Orden ejecutiva para producción masiva de energía

El presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva relativa a la energía,, para así lograr que Estados Unidos vuelva a ser un Emporio internacional energético muy importante. En Venezuela nos convendría ser partícipes en esa lucha energética, que tendría Estados Unidos contra el resto del mundo, ya que pudiésemos considerar a Venezuela como el área de influencia geográfica de los Estados Unidos, en donde se encuentran las refinerías que procesan nuestros crudos pesados, motivo por el cual la Chevron está tan interesada en continuar negocios con nuestro país, como lo ha hecho durante cien años. Un famoso empresario de Palm Beach Florida ha logrado posicionar las maravillosas ventajas comparativas del asfalto venezolano, como más importante que las sanciones interpuestas por los opinadores de oficio de la diáspora, que no son deportados y tampoco contribuyen a la economía del país. Ellos desean que la economía de Miami crezca, a expensas de los delincuentes migratorios procedentes de Venezuela. El asfalto venezolano proviene de un crudo pesado muy apetecible, y que es refinado en las refinerías de Citgo en Louisiana y Texas. Está interesado en asociarse con Japón y la India para sus proyectos de desarrollo energético local, y Venezuela a través de Citgo debería estar haciendo lo mismo. 

Si en el poco tiempo que aún nos queda como legítimos propietarios de Citgo pudiésemos voltear la tortilla de la historia, y Estados Unidos en lugar de simplemente ser un mero importador de petróleo venezolano aumentara la probabilidad que nuestra Empresa filial de PDVSA y nuestro mayor activo internacional pueda seguir siendo de nuestra propiedad, tendremos que asegurarnos que cumpla los objetivos de desarrollo energético propuestos por el presidente Trump. Así Venezuela no sería un competidor energético de los Estados Unidos, sino un aliado geográfico el cual además cumple con reciprocidad en la imposición de aranceles. Venezuela no está percibida como un país que se aprovecha injustamente de ventajismo en sus relaciones comerciales con los Estados Unidos, razón por la cual el debate arancelario no nos ha afectado: ni a la República de Venezuela ni a los venezolanos. Es un asunto bilateral exclusivo con países como: Canadá, México, China, Alemania y algunos países de Europa, que insisten en aplicar el impuesto al valor agregado VAT. 

Un vehículo Mercedes Benz importado desde Alemania únicamente pagaba un 2,5 por ciento de arancel, mientras que un vehículo estadounidense para entrar a Alemania u otro país de la Unión Europea debía pagar 10% de arancel. Con la sumatoria del impuesto al valor agregado, el recargo a la factura de ese vehículo americano, ante el bolsillo del consumidor europeo, sería del 20% al 30%. Los Estados Unidos casi siempre han tenido que tolerar que los demás países se aprovechen de su nobleza, y han impuesto aranceles muy bajos, mientras que los productos norteamericanos siempre han tenido aranceles muy altos. Esto se está regularizando, y ahora cada país tendrá que tomar la decisión de reducir sus aranceles o sus impuestos al valor agregado, contra productos originados en Estados Unidos, si desean que Estados Unidos rebaje aranceles a productos de esos países, principalmente de Europa.

Europa ha resultado ser un fiasco. Europa no ha hecho sino chupar dinero de gastos de defensa militares de los Estados Unidos: impone aranceles a productos de Estados Unidos y no proporciona absolutamente nada a cambio. Europa chupa de la teta americana, con la excusa que ellos son el centro cultural de la civilización occidental. Han disfrutado de un trato privilegiado, incluso a expensas de América Latina, que siempre fue el patio trasero olvidado porque Estados Unidos siempre estaba pendiente de Europa en la Segunda Guerra Mundial, y ahora de Ucrania. Intentaron generar una tercera guerra mundial, y afortunadamente gracias al ascenso de Donald Trump ello no ocurrió. La OTAN está desesperada por incrementar el número de guerras, en las cuales puedan recibir ayudas financieras y militares gratuitas, procedentes de los Estados Unidos. Ahora llega Donald Trump y quiere hacer la paz con Rusia, en la cual civilizadamente se repartirán Ucrania y sus riquezas minerales, según un tablero geopolítico que está por esclarecerse en los próximos meses.

