Posicionamiento en encuestas para Antonio Ecarri

11.04.2024

En encuesta efectuada el 3 de abril de 2024 con una muestra de 5800 personas, la candidatura de Antonio Ecarri resultó favorecida con el 71 por de las preferencias, seguida de Edmundo González Urrutia con el 20%, Manuel Rosales con el 6%, y Javier Bertucci con el 3%. Este apoyo del 71 por ciento de Antonio Ecarri es sorprendente. Hemos constatado diariamente el crecimiento de la opinión favorable hacia este candidato de la alianza democrática, y quizás cabría preguntarse si no pudo haber un error muestral. Este resultado deberá ser confirmado por encuestas posteriores que tengan a bien efectuar otros analistas, sin embargo esta concentración del voto posible a favor de Antonio Ecarri nos recuerda la situación de las primarias, cuando más del 90% de los participantes de dichas primarias decidieron emprender la aventura de apoyar a la inhabilitada María Corina Machado. Al ser Antonio Ecarri un candidato habilitado, postulado y admitido, de seguir generando concentración de voto a su favor, podría acceder a la presidencia de la República. Al no formar parte de la Mesa de la unidad democrática, los opinadores profesionales con mayor envergadura y trayectoria continúan silenciando su opción.

Los opinadores profesionales más reconocidos continúan asumiendo la posibilidad que Edmundo González Urrutia continúe en contienda, sin embargo la candidatura de Edmundo González Urrutia no inicia. El candidato no efectúa campañas de calle. Su tarjeta está disponible para ser cambiada. El cambio de la candidatura de Edmundo González Urrutia a Manuel Rosales no es viable. El mismo Manuel Rosales ha comentado en una entrevista que él desea ya sea ser candidato de la unidad, o no ser candidato, pero que no desea quedarse con la candidatura de Un Nuevo Tiempo exclusivamente. De modo que a la Mesa de la Unidad Democrática se le está acabando el tiempo, y deberá inscribir a Manuel Rosales o a Antonio Ecarri. Sabemos que las intransigencias chocantes, aquellas personas que siguen suicidamente a la inhabilitación hasta el final, no desean que Manuel Rosales sea candidato presidencial. No desean que Antonio Ecarri sea candidato presidencial. En el 2018 no desearon que Henri Falcón fuera candidato presidencial. Esa gente necesita consuelo y alivio. Necesitan caer en la realidad: no será posible que Edmundo González Urrutia sea presidente de la república porque no desea ser candidato y no desea ser presidente. Ya se hubiera puesto en campaña. No podemos votar por alguien que no desea el puesto. No podemos obligar a Edmundo González Urrutia a ser presidente de la República en contra de su voluntad.

Manuel Rosales ha sido concejal ha sido alcalde ha sido gobernador varias veces ha estado enchufado en la política toda su vida es Claro que ya no tiene más nada que ofrecer no da para más su semblante está cansado y una presidencia de Manuel Rosales de la mud sería Espeluznante porque tendríamos a los acólitos de la señora Machado contra los acólitos de la señora Solórzano contra los acólitos del señor Ramos ayup contra los acólitos del señor Velázquez contra los acólitos de un sector de primero justicia contra los acólitos de otro sector de primero justicia contra los acólitos de varios toletes de voluntad popular y eso sería transmitir a la presidencia de la República las innumerables rencillas y cuitas y desavenencias que existen en toda la mesa de la unidad democrática que se odian se detestan y nunca se ponen de acuerdo ha llegado el momento de decirle a la mud que se aparte o que en su defecto le ceda su tarjeta a Antonio ecarri quien cuenta con un 71 de aprobación en encuestas salir de maduro resultaría sumamente fácil tendríamos que preguntarnos si es que los negocios que efectúan los directivos de la mud estando el régimen dictatorial en el poder son tan jugosos y les proporcionan tanto dinero que ellos prefieren quedarse en la oposición para siempre los venezolanos estamos cansados los venezolanos necesitamos un cambio y si ese cambio no proviene de la mesa de la unidad democrática seremos nosotros mismos los que desenchufar remos a la mesa de la unidad democrática y le daremos la oportunidad a la alianza democrática con su candidato Antonio ecarri

Si ese cambio no proviene de la Mesa de la Unidad Democrática, seremos nosotros mismos los que desenchufaremos a la Mesa de la Unidad democrática y le daremos la oportunidad a la Alianza Democrática con su candidato Antonio Ecarri, a que acceda a la presidencia de la república, y tenga buenas políticas para la educación, para el rescate de la Guayana Esequiba y para la reconciliación entre todos los venezolanos. El tema de la reconciliación es urgente. Hay personas que no se desean reconciliar, desean venganzas y reconcomio,quieren llevar a todo el mundo a la cárcel y vivir inmersos en un odio profundo. Necesitan un certificado de pureza opositora y demostrar que la intransigencia es la que manda. Ese tipo de gente no tiene cabida en un gobierno de inclusión. Es probable que la campaña electoral de Antonio Ecarri tenga que sortear campañas de descrédito generadas por quienes se nutren en el odio, el reconcomio y el resentimiento. Ese tipo de gente deberá ser reconciliado para poder generar unidad nacional. ¿Será posible que la gente se reconcilie en contra de su voluntad? ¿Será posible que los intolerantes comiencen a tolerar? No podemos seguir desperdiciando años y décadas bajo el chantaje de los extremistas, que deploran la concordia y el diálogo. Será necesario seguir identificando a los odiadores de oficio, y comprender que no lograrán aportar nada útil a la reconciliación. No estamos obligados a actuar según los designios de sus pataletas.

