Matemáticas para Colegio Electoral
Cunden el pánico y las alarmas en la atribulada campaña demócrata de Kamala Harris, quien parece determinada a perder el voto popular. Los demócratas han vociferado en cada ciclo electoral que el sistema americano de colegios electorales es injusto, porque elimina la posibilidad a los ganadores populares que accedan a la presidencia, y se la conceden a quienes ganen colegios electorales diseñados por los racistas y clasistas fundadores de la República, hace muchos siglos. Arguyen que se debería eliminar el colegio electoral. En ese caso es aconsejable recordar a la campaña demócrata que perderán el voto popular, dado que en estados como California y Nueva York que concentran una masa crítica de votantes, la candidatura de Trump también crece aunque no lo suficiente como para voltear el predominante sesgo demócrata, que arroja muchos votos electorales a cada uno de esos estados. En Florida la votación de Trump también será mayor a lo que era costumbre, ya que este estado desde que lo ganó Obama en 2008 cada vez ha ido girando paulatinamente hacia la derecha. En esta oportunidad deseamos ofrecer palabras de aliento y consuelo a la campaña demócrata y sugerirles que aún tienen una oportunidad de llegar a la Casa Blanca.
Sí es posible que Donald Trump gane el voto nacional popular y pierda el voto electoral. Llegaríamos a un escenario en donde los demócratas pudieran llevar a Kamala Harris a la Casa Blanca, con una combinación de colegios electorales de varios estados principalmente en el medio oeste: norte industrial del país, léase Minnesota, Wisconsin, Michigan, y Pennsylvania. Mantendría Virginia y New Hampshire y llegaría a los 270 votos. sin embargo también hay una proyección que en Nebrasca el distrito especial, que en ese estado puede votar diferente al Estado, también votaría por Trump. Entonces quedarían Kamala Harris 269 votos y Donald Trump 269 votos también. En caso de que ninguno de los candidatos obtenga una mayoría, la elección pasaría a la cámara de representantes. Los once votos de Arizona y los seis votos de Nevada parecen asegurados a favor de Donald Trump. Los dieciséis votos de Georgia y los 16 votos de Carolina del Norte también parecen destinados a girar hacia Trump, de modo que el único camino que le queda a Kamala Harris para llegar a la Casa Blanca sería el siguiente:
En la exposición anterior compartíamos que ya Kamala Harris tenía 199 votos seguros. Sumamos 10 votos de Minnesota, serían 209. Sumamos 10 votos de Wisconsin, serían 219 votos electorales para Kamala. Sumamos 15 votos de Michigan y ya Kamala tendría 234. Sumamos 19 votos de Pennsyvania y ya Kamala llegaría a 253 votos. Sumamos 13 votos de Virginia, llega a 266 votos, y sumamos cuatro votos de New hampshire y Kamala llega a los 270 votos: siempre y cuando no pierda el distrito especial de Nebraska que solía votar siempre demócrata, y quizás en esta oportunidad se decante por el republicano y empaten a 269 ambos. El camino descrito parece ser la única oportunidad que aún le queda a Kamala Harris para llegar a la presidencia de los Estados Unidos, sin embargo esto es asumiendo que ninguno de los estados que estamos asignando a los demócratas pase a los republicanos: basta con que la campaña de Donald Trump logre voltear New Hampshire por ejemplo, o New México cuyo caso hay que seguir teniendo pendiente que es el estado con mayor población hispánica o latina en los Estados Unidos.
Como grupo étnico los latinos estamos virando a la derecha en general, ello acortaría el diferencial a favor de los demócratas: tal como está ocurriendo en California Nueva York, y posiblemente Illinois cuya demografía corresponde a la de los demás estados grandes. Allí está Chicago: una urbe gigantesca con enorme población de minorías étnicas, tradicionalmente asociadas al partido demócrata, y una enorme extensión de condados rurales escasamente poblados y alineados con el partido republicano. De modo que sí, desconsolados camaradas del partido demócrata: es posible que Kamala Harris llegue exactamente a 270 votos, con el firme mantenimiento de la pared azul demócrata que solía garantizar elecciones en oportunidades anteriores.
¿Cómo podría Kamala Harris en este momento ganar Pennsyvania y sus 19 votos electorales? Vendría siendo la Joya de la Corona. Recordemos que en Lancaster ya hay casos documentados de fraude electoral. El departamento de Justicia del Estado de Pennsyvania también ha determinado que papeletas que no tengan fecha no podrán ser contadas, lo cual es una oportuna decisión judicial. Se satisfacen las pretensiones republicanas de preservar algún tipo de transparencia para que los votantes republicanos votaran de modo anticipado. Ello ha sido difícil en lugares apartados del oeste de Pennsyvania. Habría que esperar qué tan motivados están para votar el día de las elecciones definitivo, que será el próximo martes tras una larga campaña de denuncias y sospechas de fraude electoral.
