Recorrido por Edmundo desde Oriente hacia Caracas
Además de Guyana, la liberación de Venezuela provendrá de las amigables y cercanas aguas de la República de Trinidad y Tobago, cuyo presidente luego de haber autorizado a su personal subalterno a firmar tratados militares con los Estados Unidos, ayer lucía con la mediática de cierto control de daños, manteniendo un aura de neutralidad y cierta cercanía con el régimen de Maduro, minimizando la situación. El acuerdo con Trinidad y Tobago ya está firmado, y a partir del primero de enero de 2025 los Estados Unidos podrán utilizar el territorio y las aguas de Trinidad y Tobago para su inminente incursión en Venezuela ¿qué ocurrirá con los campos gasíferos que manejan en conjunto Trinidad y Tobago y el régimen de Venezuela? ¿Qué pasará con las licencias de gas? el Primer Ministro de Trinidad y Tobago ahora luce arrepentido por la gran cantidad de negocios que se le pudieran ir abajo. Quizás esté expresando alguna condolencia, pero si ya firmaron ese acuerdo no hay más nada que hacer. El año 2024 ha sido una lucha exitosa en donde ha subido la presión, desde mera injerencia extranjera hasta el escenario en curso de intervención, que pudiese ser quirúrgica.
Dadas las informaciones oficiales desde la República Cooperativa de Guyana y la República de Trinidad y Tobago, acerca de formalismos coordinados con el departamento de defensa de los Estados Unidos, se piensa que pudiese ocurrir la tan ansiada invasión. De ser esto posible, será extático observar a la ciudadanía venezolana acompañando a los militares procedentes de la comunidad internacional, en fraternidad y unísono con los militares de Venezuela. Por supuesto dedicaremos mucho tiempo revisando las cuentas en redes sociales de los ideólogos de izquierda que estarán fúricos e histéricos, porque el pueblo de Bolívar según ellos será sometido a las botas del imperialismo. Además estarán conscientes que ya no podrán pronunciar yanquis go home, como era su frase favorita de antaño, porque es la misma ciudadanía de Venezuela que los recibirá con los brazos abiertos. Es significativo que la intervención quirúrgica o quizás invasión, recorra primeramente los estados Sucre, Delta Amacuro y Bolívar, estados con presencia importante de la minería de oro ilegal, y con una población con menor nivel de desarrollo sociocultural que el occidente y centro del país. La votación oficial en esos estados orientales fue ligeramente superior, aunque sin alcanzar la mayoría.
Ofrecemos un especial saludo a los liderazgos de oposición de los estados Delta Amacuro y Sucre. Les confiamos la responsabilidad de preparar a su militancia para el acompañamiento a las tropas liberadoras que ingresarán desde las aguas de Trinidad y Tobago y las tierras de Guyana, o mejor dicho las tierras de la Guayana Esequiba. Posiblemente se produzca el ansiado escenario de ver al flamante presidente electo Edmundo González Urrutia recorriendo el país, como si estuviese nuevamente en campaña electoral, en uno de los recorridos que posiblemente ya efectuó María Corina Machado en múltiples ocasiones, con vítores de baños populares. Veremos militares de bajo rango cediendo el paso, y organismos de seguridad cavilando si atentarán con el pueblo o atentarán contra el pueblo. Es bien sabido que las instrucciones de Nicolás Maduro y de Diosdado cabello por lo general se restringen a su zona bunqueresca de confort en Caracas, y en el interior están a merced de liderazgos que fácilmente pudiesen plegarse a último momento a la restauración libertadora en 1899. Cipriano Castro entró desde Cúcuta y recorrió los estados Táchira, Carabobo, hasta llegar al Distrito Capital, en donde su Revolución fue triunfante, y llegó al Palacio de Miraflores que había sido recientemente construido según las instrucciones de la señora de Joaquín Crespo. De modo similar entrará Edmundo González Urrutia, en un escenario perfectamente adaptado a los cánones estéticos del siglo XXI, en acompañamiento de las fuerzas de la comunidad internacional, de la mayoría de las fuerzas armadas de la comunidad nacional, y de la ciudadanía venezolana. Se incluirá a muchos que votaron por la opción de Maduro, pero siguen siendo demócratas y prefieren salvar sus capitales políticos como una oposición decente e indispensable que necesitamos, a la cual le damos a más cordial bienvenida si abandonan al nefasto nido de malandros y narcotraficantes que se ha vuelto el PSUV.
Liderazgos como el de Diosdado Cabello buscan un combate suicida para salvaguardar dineros corruptos. El caso es que Edmundo González Urrutia desde el Oriente de Venezuela, y muy bien acompañado, efectuará un recorrido triunfal por el Oriente venezolano en dirección hacia el centro, de modo similar a como Cipriano Castro hace más de un siglo lo efectuó desde occidente de modo que no es necesario que Edmundo González Urrutia llegue a Venezuela por el método convencional de avion, aterrizando en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía. Antes de eso debemos girar momentáneamente nuestra mirada a un evento oficialista que ocurrirá el próximo domingo, que consiste en la elección de los jueces de paz, lo cual posiblemente constituya el último evento de cierta envergadura que le será posible organizar a este moribundo régimen, neototalitario e ilegítimo. La elección de los jueces de paz ocurrirá en algunos centros electorales o en todos, no sabemos cómo será la contabilización de los votos. Aún desconocemos la tabulación mesa por mesa de cómo fueron las votaciones por el referéndum de la Guayana Esequiba, celebradas durante diciembre del año pasado.
