Renovación automática a licencia Chevron
Comienza el mes de febrero, lo cual implica que las licencias petroleras a Chevron han sido automáticamente renovadas. La empresa en efecto dispuso de un costoso y efectivo lobby en la ciudad de Washington, posicionando las ventajas de la continuidad de la extracción petrolera estadounidense en Venezuela. Así ha ocurrido durante los últimos 100 años. Ellos se concentran en un negocio rentable, seguro y confiable. No están sujetos a temas de política exterior. Sin embargo advirtieron al régimen de Donald Trump que de salir Chevron de Venezuela: desocuparán espacios que serían rápidamente ocupados por petroleras estatales de países enemigos ubicados en Asia.
Fue notable la visita a Caracas de Richard Grenell, enviado especial de Donald Trump para Venezuela y Corea del Norte. Ésta es la primera visita diplomática de alto nivel que efectúa el régimen de Trump en todo el mundo, ya que aún Marco Rubio no ha llegado a Panamá para solicitar la devolución del canal de Panamá, lo cual sería su segunda incursión en la arena internacional. Vemos como los temas de América Latina están bien posicionados en la agenda del presidente Trump: con una normalización de relaciones hacia Venezuela y una negociación que redefinirá cómo será la operatividad del canal de Panamá, el cual exige a gritos no estar controlado por los intereses chinos. Richard Grenell se ha llevado a seis presos políticos de las mazmorras venezolanas, de regreso a los Estados Unidos: seis norteamericanos que son héroes de su nación. Las fotos de Richard Grenell con los presos políticos recién liberados, en el avión y su posterior aterrizaje en el aeropuerto destino en los Estados Unidos, han ocasionado: vítores, loas y agradecimientos por parte del electorado americano, quienes aprueban estas negociaciones que efectúa Richard Grenell, con el régimen de Nicolás Maduro. Se relegan a segundo plano súplicas por libertad y democracia, posicionadas principalmente por minorías de origen étnico latino.
Seguimos observando una fastidiosa campaña de Un Nuevo Tiempo, en total división contra la Unidad Democrática, quienes ahora están posicionando la campaña de Manuel Rosales para la gobernación del Zulia como si fuese una campaña presidencial. Están obligando a todos sus activistas en otros estados a ocuparse de temas regionales del Zulia: lo cual es inaceptable, insultante y amerita la sanción o expulsión de Un Nuevo Tiempo fuera de la Unidad. Definitivamente es necesario probar mecanismos como la solicitud de sanciones, contra candidatos que se presenten a elecciones de cargos de elección popular. No ha concluido el proceso de difusión de actas de la elección presidencial anterior, ganada por Edmundo González Urrutia y robada por Nicolás Maduro. Quienes busquen participar en nuevas elecciones, deberán ser señalados como colaboracionistas y cohabitantes. Por consiguiente entrarían en la categoría de personas sancionables en otros países.
La campaña de reelección de Manuel Rosales en el estado Zulia de todos modos luce muy cuesta arriba, ya que existen dirigencias como Chael Chourio de la Alianza del Lápiz, o Armando Piña de Avanzada Progresista, quienes a su vez están intentando conquistar nuevos espacios: lo cual sería quitarle espacios a Manuel Rosales. El oficialismo es el dueño de las elecciones y podrá hacer trampa como le parezca. Se encargará de azuzar las rencillas y pleitos entre alacranes, confiará en que la oposición tal como lo hemos señalado en reiteradas oportunidades no participará en más eventos electorales. Observamos un escenario en el estado Zulia donde el oficialismo recupera algunos espacios, los cuales de algún modo ya tiene. Ello obliga a lo que se pensaba que era oposición a aplaudirle sus eventos, y a reconocer sus usurpaciones. Las dirigencias de Un Nuevo Tiempo están incurriendo en tan lamentable actitud.
Hemos escuchado una entrevista que efectuó Megyn Kelly a Marco Rubio, en la cual Venezuela no fue mencionada. Establecieron pautas para la política exterior de los Estados Unidos con China, con Irán, con Rusia, con Colombia, con Israel y la reconstrucción de Gaza. Venezuela fue olímpicamente olvidada. Posiblemente Marco Rubio tenga mucho trabajo ocupándose de los demás países. Dejará por instrucción del presidente Donald Trump campo libre para que Richard Grenell negocie con Jorge Rodríguez, Yván Gil y Nicolás Maduro lo que le parezca conveniente, y le sigan entregando nuevos presos políticos. Lo más importante será que podremos disfrutar en Venezuela del regreso de nuestros conciudadanos, que serán deportados. Será nuestra responsabilidad recibir e insertarlos dentro de la economía local. Por tal razón es importante que se mantenga operativa la licencia de Chevron, ya que no sería aconsejable recibir a deportados estadounidenses, en un país con una economía en crisis.
Las autoridades de Estados Unidos, lideradas por Kristi Noem en el Departamento de Seguridad Nacional, y Richard Grenell como enviado especial para Venezuela y Corea del Norte, están enfocadas en las deportaciones. En el caso de Venezuela son deportaciones que vienen pendientes desde hace muchos años. Los presos están asignados en cárceles estadounidenses. Es necesario desocupar ese espacio para así llenarlo con nuevas detenciones que ocurran en los Estados Unidos, a medida que individuos violatorios de la legislación de inmigración vigente, que sean interceptados en las calles de Estados Unidos sin sus correspondientes papeles, puedan ser ingresados en esas centros de detención. Posteriormente serán deportados a sus países de origen. Recordemos que Donald Trump ganó su campaña electoral prometiendo mano firme contra la inmigración, y desea ser recordado como el presidente que limpió a los Estados Unidos de la amenaza de una sobrepoblación que exige servicios, y que en una porción significativa aumenta la tasa de criminalidad.