Encuestas recientes sugieren que Donald Trump va por encima de Kamala por un punto porcentual en Pennsyvania. En Michigan hay encuestas que favorecen a Kamala, y en Wisconsin Trump va con 1% de ventaja. Ese estado históricamente es reñido y puede votar por cualquiera de ambos bandos. Minnesota sería como New México: un estado que se asume irá por los demócratas, pero los republicanos están ganando terreno. Michigan y Wisconsin son estados en donde la presencia latina no es tan determinante. Los estados del sur tienen más población latina, que es la que más rápidamente se ha venido decantando por Donald Trump, principalmente por la arraigada cultura de respeto a la vida y el repudio a la promoción del aborto, como asesinato serial de niños, que promueven los demócratas interesados en exterminar a la población humana con la agenda 2045.
Un triunfo de Kamala Harris mediante por matemática super ajustada de colegios electorales, dada la certidumbre que será Trump quien sí ganará el voto popular, sumirá a los Estados Unidos en una horrenda crisis política que tardará meses en resolverse, con connatos de guerra civil. Los demócratas se parecen a los chavistas: cuando pierden no quieren reconocer su derrota, no quieren entregar. Es previsible que de ganar Trump el voto popular, lo cual será muy difícil de ocultar, y los demócratas tengan que aferrarse a su única ventana por el corredor de los estados industriales del norte, tendrían que variar totalmente su discurso y defender a los colegios electorales, que durante tantos ciclos abominaron. Pero como el objetivo de los demócratas es llegar, mantenerse y aferrarse en el poder, observaremos un súbito cambio de narrativa en la propaganda demócrata.
Estamos también a la expectativa del mitín que efectuará Donald Trump en Virginia, que también promete reducir la brecha que favorece a los demócratas en ese estado. Hay una pequeña probabilidad inclusive de otorgar sus trece votos electorales a Trump o por lo menos mantener esos trece votos electorales para Kamala pero con una votación abultada, de una minoría significativa a favor de Trump, tal como estamos observando que será el caso en Nueva York, California y Nuevo México. Lo mejor que puede hacer la campaña de Donald Trump es seguir abultado sus simpatías en todos los estados que pueda, para aumentar el voto popular lo máximo posible en todo el país, tal como muy bien lo ha estado haciendo. Esperaremos que las matemáticas que surjan de los colegios electorales resulten siendo fidedignas: proporcionen a Trump algunas victorias, proporcionen a Kamala otras victorias, y será la sumatoria la que en definitiva contundentemente determinará la próxima presidencia de los Estados Unidos. El sistema fue diseñado así y no está previsto que sea modificado.
Siguen apareciendo encuestas y la más fuera de rango es la del diario Des Moines Register, que sorpresivamente coloca a Kamala Harris 3% por encima que Donald Trump, cuando también ayer Emerson sacó otra encuesta en ese mismo estado de Iowa donde Trump le gana a Kamala por 8%. En el texto de Des Moines Register comentan que las mujeres ven el aborto como un asunto sumamente importante, por el cual lucharán más que por la economía o las fronteras. Sin embargo, como en las elecciones siempre pueden haber sorpresas, hemos diseñado este conjunto de escenarios donde colocaremos ahora a Iowa como uno de los nuevos estados pendulares. La elección parece haberse definido a favor de Trump en Nevada, Arizona, Georgia y siguen estando en disputa: Carolina del Norte, Michigan, Ohio y Pennsyvania. Del lado optimista para Trump hay quienes dicen que en New México Trump pudiese ganar debido a la masiva migración de los latinos hacia la derecha, aún cuando voltear Iowa hacia los demócratas o voltear Nuevo México a los republicanos es demasiado difícil. Los colocaremos como nuevos estados péndulo enesta propuesta de escenarios para añadir algo de incertidumbre a las proyecciones de resultado final.
