No conviene aun anunciar gabinete para Edmundo González Urrutia

23.11.2024

El presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, confirma su llegada a Venezuela para juramentación de presidencia de la República en territorio nacional a tiempo para el 10 de enero de 2025. El presidente electo reitera su presencia en el país para esa fecha, sin proporcionar mayores detalles, pues necesita cuidarse de la comitiva hostil de bienvenida que le tiene preparado el abominable régimen neototalitario, ilegítimo y usurpador. Llegará por otros medios. Es de suponer que muchos detalles de su llegada a Venezuela ya han sido discutidos en reuniones privadas, con los diferentes dignatarios de la Unión Europea con los cuales ha conversado extensamente durante los últimos meses.

 A partir de este momento es importante que la única vocería provenga directamente del presidente electo Edmundo González Urrutia, ya que por el mero hecho de figurar mediáticamente, facilitadores de su campaña electoral en Venezuela o países diferentes a España, expresan a viva voz que no saben cuándo llegará Edmundo, ocasionando así desasosiego, zozobra y una inconveniente sensación de improvisación y comunicaciones contradictorias, entre diversas personalidades que alguna vez cooperaron en una campaña electoral que ya concluyó. Deben dejar al presidente electo libre albedrío para comunicar personalmente lo que estime conveniente cuando estime conveniente.

El comando de campaña de Edmundo González Urrutia no debería tampoco andar difundiendo fotografías de presuntos miembros del gabinete, ya que esto no es la situación del presidente electo Trump quien disfruta de un país donde imperan la ley y el orden. En esos mensajes masivos por redes sociales se observan fotografías proponiendo a personalidades residentes en Venezuela para dirigir ministerios, sin caer en cuenta que dichas personalidades serían un blanco fácil para los esbirros del régimen. Recuérdese que por la puerta giratoria de las cárceles ha salido una cantidad sustancial de presos políticos, y el régimen buscará llenar esos espacios con fichas de cambio lo más pronto posible. Quizás ya sería momento que el comando de campaña electoral, que ya cesó sus funciones, desista de seguir promoviendo estrategias de confrontación inútil, donde los más tontos siempre somos los que terminamos detenidos.

No sigamos atendiendo vocerías diferentes a la palabra del presidente electo Edmundo González Urrutia, quien conversa con dirigentes de la comunidad internacional en secreto, y sólo él conoce su estrategia, como debe ser. La cabeza del gobierno electo es una sola. No pueden ser dos. Un gobierno bicéfalo estaría condenado a múltiples episodios repetitivos de confusión, tal como el acaeció recientemente donde la vocería histórica y legada proporcionaba angustiosas exigencias a la ciudadanía que haga algo. Mientras que el presidente electo es quien tiene la última palabra. Ya nos ha informado a los venezolanos que podemos instalarnos en chinchorros y esperar apaciblemente a que se desarrollen los acontecimientos, sin necesidad de incurrir en actividades que nos puedan ocasionar pérdida de libertades.

El presidente electo González Urrutia también confirmó su disposición a conversar con el secretario de estado electo en Estados Unidos, Marco Rubio. Entre la amplísima agenda que ambos dignatarios tienen pendiente efectuar, se encontraría el espinoso tema de las deportaciones. Como sabemos los Estados Unidos están en una urgente necesidad de deportar a los inmigrantes ilegales que pululan por el territorio americano, y despojan de oportunidades laborales a los nacionales de ese país. La soberanía popular del estadounidense promedio ha votado por la expulsión inmediata de los inmigrantes ilegales, muchos de los cuales ya están asociados con bandas delictivas terroristas como el Tren de Aragua, de procedencia venezolana. Es necesario que el presidente Edmundo González Urrutia, de antemano proponga los mecanismos de facilitación de los acuerdos de deportación masiva, que implementará el gobierno de Donald Trump a partir del 20 de enero, fecha la cual ya tenemos encima los venezolanos. Hemos depositado nuestras energías durante muchos años en una insuficiente dirección política, cuya principal motivación era motivarnos a abandonar el país. Las deportaciones que provendrán desde los Estados Unidos constituirán una excelente oportunidad para reunificar muchas familias que han quedado separadas.

Según el título 8vo del Código de los Estados Unidos, artículo 1324, es un delito albergar inmigrantes ilegales. sí lo recuerda el sar del servicio de inmigración y aduanas Tom Honan, quien advierte a gobernadores y alcaldes de estados y ciudades santuarios que es un delito albergar a inmigrantes ilegales, y pudiesen ellos mismos sufrir las condenas estipuladas por la legislación vigente. Los inmigrantes ilegales aún tienen algunas semanas para comenzar sus preparativos de regularización de estatus migratorio, o de lo contrario serán deportados. En tal sentido es recomendable que el presidente electo Edmundo González Urrutia aboque principalmente sus esfuerzos en negociar con el gobierno de los Estados Unidos, cómo se efectuaría el mecanismo para recibir a los ciudadanos venezolanos que sean masivamente deportados de los Estados Unidos en el corto plazo.