Necesitamos una oposición potable que llegue al poder, y que logre reconciliarse con el régimen saliente. Establezcamos una transición en la cual paulatinamente se vayan normalizando las relaciones en el país. Si eso no gusta a los odiadores de oficio, ellos seguirán teniendo la opción de continuar sus vidas en la comunidad internacional, como hasta ahora lo han hecho. Dejen a los venezolanos en Venezuela resolver nuestros problemas en paz, concordia, armonía, hasta que logremos una recomposición del espectro político, en el cual las nuevas dirigencias tomen mayor protagonismo.  Quienes ya no dan para más deberán priorizar otras actividades de carácter privado. Se genera mayor probabilidad de que Edmundo González Urrutia decline su candidatura, y que la Mesa de la Unidad Democrática no logre un acuerdo en su sustitución. Por consiguiente Manuel Rosales también depondría la candidatura por Un Nuevo Tiempo. De ser así se reducirían los candidatos presidenciales de trece a once, y tendríamos que generar nuevas encuestas en las cuales se encontrarían el presidente saliente Nicolás Maduro, Antonio Ecarri, Javier Bertucci, Enrique Márquez, Benjamín Rausseo, Daniel Ceballos y demás candidatos. Éste sería un escenario inédito que pondría en aprietos a la comunidad mediática nacional, que está acostumbrada a seguir la línea que le imponga la MUD.

En el pasado la MUD exigía condiciones, y si las mismas no se cumplían llamaba a la abstención. Aún cuando la señora Machado logre llamar a cierta abstención, y ella tome como un logro personal que Manuel Rosales no inicie campaña, está por verse si en efecto la ciudadanía venezolana se inmolará y se suicidar por amor absoluto a las decisiones estratégicas, cambiantes de la señora Machado. Quizás algunos no se abstengan y se decanten por las candidaturas postuladas, admitidas, que no declinen ni renuncien. En ese escenario tendremos que estar advertidos que el sector más quisquilloso y resentido de la población venezolana, convocará a la abstención y amenazará con emigrar. La comunidad internacional recibirá nuevas cartas de repudio. Se multiplicarán los llamados de las cancillerías extranjeras al régimen venezolano. Incluso llamarán a que no se participe en nuestras elecciones. Desde otro punto de vista es saludable que ello ocurra, porque así disminuyen las opciones y será más fácil elegir la candidatura presidencial más conveniente. Mientras menos candidatos de oposición haya, será más fácil derrotar a Nicolás Maduro, dado a que la concentración del voto opositor encontrará con mayor facilidad un candidato unitario.

Mientras que el oficialismo está harto de la crisis económica, y no está previsto que haya una significativa votación a favor de la continuidad del régimen actual, sino que la gente intentará probar otra opción, pareciera que la Mesa de la Unidad no logrará ningún acuerdo, ya que para la Mesa de la Unidad postular a Manuel Rosales constituiría traición, y decantarse por Enrique Márquez o Antonio Ecarri constituiría cohabitación. Es lamentable haber observado el declive paulatino de la MUD, que llegó a sus máximos históricos en las elecciones de la Asamblea Nacional de 2015, y a través de sucesivos errores ha ido diluyéndose, hasta transformarse en la nada. Sin embargo esta depuración del espectro político venezolano es necesaria, para que nuevas organizaciones emergentes ocupen el lugar que estaba enquistado con la Mesa de la Unidad Democrática, cuyas decisiones generalmente fueron inconvenientes. De llegar alguna candidatura de oposición diferente a la Plataforma Unitaria a la presidencia de la República, es probable que se forme una coalición con las demás candidaturas opositoras en elecciones regionales, locales y de diputados en años venideros. El partido socialista del régimen, cuando se vuelva oposición, tendrá una experiencia similar a la que hubo en el año 2015. Se alberga esperanza que cuando retomemos mayoría en la asamblea nacional, no haya necesidad de incurrir en extremismos.

Imponer el diálogo, la reconciliación y la concertación debe ser una tarea urgente de unidad nacional, con una normativa legal robusta. La intolerancia y la venganza deben ser desechadas y denunciadas, porque la ausencia de criterios divergentes han motivado a la sociedad dividida de hoy, y han motivado emigración. También tendremos la oportunidad de extender nuestros brazos a la comunidad internacional, ya que ahora existen muchos venezolanos que se acostumbraron a vivir en la comunidad internacional y que no necesariamente tienen que regresar a Venezuela, pero pueden expandir los negocios venezolanos en sus nuevos países de destino. La vieja clase política tomará un merecido descanso y tendrá que emprender nuevas actividades en el sector privado. A medida que pasan los días, las probabilidades de recuperación de la MUD como partido político, en capacidad de presentar candidato presidencial disminuye. Se observa un desfile de dirigencias intentando explicar que mágicamente, en el último minuto y de modo improvisado, lograrán unidad y estarán en capacidad de exigir al electorado cumplir una vez más sus desatinadas ocurrencias. Por ejemplo está el caso de Simón calzadilla quien ordena que los demás partidos políticos deben plegarse a la candidatura de Manuel Rosales, para así apoyar no sólo a la tarjeta de la MUD sino a su propia tarjeta individual del MPV.