El presidente Vladimir Putin ha invitado a Donald Trump y a Xi Jin Ping a Rusia durante el mes de mayo. Entre ellos tres decidirán el futuro del planeta: los demás países que no somos tan importantes como China, Rusia o Estados Unidos nos adaptaremos a las decisiones que las tres importantes potencias decidan sobre nosotros, nuestros destinos, nuestros territorios y nuestros países de pacotilla que se dicen independientes. En la práctica no nos queda más remedio que asociarnos a alguna de las esferas geopolíticas de influencia. A Ucrania no le quedará más remedio que continuar en su estatus de colchón amortiguante, entre la esfera de influencia de Estados Unidos y la esfera de influencia de Rusia. Sería el territorio más alejado de los Estados Unidos, y más cercano de Rusia en lo que respecta a Europa. 

Es importante recordar que Estados Unidos y Rusia comparten fronteras a través de dos islas contiguas, ubicadas en el estrecho de Bering: una de las islas es de soberanía rusa, y la otra isla algo más pequeña está bajo soberanía estadounidense. Existe una línea Internacional limítrofe que coincide con la línea internacional de la fecha, que cruza el estrecho de Bering y se dirige hacia el sur por todo el océano Pacífico. Allí no está permitido el paso civil ya que ambas son zonas militarizadas: tanto del lado ruso como del lado estadounidense. Esa zona fronteriza entre América del Norte y Asia específicamente Siberia es un remanente vivo de la Guerra Fría. No hemos vuelto a escuchar a Vladimir Putin intentando recuperar Alaska, al parecer esa idea finalmente fue desechada. Estados Unidos hará valer bien su tratado de compra del territorio durante el siglo 19. 

Volviendo a la conferencia de Múnich, en la la cual aún no hemos visto a Edmundo González Urrutia: sabemos que está en Alemania, lo cual por cierto llena a los venezolanos de profunda preocupación. A Maduro no lo reciben con honores en el BRICS. A Edmundo no lo reciben con honores en la toma de posesión de Trump, o en la conferencia de seguridad. Esperemos que el día de hoy exista un pronunciamiento formal de Edmundo González Urrutia, como un orador importante ante la comunidad internacional. Vemos que pasan las horas, se desarrolla la conferencia y no observamos la pompa y la algarabía formales, diplomáticas que suelen anteceder importantes discursos de mandatarios de la comunidad internacional. En la pasada Cumbre del BRICS, Nicolás Maduro debió celebrar reuniones de pasillo con quien pudiera fotografiarse. En la toma de posesión de Donald Trump, Edmundo ni siquiera fue visto. Hemos escudriñado toda la prensa internacional, y no hemos logrado nada de interés respecto a Edmundo González Urrutia, sino la vieja información que ya estaba en suelo alemán, como ocurrió durante la visita de Marco Rubio a Panamá: Edmundo González Urrutia había llegado a Panamá con antelación, nadie le prestó atención. Muy posteriormente salieron reportes de prensa que se había reunido de modo privado con Marco Rubio, después que él saliera de la iglesia y antes que él acudiera a su programación diplomática agendada habitual.

Es desesperante que: ni la usurpación, ni la decencia están logrando resultados tangibles a lo largo de la comunidad internacional, luego del derroche y festín de comunicados que deploran el fraude electoral. Posiblemente los venezolanos nos hayamos excedido posicionando el tema durante tantos años. Obviamente hemos pasado de moda. Otras problemáticas más recientes acaparan la novedad. 

Volviendo a la conferencia de Munich de seguridad: el presidente Vance se quejó que Europa no está celebrando la libre expresión. Puso como ejemplos a Inglaterra, donde una persona está orando religiosamente en las cercanías de una clínica de aborto, y la persona fue arrestada y debió pagar miles de libres esterlinas para su defensa. También aludió restricciones a la libertad de expresión en Suecia: país del cual es oriunda Greta Thunberg, quien también fue mencionada por el vicepresidente Vance por las quejas europeas contra Elon Musk. Si los estadounidenses han podido sobrevivir a Greta Thunberg, los europeos deberán sobrevivir a Elon Musk. También fue significativa la reunión entre Volodimir Zelenski y la comitiva entre Vance y Rubio por los Estados Unidos. Pudimos observar en una rueda de prensa que Zelensky lamenta que Estados Unidos no desea que Ucrania regrese a la OTAN. También nos preocupa que Zelenski lleva mucho tiempo en el poder. Había llegado al poder gracias a donaciones del USAid, que están siendo ahora investigadas por haber derrocado al gobierno legítimo anterior que había en Ucrania. Quizás hubiese sido mejor que no hubiere habido tal derrocamiento, porque no hubiese provocado tantas guerras y tantas desavenencias con Rusia, pero no podemos cambiar el pasado. 

