explícito a Taiwán, como un estado soberano al igual que la China comunista, rompiendo con lo que había establecido Richard Nixon en los años 70. En compensación China pudiese seguir teniendo acceso con igualdad de condiciones, en los mercados no estrictamente ligados a las esferas de influencia que pudiesen ser África y ahora Europa.

Estados Unidos abandonaría a Europa a su suerte para dejársela a los chinos, así Europa se convertirá en factorías chinas, lo cual quizás pudiese ser la mejor solución para ese continente tan atribulado y conflictivo, y que pudiese ser ordenado por los chinos que son: más estudiosos, más trabajadores, menos rumberos y menos despilfarradores de recursos. Por supuesto los chinos consumen menos drogas que los europeos, o que los mismos americanos. La decadencia de Europa es horrorosa: no están acostumbrados a ser derrotados por países que han crecido más que ellos. Posiblemente Europa permanezca en un guayabo de muchos años, mientras en América del Norte y en América del Sur habrá cierta Unión Americana: inclusive entre regímenes como el de Nicolás Maduro y la presidencia de Donald Trump, que unirán a sus objetivos comunes, aparte del petrolero y aparte de aceleración de deportaciones, la espinilla que siempre han estado enviando todo tipo de recursos y ayudas a Europa. Europa siempre nos sigue tratando como colonias. Al parecer Donald Trump, J. D. Vance y Nicolás Maduro tienen convergencias respecto a cómo doblegar a Europa. 

Lamentablemente el presidente electo Edmundo González Urrutia padece una sumisión inoportuna, ante una Europa que no tiene absolutamente nada que ofrecernos. Las conversaciones entre Marco Rubio y Sergey Lavrov primero versarán sobre la reanudación completa, y detallada de las relaciones bilaterales entre los Estados Unidos y Rusia. Requieren mayor cantidad de funcionarios en las embajadas, que cada país mantiene en la capital de su socio comercial y diplomático. Establecerán una hoja de ruta de cómo deberán ser las relaciones internacionales a partir de este momento, las cuales serán de absoluta obediencia y cumplimiento por parte del resto de la comunidad internacional, sin chistar. China posiblemente sea el factor de contención para que ni Estados Unidos ni Rusia tengan un control absoluto de nada. Ellos tienen la preponderancia comercial, y Rusia tiene la preponderancia política ya que Putin es el único que puede reunir a los presidentes de China y Estados Unidos simultáneamente. Rusia también tiene la preponderancia nuclear, ya que el armamento nuclear de los Estados Unidos es percibido como obsoleto, y pudiese estallar: especialmente ojivas de los años 50 que nunca fueron utilizadas ni mantenidas. 

Estados Unidos sigue manteniendo el control financiero e idiomático, a través del inglés. Mantienen vanguardia cultural a través de la migración entre la ideología woke con la nueva ideología post woke, que impulsan Elon Musk y Donald Trump. Están los partidos de extrema derecha en Europa que como sabemos son fieles aliados de María Corina Machado, pero no han establecido relaciones con Edmundo González Urrutia, quien está firmemente aliado a la socialdemocracia europea, que tantos conflictos está teniendo con Estados Unidos. Está llegando el momento en que María Corina Machado como vicepresidenta designada de la República empiece a tener mayor trascendencia geopolítica, dado que su rol anterior como organizadora de eventos de calle y difusora de mensajes de autoayuda, esperanza, reunificación familiar y demás temas son asociados con una feminidad que nada tiene que ver con la vigorosa geopolítica, necesaria para sobrevivir en este mundo.

Venezuela requiere la restauración inmediata de las relaciones entre María Corina Machado y sus aliados europeos de extrema derecha, que fueron quienes la apoyaron en sus inicios. Por supuesto necesitamos que Edmundo González Urrutia se ponga los pantalones, y seguramente Blanca Rosa Mármol de León. Carlos Sánchez Berzaín ha sido absolutamente explícito en la necesidad de juramentación. Edmundo González Urrutia debe ser juramentado, en algún territorio venezolano disponible fuera de nuestras fronteras: como pudiese ser una embajada, avión o barco de bandera venezolana. Debe designar a su gabinete ministerial, que incluya las carteras de Defensa, Relaciones Exteriores y Economía como mínimo. Necesitamos que el nuevo gobierno que fue electo por la ciudadanía venezolana el pasado 28 de julio de 2024, comience a ejercer funciones para los próximos 6 años. Recordaremos a la comunidad internacional que la usurpación no ha logrado salirse con la suya por completo.