Observamos que las políticas exteriores de Joe Biden y Donald Trump resultaron bastante similares. El grado de efectividad de la política exterior de Donald Trump por los momentos parece más eficiente. Joe Biden a través de emisarios como Juan González negoció aspectos de rehenes y licencias petroleras con Nicolás Maduro, pero fueron pocas las concesiones que logró del régimen. En esta primera ocasión de Donald Trump, observamos que le fueron entregados seis rehenes norteamericanos a cambio de la renovación automática de la licencia de Chevron. Estamos en febrero: todo parece indicar que Chevron operará en Venezuela durante al menos seis meses adicionales, lo cual proporcionará tiempo suficiente para que las dos administraciones calmada y pausadamente sigan afinando detalles de su relación bilateral.
El gobierno electo de Edmundo González Urrutia sigue en pausa. No hemos tenido mayor información de sus pormenores desde que concluyeron las actividades oficiales en el Perú. No se nos ha informado la aceptación o cancelación de la venidera visita a Israel. Él no se ha confirmado una posible visita a Chile que está pendiente incluso desde el año 2024, cuando fue anunciada por primera vez. Lamentablemente el oportunismo generado por Un Nuevo Tiempo, para inventar un nuevo clima electoral y así intentar pasar la página, tal como pretende el régimen, está logrando que la oposición se concentre en destruir las narrativas alacrán, ahora procedentes de un nuevo tiempo. Defendemos el legado triunfante de aquel 28 de julio, cuando los venezolanos hemos decidido votar masivamente en contra de la tiranía, aún cuando nuestro triunfo ha sido difícil cobrar.
Manuel Rosales parecía un político zorro viejo, curtido en lides de burdel político. Sin embargo en esta oportunidad pareciera que saldrá trasquilado. Ese burdel político quizás ya no le esté resultando como en ocasiones anteriores, dado que las nuevas generaciones políticas han también pasado una buena cantidad de de años. Han estado aprendiendo acerca de las mieles, placeres y estrategias inherentes en burdeles políticos, y están siendo aplicadas contra Manuel Rosales. Será imposible que Manuel Rosales imponga a nivel nacional una campaña regionalista, sin condiciones y sin auditoría de resultados. La ausencia de testigos de mesa a nivel nacional será posiblemente un tema que irá tomando forma, a medida que pasen los meses de febrero, marzo y abril. A nivel operativo y organizacional, la Mesa de la Unidad deberá incorporar a sus filas: ya sea de modo independiente o a través de alguno de los partidos afiliados, a todas esas buenas y trabajadoras militancias de Un Nuevo Tiempo, cuyo espíritu unitario y adhesión a la causa de la Cobranza del Triunfo de Edmundo González Urrutia serán reconocidos como miembros indispensables de la Unidad. Posiblemente sean removidos de Un Nuevo Tiempo, partido que será expulsado de la Mesa de la Unidad por no seguir el lineamiento unitario, sino explícitamente está enviando a la gente a dividir y a acosar, de modo insultante a quienes sí ofrecemos nuestra línea original.
Manuel Rosales ha intentado demasiado tiempo quedar bien con Dios y con el diablo, lo cual ya es imposible. El resto de los alacranes se están dando cuenta que les está haciendo imposible venderse como parte de la oposición, y legítimamente como corresponde están comenzando a afianzar lazos con el oficialismo. Es el momento que Manuel Rosales y las facciones de Un Nuevo Tiempo que aún lo acompañen sigan el ejemplo de los demás alacranes, y constituyan su propio frente chavista de normalización de la dictadura, y de participación inaudita en procesos viciados. La oposición verdadera seguirá observando con interés los acontecimientos de Donald Trump, Richard Grenell, Chevron y el regreso de los deportados, ya que el panorama político se volverá muy complejo.
Caeremos en cuenta que la comunidad internacional tiene intereses diferentes a los intereses que suplicamos deberían ser emitidos en sus comunicados. Estaremos a la espera de los lineamientos que provengan del presidente electo Edmundo González Urrutia, quien pudiese devenir presidente constitucional si logra juramentarse en alguna parte, Se nos deberá explicar como una juramentación a destiempo no sería violatoria del artículo 231 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Es probable que surjan nuevos liderazgos en la Plataforma Unitaria. Ya estamos asumiendo que somos un partido mayoritario en Venezuela, que aglutina a la unidad opositora que le dio también el triunfo a la asamblea nacional del 2015. Es una unidad ya consolidada desde hace mucho tiempo, independientemente del liderazgo de turno que se adjudique la conducción de dicha unidad. Necesitaremos un proceso de reestructuración interna y de depuración de alacranes que aún estén enviando a votar. Durante el segundo semestre del año 2025 conoceremos con mayor claridad el panorama político que depara al legado de los liderazgos conocidos, y al surgimiento de nuevas voces que pudiesen inyectar cierta frescura a una política opositora que necesita redimensionarse. Así ganaremos el interés de la comunidad nacional, como también de la comunidad internacional.