Es mucho lo que tendrá que explicar Zelenski, porque es demasiado el dinero que los contribuyentes estadounidenses han enviado a Ucrania. Son demasiados los soldados ucranianos y rusos que han efectuado esa guerra. No podemos seguir permitiendo más muertes. Es necesario que los países se pongan de acuerdo y negocien la paz. Trump no tolerará esa guerra ni un minuto más. De continuar esa guerra, tanto Rusia como Ucrania serán sancionadas. Los despidos masivos en el servicio de impuestos parecen estar surgiendo efecto. Muchos empleados están acogiéndose al retiro voluntario de sus funciones, antes de tener que colaborar activamente con los lineamientos del departamento de Seguridad Nacional, encabezado por Kristi Noem, en donde se solicita que los agentes recolectores de impuestos con capacidades policiales sean migrados, o prestados para el correcto funcionamiento del ICE. Como sabemos, ICE es el departamento encargado de extirpar de suelo estadounidense a cualquier delincuente migratorio que esté ubicado en territorio de los Estados Unidos, sin haber ingresado apropiadamente por un puerto de entrada, amparado por un visado sellado en su pasaporte. 

Aplaudimos la cooperación entre el alcalde demócrata de la ciudad de Nueva York y el zar de las fronteras Tom Honan. Ambos están decididos a limpiar la ciudad de Nueva York de inmigrantes ilegales, que estén cometiendo crímenes. La cooperación entre el alcalde de Nueva York y las autoridades migratorias ha sido tan agradablemente sorpresiva. Incluso un juicio político que se estaba haciendo contra el alcalde de Nueva York ha sido desestimado por el Departamento de Justicia. El alcalde de Nueva York sin embargo pretende relanzarse nuevamente a la reelección por el partido demócrata, lo cual implicará que los republicanos tendrán que elevar su nivel discursivo electoral para los próximos comicios. Este alcalde de Nueva York está resultando tener una buena gestión con el partido demócrata, lo cual es poco frecuente. Las administraciones demócratas suelen ser un mar de corrupción e ideologización espantoso. Sin embargo debe lidiar con un consejo legislativo de la ciudad, infestado de concejales de izquierda parecidos a los concejales del PSUV que tenemos en Venezuela. En Nueva York están ideologizados y no están dispuestos a perder privilegios de Ciudad santuario, en donde se le permite cobijo permanente a los delincuentes migratorios, que suelen ser criminales y sujetos a deportación a Guantánamo.

Escuchamos que en Venezuela las madres del estado Zulia están furiosas porque a sus hijos, que resultaron ser delincuentes migratorios e ingresaron sin visado a través del Darien a los Estados Unidos, están siendo deportados a Guantánamo. Poseen tatuajes similares a las de los pandilleros de El Salvador. Esta situación pudiese ser lamentable en caso que no formen parte del Tren de Aragua. Es necesario que las autoridades de los Estados Unidos extirpen del país a todo aquel que esté asociado con el Tren de Aragua, que como sabemos ha cometido múltiples crímenes en los Estados de Texas, Colorado, Tennessee y Nueva York. Sería preferible que todos los delincuentes migratorios venezolanos sean deportados directamente a Venezuela, por lo cual hacemos un llamado a Richard Grenell y a la usurpación: que agilicen los vuelos de deportación. Ya van más de dos semanas desde que ellos conversaron, y únicamente se han agilizado dos vuelos de repatriación.

Se debe saca a los 600,000 delincuentes migratorios que hacen vida en los Estados Unidos, especialmente a partir de abril, luego que venza su estatus de protección temporal. Varios aviones diarios debieran de ser enviados por la usurpación a aeropuertos de los Estados Unidos, para proceder con las deportaciones de modo ordenado. Entendemos que las dos primeras fueron un ensayo, pero ya es necesario tal como dice Tom Honan de acelerar. Aquí en Venezuela tampoco estamos contentos con la lentitud en la cual se nos está regresando a nuestra población, que fue sacada del país por la propaganda mediática de la Mesa de la Unidad Democrática. Los influenciadores obligaban a la gente a salir de Venezuela para que fueran exitosos. Es necesario que todos nuestros connacionales regresen al país, para que podamos desarrollar las diversas industrias privadas. Hay potencial que pudiésemos desarrollar en territorio patrio, en lugar de andar mendigando ayuda humanitaria que será robada por dirigentes políticos de cuestionable honradez.