Existen escenarios en los cuales Kamala Harris gana si ella gana Michigan, Pennsylvania, Wisconsin y Nuevo México perdiendo Iowa, o si gana Michigan, Pennsylvania, Wisconsin y Iowa perdiendo Nuevo México. También está el escenario de Kamala ganando Michigan, Pennsylvania, Wisconsin y perdiendo el segundo distrito de Nebraska lo cual llevaría la elección a la cámara de representantes. En todas las demás combinaciones Trump saldría vencedor. Esta guerra de encuestas pareciera tener una motivación política, en la cual la campaña de Kamala está desesperadamente intentando abrir caminos que ya parecen cerrados, especialmente Pennsylvania donde todas las encuestas ahora dan por ganador a Trump, pero lo seguimos manteniendo como un estado oscilante. Siempre existe la posibilidad que Kamala dé un batacazo, ayudada por métodos fraudulentos aprendidos por los Estados Unidos desde sus asesorías del chavismo: como robo de votos, no permitir a las personas votar en ciertos centros electorales a determinadas horas, votos emitidos sin identificación del elector.
Estos escenarios los profundizamos con láminas de qué pasaría si Carolina del Norte se voltea hacia los demócratas, o si Minnesota se voltea hacia los republicanos, para tener un segundo grado de confiabilidad en caso que ocurran dos sorpresas, en lugar de una hacia cualquier dirección. Si no fuera por la tragedia del fenómeno meteorológico Dana en Valencia, España el mundo entero está absolutamente abocado a estas elecciones de los Estados Unidos, ya que en las mismas nos jugamos las repúblicas y nos jugamos la libertad que permiten los sistemas republicanos. Si la tendencia actual favorable a la victoria de Donald Trump se confirma el próximo martes en la noche, o miércoles en la madrugada, podremos sugerir que las heroicas votaciones de Venezuela contra todo pronóstico iniciaron nuevamente una gesta libertaria. Dos siglos después de la emancipación original, el discurso anticomunista de Donald Trump ha caído muy bien en el electorado americano: a menudo Venezuela fue expuesta como un tema de conversación en la campaña electoral: gracias a activistas venezolanos que saben hablar inglés, y que viven en estados diferentes a la Florida.
Una victoria de Donald Trump será considerada por los venezolanos en parte como nuestra victoria. Será posible hablar con mayor franqueza acerca de nuestros deseos por recibir la ansiada intervención multilateral en Venezuela, dado que será un un tema noticioso de las agencias internacionales. A los censores del régimen se les dificultará apresar o silenciar a todo aquel que repita líneas opiniáticas, que alegan necesidad de una intervención en Venezuela. María Corina Machado hace 5 años en 2019 nos recordaba diariamente, con una frase que dejó de usar recientemente: solos no podemos. Revisando la situación de Bolivia, Luis Arce y Evo Morales ahora están enfrentados en una guerra civil entre pandillas, parecida a lo que pudiese ocurrir en cualquier momento entre Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, si se confirman los variopintos rumores que circulan prestigiosos periodistas venezolanos, acerca del recrudecimiento de enemistades entre ellos dos. El resentimiento de Diosdado Cabello por no haber sido el candidato presidencial sería explícito, ya que supuestamente están convencidos que el resultado real de las elecciones hubiese sido más favorable hacia el partido socialista oficial, si se hubiese presentado una candidatura percibida por muchos, inclusive hasta dentro de la oposición, como más eficiente.
Diosdado Cabello ha sido eficiente en su manejo de los medios, en su manejo de las demandas, en su manejo de la represión, y en su manejo de la doctrina totalitaria. Para muchos Diosdado Cabello es el verdadero enemigo a derrotar, no Nicolás Maduro. En todo caso en Bolivia observamos este enfrentamiento de bloqueos de carreteras, por parte de partidarios de Evo Morales, lo cual pareciera estar obligando a la oposición a juntar filas de unidad nacional junto al presidente Arce. Cabría preguntarse si existiría un escenario en Venezuela en el cual Nicolás Maduro desea salir del poder y buscaría aliarse con la oposición. Se lograría una alianza que permita que todos nos podamos deshacer de Diosdado Cabello. La ausencia de noticias similares en Nicaragua nos recuerda que nuestro trabajo libertario y republicano en el continente sigue incompleto. A medida que vayamos liberando países, las fuerzas vencedoras emergentes deberán unificarse para coadyuvar a la liberación de los países faltantes. Necesitamos una seguidilla de cinco victorias la victoria: en Venezuela ya ocurrió en el plano mental, pues los venezolanos hemos logrado deshacernos del yugo castrocomunista a través de una votación masiva, cuya cobranza está siendo efectuada bajo diversos mecanismos.