El evento se desarrollará posiblemente con gran fanfarria y será una oportunidad para el régimen para alistar a los militares que aún le queden. Cabe destacar que los permisos navideños para las fuerzas armadas han sido suspendidos, no les van a dar permiso, y tienen que permanecer encuartelados. Desde la óptica estratégica de la oposición, suponemos que algunos de esos militares tienen acceso a algún teléfono celular con una buena programación de contenido de redes sociales e informativas, y estarán perfectamente avisados de lo que la ciudadanía venezolana espera de ellos. En sus corrillos privados y en sus grupos de trabajo, mediante lenguaje de señas si les es imposible comunicarse de otro modo, procederán a tonificar sus actividades de cara al 10 de enero, en sintonía con el resto de la comunidad nacional. Mientras tanto les tocará este domingo acompañar la distractora actividad de la elección de los jueces de paz.
Los opinadores de redes sociales, que diariamente nos concentramos en difundir palabras de aliento o palabras de difusión estratégica, hemos sido advertidos que los jueces de paz que serán elegidos en la actividad del próximo domingo tendrán como primer objetivo identificar administradores de grupos en redes sociales, y creadores de contenido que difundan mensajes. En este momento podrán cerrar un programa, podrán cerrar una cuenta en redes sociales, e incluso podrán seguir arrestando a algunos de nosotros, pero ello no será suficiente para evitar la juramentación de Edmundo González Urrutia el próximo 10 de enero, en la Asamblea Nacional del centro de Caracas, como está previsto en la Constitución, y con el debido acompañamiento militar de la comunidad internacional.
Volviendo al paralelismo histórico de la triunfal llegada a Caracas recorriendo el occidente del país de Cipriano Castro en 1899, podremos recordar que la dirigencia política que se montó en el coroto tanto en el régimen de Cipriano Castro, como en el siguiente régimen de Juan Vicente Gómez, quien por cierto también integraba la comitiva restauradora original, ellos fueron quienes desempeñaron cargos en el gobierno. Ello significa que quienes acompañemos físicamente, virtualmente o a través de las redes sociales, este magno evento de regreso de Edmundo González Urrutia a Caracas, con escalas en Trinidad y Tobago o Guyana, para luego atravesar el Oriente de Venezuela, seremos quienes podamos acceder a nuevas funciones de gobierno. Ello significa que los liderazgos politiqueros de partidos tradicionales, y hasta los alacranes, estarán eximidos del juego.
Sería interesante conocer cuál será la actitud del excandidato presidencial Benjamín Rausseo, mejor conocido como El Conde del Guácharo, oriundo del estado Monagas y con un parque de diversiones venido a menos: el Reino de Musipán ubicado en la isla de Margarita, estado Nueva Esparta. Si Benjamín Rausseo quisiera, pudiese perfectamente acompañar el regreso de Edmundo González Urrutia, acompañado de pueblo y fuerzas militares de los Estados Unidos, las cuales por cierto debería conocer con cierta profundidad, ya que él cursó estrategia en universidades americanas hace apenas un año, tras haberse retirado de las primarias. La opinión pública es desfavorable hacia Benjamín Rausseo ya que él ha cometido múltiples errores políticos, y aún está a tiempo de reivindicarse. Incluso un nuevo régimen liderado por Edmundo González Urrutia es conveniente no sólo para Benjamín Rausseo, sino para la isla de Margarita, ya que sería posible iniciar un proceso de recuperación económica a través del libre mercado, acceso a los créditos, mayor poder de compra, consumo y turismo por parte de la comunidad nacional y un mayor interés por visitar estas hermosas tierras por parte de la comunidad internacional.
La empresa privada del Reino de Musipán, propiedad de Benjamín Rausseo en Margarita sea remodelada, y pueda ofrecer servicios al público como alguna vez lo hizo durante sus inicios. Otra obra de infraestructura, esta vez de carácter público, que está destartalada es el Metro de Caracas, que como sabemos cuando fue inaugurado parecía el mejor metro del mundo. Hoy sufre múltiples retrasos, fallas de aires acondicionados, fallas de escaleras eléctricas, e incluso hay personas que desde hace años han decidido no volver a utilizar ese servicio. Será la gran interrogante del nuevo gobierno de Edmundo González Urrutia: ¿cómo se podrá restaurar el metro de Caracas? Debería ser competencia de la alcaldía de Caracas o de la gobernación de un nuevo futuro estado Libertador, y del Estado Miranda, pero no deberían ser responsabilidad del gobierno nacional. El metro de Maracaibo tampoco debería ser responsabilidad del gobierno Nacional.