Es importante que el presidente electo Edmundo González Urrutia considere la gravedad y la urgencia de esta situación, que ha sido difundida ampliamente por medios de comunicación de los Estados Unidos, que las máximas autoridades de la usurpación aún no ha sido sacada. Ya están intentando facilitar dichos vuelos de deportación recibiéndolos en Venezuela, y pudiese ocurrir la lamentable situación que aún cuando Edmundo González Urrutia sea reconocido como el presidente electo, y a partir del 10 de enero como el presidente legítimo en ejercicio de Venezuela, los Estados Unidos lleguen a la conclusión que es más fácil salir del estorbo de la inmigración ilegal venezolana con rapidez, a través de la usurpación que ya ha ofrecido recibirlos a todos con los brazos abiertos.

Es indispensable que el presidente electo Edmundo González Urrutia desde ya comience a dirimir con las autoridades electas de los Estados Unidos, todos los procedimientos necesarios para recibir de manera rápida y efectiva a cada uno de los deportados que Estados Unidos masivamente desee reingresar a Venezuela. Durante los próximos meses el tema de la deportación es claramente la razón por la cual Donald Trump ganó la presidencia. Los Estados Unidos están hartos, obstinados y fastidiados de inmigrantes ilegales, recurriendo a todo tipo de servicios, ayudas económicas, subsidios y demás mecanismos violatorios del libre mercado. 

Tenemos al representante Greg Steube, de la Costa del Sol en Florida en donde se encuentra Tampa, quien desea promover restricciones al FEMA lo cual implicaría que ciudadanos extranjeros en libertad condicional, asilados, refugiados o con paroles, deberán ahora ser declarados inelegibles para recibir beneficios FEMA. Los venezolanos hemos sido adoctrinados durante tantos años a solicitar dádivas al estado, a solicitar cajas Clap, a solicitar bonos del carnet de la patria, y a solicitar todo aquello que el gobierno nos pueda proporcionar. Hemos llegado con esas malas costumbres a los Estados Unidos y somos los primeros en solicitar cualquier ayuda disponible en los Estados Unidos. Cuando los ciudadanos de ese país buscan recibir esos beneficios, los mismos ya no están disponibles porque ya han sido vaciados y utilizados por inmigrantes ilegales, bajo bajo la cómplice asistencia de políticos y lobistas adversos a la presidencia electa de Donald Trump.

También se observa en informativos de los Estados Unidos, la posibilidad de declarar la guerra contra Venezuela. De ese modo los militares de los Estados Unidos podrán sin mayores impedimentos legales coadyuvar a la inmediata remoción de los inmigrantes ilegales venezolanos, en acompañamiento a las gestiones auspiciadas por Tom Honan en Ice: Servicio de Aduanas e Inmigración. Las declaraciones de guerra usualmente provienen del Congreso, pero al ser el Senado y la cámara de representantes de mayoría republicana, no se vislumbra una particular oposición a que se efectúen todos los preparativos necesarios, para liberar a los Estados Unidos de una inmigración ilegal que ha sido catalogada como la única fuente de todos los problemas que adolecen en ese país.

El apoyo militar a las deportaciones estaría exclusivamente limitado a la guardia costera y a la guardia nacional, dejando a los demás elementos de los militares de los Estados Unidos libres para otras actividades defensivas u ofensivas en otras regiones del mundo. La situación interna de los Estados Unidos es muy complicada: durante muchos años los Estados Unidos han tenido que recibir a nuestra emigración, mientras nosotros a través de nuestros partidos políticos emitimos diariamente comunicados de auxilio. Hemos colmado la paciencia de la comunidad internacional, que lo que quiere es deshacerse de nosotros.

Es importante aprovechar que por fin Edmundo González Urrutia ha sido declarado presidente electo de Venezuela, y afine espinosos detalles con las autoridades de Estados Unidos, y proceda una vez tome el poder el 10 de enero en territorio venezolano tal como ya nos garantizó, a incentivar el regreso ordenado y lo menos traumático posible de las miles de personas, que serán masivamente deportadas de los Estados Unidos. Una vez las mencionadas emergencias estén en proceso de resolución será el momento oportuno que Edmundo González Urrutia exclusivamente, y no por medio de terceras personas, anuncie su gabinete. Es insoportable que a estas alturas todavía personas no autorizadas anden divulgando nomenclaturas de gabinetes inexistentes, y que no han sido autorizados por el presidente electo por votación popular Edmundo González Urrutia, quien hasta el momento ha demostrado que él solo puede tomar decisiones. Sus movimientos los anuncia a posteriori cuando estima conveniente, sin tener que pedirle permiso a nadie pues lo elegimos para eso.