En este momento el mecanismo principal de la cobranza del Triunfo de Edmundo González Urrutia reposa en la victoria de Donald Trump en los Estados Unidos. Es por ese motivo que en días recientes nuestra atención se ha dirigido exclusivamente a Wisconsin, a Pennsylvania, a Michigan y más recientemente a Iowa. La libertad de todo el continente americano reposa en los votos que emitan habitantes, mayoritariamente de raza blanca, que habitan los estados antes mencionados del centro norte de los Estados Unidos. Recordemos también que hace uno o dos meses el prestigioso foro Madrid, liderado por Santiago Abascal y Javier Milei establecieron como único factor exógeno la victoria de Donald Trump. Todas las demás propuestas del Foro Madrid incluyen acciones que podemos tomar los iberoamericanos en conjunto.
La victoria de Donald Trump es un aliciente necesario: que las mujeres de los Estados Unidos estén inmersas en una vida de vicios y pornografía, que las induce a tener relaciones sexuales incontroladas desde muy tempranas edades para posteriormemente abortar seres humanos desde sus vientres, porque no les da la gana parir, para muchos votantes en los Estados Unidos es considerado un delito. Por consiguiente votan por Donald Trump. No todas las mujeres atentan contra el instinto de supervivencia, ni contra la preservación de la especie. Como ese tema del aborto ha generado numerosos lucros económicos, a los emporios mediáticos que lo han promovido desde hace décadas, aún puede generar algunos dolores de cabeza en las votaciones de algunos estados, como por ejemplo Iowa que de lograr adjudicar sus seis votos electorales a favor de Kamala Harris compensaría los seis votos electorales que probablemente ella perderá en la votación de Nevada, cuyos resultados de boletas emitidas de modo temprano favorecen a Trump. Históricamente las votaciones tempranas daban preferencia y por amplio margen a los demócratas.
Movimientos libertarios agrupan a patriotas de Venezuela, Estados Unidos, Bolivia, Nicaragua y Cuba. Deberían extenderse hacia Colombia, México y Brasil que serán los próximos países a liberar de la amenaza comunista y fraudulenta. Quizás no sea necesario que en cada país exista un liderazgo de una persona específica. Pudiésemos intentar que espacios como el Foro Madrid, el foro Lima y las relaciones interpersonales de los expresidentes del grupo Idea, o las relaciones empresariales de patriotas como Eric Prince o Elon Musk, coadyuven a una nueva unidad latinoamericana, promotora del libre mercado y de la generación de crecimiento económico privado. Aún cuando tenemos esta meta de largo plazo, de liberación del hemisferio occidental, España sigue atrozmente sumida en un dantesco gobierno de Pedro Sánchez. Nuestro foco inmediato es coadyuvar a la victoria de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos. Seguiremos revisando escenarios, aún no podemos cantar victoria aún cuando está cerca.
El escenario máximo para Trump, si gana en 12 estados clave, sería de 345 votos electorales. En 4096 simulaciones (2 elevadas a la 12.ª potencia), la mediana se sitúa en 279 votos electorales. En 2712 escenarios (66%), Trump gana. En 76 escenarios (2%), ambos empataron con 269 votos electorales. Hace apenas tres meses, los venezolanos ejercimos nuestro poder para cambiar, a pesar de todos los obstáculos oficiales. Esperemos que la victoria de Donald Trump en Estados Unidos sea respetada para que el pueblo estadounidense se libre del robo que los venezolanos aún luchamos. Los estadounidenses pueden contar con el apoyo de los venezolanos y otras personas libres en el escenario global si su régimen actual quiere robarles la voz. ¡Viva América y Venezuela libres! CNN expone doble juego de doble discurso de Kamala, publicando diferentes anuncios en diferentes lugares para engañar a los votantes. En Michigan presionando por un alto el fuego en Gaza, mientras que en Pensilvania, todo gira en torno a apoyar a Israel. Dos mensajes, una campaña: ¡mentira tras mentira tras mentira! ¿Cuántas pruebas más necesitamos?
Si Kamala logra voltear todo el corredor industrial del norte, y Trump sólo logra voltear el Segundo Distrito electoral de Nebraska, ambos contendores obtendrían 269 votos electorales. Cámara de Representantes determinaría presidencia de Estados Unidos mediante un voto por estado.

Analistas advierten recurrencia de sesgo en sondeos, penalizado a Trump en 2 ó 3 por ciento. Encuestados favorables a Kamala son más propensos a responder entrevistas. Incertidumbre adicional aumenta a 12 los estados péndulo: NV, AZ, NM, GA, NC, VA, IA, MN, WI, MI, PA, NH

Escenario de máximo alcance para Trump si gana 12 estados péndulo, 345 votos electorales. En 4096 simulaciones (2 elevado a la 12 potencia) mediana se ubica en 279 votos electorales. En 2712 escenarios (66%) gana Trump. En 76 escenarios (2%) ambos empatan a 269 votos electorales.