Los alacranes deploran a quienes nos ocupamos de la cobranza del Triunfo de Edmundo González Urrutia, pues hemos abandonado pretensiones presidenciales de quienes tuvieron escasa votación. Incluso nos hemos opuesto a que ellos reconozcan el triunfo de Nicolás Maduro y obstaculicen el de Edmundo González. El formidable acompañamiento internacional ha sido saboteado por los alacranes. A esas personas pronto les llegará la férrea aplicación de la ley Bolívar, por parte de los Estados Unidos. Se les impedirá ingresar a territorio estadounidense. Se les impedirán servicios financieros internacionales ya que no colaboraron con la democracia, sino con el régimen. Tienen como estrategia de lucha acudir con volantes a lugares de pocos recursos, para efectuar una tradicional campaña populista mediante recorridos con mensajes de un próximo gobierno nacional, regional o local que les resolverá sus problemas. Ese tipo de campaña está desfasado. La gente ya no vota por la cantidad de volantes repartidos, pues están más pendientes en un tejido muy bien definido por María Corina Machado como enjambre, que facilite una interconexión entre toda la venezolanidad.
Una vez Edmundo González Urrutia se monte en el coroto, será necesario abocarnos a la reinstitucionalización de la asamblea nacional, la cual en este momento es irrita. Restauración del tribunal supremo de justicia en el exilio se llevará a cabo dentro de las instalaciones ubicadas en la parroquia Altagracia de Caracas, en el final de la avenida Baralt, para que desde ese hermoso edificio puedan sesionar. Está la disyuntiva del Consejo Nacional Electoral, que debería poder nuevos movimientos de derecha como organizaciones con fines políticos, lo cual no había podido ser posible a través de la antigua gestión de Tibisay Lucena. Los registros mercantiles deben ser agilzados: registrar y tener al día toma mucho tiempo, los procedimientos de libros y accionistas todavía deben ser llevado a la supervisión cubana. Mantener una empresa privada en Venezuela es una labor titánica y es posiblemente lo más burocrático que hay en todo el planeta. Consume excesivo tiempo efectuar cualquier trámite de registro mercantil en Venezuela, es costosa la exigencia de contar con tres contadores públicos. Todo eso deberá ser reinstitucionaliado, tal como sugiere Edmundo González Urrutia cuando le preguntan qué ocurrirá con las penas de años que ocurrirán a quienes difunden información fascista, golpista, imperialista o intervencionista.
Esperamos que la ciudadanía venezolana supere este último escollo de la elección de los jueces de paz. Ya veremos si durante los tiempos navideños Diosdado Cabello logra identificar a todos los canales de WhatsApp que difunden información contraria a los intereses de continuidad administrativa, por los cuales pretenden una vez más permanecer en el poder. Ciertamente ellos lograron bajo esa figura de la continuidad administrativa permanecer en el poder en el año 2013, tras los rumores y posterior confirmación de la muerte de Hugo Chávez, pero en esta oportunidad tenemos a los gloriosos ejércitos de la comunidad internacional, junto con las poderosas fuerzas cívicas y ciudadanas de la comunidad nacional, y junto con la grandísima mayoría de los cuerpos de seguridad y fuerzas militares también de la comunidad nacional, en acompañamiento a Edmundo González Urrutia, en su restauración libertadora desde el Oriente del país, gracias a los buenos oficios de las hermanas Repúblicas Cooperativa de Guyana y de Trinidad y Tobago.
Cada vez se torna más factible presenciar un final feliz el 10 de enero de 2025, mediante toma del poder. Otra razón por la cual consideramos que este guion, detallado con tanta certeza, es posible proviene de la certeza que tiene Edmundo González Urrutia, quien habla poco pero ha proporcionado suficiente información para que otros armemos el rompecabezas de lo que ocurrirá. Aún desconocemos cuál será el destino de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Ellos mismos desconocen su destino. Esperemos que Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, en estos días navideños una vez pasen la euforia de la celebración medianamente exitosa de sus fulanos jueces de paz, recapaciten y cooperen con la salida de su régimen, y emprendan una negociación con las nuevas autoridades que fueron electas en elecciones del 28 de julio.
Solicitamos restauración a la normalidad. Como sabemos en cualquier país del mundo cuando un régimen pierde de una elección, como es el caso en los Estados Unidos con Joe Biden y Kamala Harris, se establece un comité de transición con las nuevas autoridades. Ya lo vimos como cuando Biden habló con Donald Trump y le deseó una transición lo más exitosa y graciosa posible. Aún cuando es mucho soñar pudiésemos decir que hay una probabilidad del 0,5% que Nicolás Maduro o Diosdado Cabello a última hora accedan a los términos de esa negociación, y la ciudadanía venezolana sea informada de los diversos movimientos de transición que se están efectuando. Otro ejemplo es lo que está ocurriendo en Siria, que el ministro del interior que tenía el exdictador y asilado en Moscú, dejaría el poder una vez haya un traspaso ordenado a las nuevas autoridades procedentes del movimiento insurgente que recorrió Siria de norte a sur hasta llegar a Damasco. Algo parecido pudiese ocurrir entre Edmundo González Urrutia y el régimen saliente, sí entran en razón y a última hora así lo determinan por su propia seguridad.