Políticos desecharán arrogancia, son empleados a nuestro servicio
Los laboratorios que exigen lealtad absoluta hacia malas estrategias ya no hallan cómo evadir el rotundo fracaso de una marcha sin objetivos, a la cual justificadamente la ciudadanía ejerció su derecho a no asistir. Durante años se nos ocultó información acerca de escándalos de corrupción imputables a la oposición, ni se nos aclaró que la ciudadanía es carne de cañón dispuesta a ser asesinada para proporcionar estadísticas y titulares de prensa impactantes, que motiven reacciones por escrito desde la comunidad internacional.
El actual liderazgo político debe desechar la arrogancia y comprender que son empleados a nuestro servicio. Deben obedecernos a nosotros en vez de regañarnos porque no les hacemos caso. Con esa actitud tan soberbia es poco probable que ese aludido liderazgo político venido a menos concrete algo. Afortunadamente seguiremos limpiando el desorden y llegarán novedosas e inéditas alternativas, una vez desenchufemos a los adictos a la tarima, al micrófono y al populismo.
La posición de la secta puede no ser idónea. En caso de sí ser idónea tendrá que ser ejecutada por otro equipo. Esa secta adolece de los mismos vicios sectarios que caracterizan a la política tradicional. Si el objetivo de la secta fue acabar con Guaidó, se nos presenta hoy el nuevo objetivo de acabar con la secta, usando las mismas herramientas de división que esa secta nos enseñó. La militancia de la secta, al margen de la falsedad e hipocresía de su dirigencia que suele expresarse en ambiguo lenguaje diplomático, insistió en deslindarse de Juan Guaidó desde la primera oportunidad disponible.
La secta durante 2019 ha estado muy activa en su campaña contra Guaidó. La sarta de insultos que le han proferido es impactante. La secta intenta destruir todo lo ya existente para montarse ellos con mayor facilidad. La secta no contaba que existimos otras personas fuera de su sectario círculo que también podremos acabarlos a ellos, del mismo modo como ellos buscan acabar con Guaidó.
Respecto a la injerencia extranjera, hubo que invocarla hace meses. Ahora la geopolítica cambió, hay fuertes rumores de que Trump planifica destituir a Bolton en Seguridad Nacional, y que desea apoyar acuerdos con Corea del Norte y con Irán. El momento fugaz de los halcones fue desperdiciado.
Nuestras ideas son apoyadas por la ciudadanía. A través de redes sociales hemos logrado desmovilizar la calle. Incluso la resistencia eligió no participar. Es un momento de júbilo pues estamos logrando bajar los humos de la política tradicional.
Rubén Rivero Capriles
Caracas, Venezuela
Fotografía Enrique Camargo, 40 Grados Bajo el Sol