Marco Rubio nuevo Secretario de Estado

19.11.2024

Se ha confirmado la designación de Marco Rubio como secretario de estado. Elon Musk será el responsable, junto a ViveK Ramasu Lagi del nuevo departamento de eficiencia gubernamental Doge, donde se planifica reducir los gastos de 6,5 trillones de dólares a un monto significativamente menor. Esto no será música para los oídos de burócratas de carrera, acostumbrados a exigir que el estado les proporcione puestos de trabajo bien remunerados y de escasa productividad. También será eliminado el departamento de Educación Federal. Los aspectos educativos serán manejados exclusivamente por los estados, lo cual tiene mucho sentido porque los padres y representantes tienen mayor acceso a los gobiernos estatales y locales que al Gobierno Federal. El adoctrinamiento federal ideológico tal como hemos visto en Venezuela, con narrativas revolucionarias enajenantes también ocurre en los Estados Unidos con narrativas woke. En su lugar Donald Trump propone un enorme sistema de educación en línea, el cual luce maravilloso, donde todo el conocimiento acumulado por la humanidad con énfasis en la cultura occidental estará disponible de modo gratuito, en línea, lo cual pudiera sustituir a muchas universidades.

La educación en línea tiene más ventaja que la educación presencial en muchísimos aspectos, ya que no se requiere forzar a niños y adolescentes o adultos jóvenes, que no desean estudiar, a acudir a sabotear el proceso de aprendizaje de personas más aplicadas. Los costos de las universidades en los Estados Unidos son absolutamente prohibitivos, y en muchos casos dichas instalaciones únicamente se utilizan para fomentar protestas y tener a los liderazgos estudiantiles en estado de rebeldía y subversión automática. Cada vez se ocupan menos de estudiar y aprender y contribuir con el éxito académico. Además es notorio que un porcentaje superlativo de profesores universitarios están envenenados con la ideología comunista y socialista, la cual transmiten como cáncer terminal a las nuevas generaciones y todo ello debe parar, tanto en Estados Unidos como en Venezuela.

Es muy interesante observar los cambios radicales que Donald Trump efectúa en los Estados Unidos. Siempre se nos había dicho que son países muy diferentes, y observamos con estupor que los problemas son idénticos. Necesitamos exactamente las mismas soluciones en Venezuela que las que desea aplicar Donald Trump en los Estados Unidos. Fueron demasiados años de burocracias estatizadas que dieron un aura de vetusta sabiduría a progresistas letrados de izquierda, quienes se han ganado la vida a costilla del erario público, sin tener idea lo que significa la productividad. La secretaría de estado de Marco Rubio sigue dando de qué hablar. El Triunfo de Donald Trump ha sido posible gracias al activismo de pacifistas en Michigan quienes tienen miedo de que Marco Rubio sea un halcón guerrerista como de latinos en Florida y Puerto Rico u otros lugares de fuerte presencia hispana, quienes sí vemos la necesidad de explicar la intervención e injerencia estadounidense en países de América Latina. En este proceso de intercambio cultural entre las diferentes etnias que nos hemos unido para coadyuvar al éxito de Donald Trump, es importante que los latinos que vemos con buenos ojos a que Marco Rubio promueva la fuerza y la disuasión creíbles como metodologías para deshacernos de dictaduras en Bolivia, Nicaragua, Cuba y Venezuela comprendamos que el electorado de raza blanca aislacionista no desea que sus impuestos sean despilfarrados.

Es momento de reconciliar ambas etnias. Si los latinos no llevamos nuestro mensaje de apoyo a Marco Rubio de manera efectiva, correremos el riesgo que los aislacionistas prefieran persuadir a Trump a denominar a otro personaje. El escalamiento de las guerras en el Medio Oriente y Ucrania ha sido tan gigantesco que el estadounidense promedio, cuyos impuestos han sido despilfarrados en guerras mal administradas, justificadamente tienen el temor que en Latinoamérica ocurra lo mismo. Los abominables ideólogos de la izquierda, que no son tontos, aprovechan esta situación para diseminar una narrativa de guerras horrorosas que ocurrirían en Latinoamérica, y los malvados Estados Unidos osan una vez más incurrir en injerencia extranjera.

Los ciudadanos de países latinoamericanos oprimidos por el comunismo debemos alzar nuestra voz, e informar al mundo y especialmente a la opinión pública de los Estados Unidos, que sí estamos interesados en que ocurra dicha injerencia extranjera. Los canales de televisión informativos de Venezuela están infestados de opinadores que diariamente leen la cartilla del régimen cubano, los cuales se horrorizan de la injerencia extranjera y de la intervención. Esos mismos canales televisivos no permiten que los patriotas, quienes necesitamos el ingreso de una fuerza de intervención, podamos opinar. La realidad es que los opinadores en contra de la intervención necesariamente suministran apoyo a la usurpación, y deberán ser migrados inmediatamente al Gran Polo Patriótico o partido socialista oficial, u algún anexo comunal o castrista, donde puedan a sus anchas proferir consignas contra el imperialismo, contra la liberación de Venezuela, y a favor de mantenerse toda la vida recibiendo tontamente las migajas proporcionadas por un oprobioso régimen tramposo. E

Ese tipo de gente suele preferir que Edmundo González Urrutia no llegue al poder, a pesar de haber ganado las elecciones. Son personas que han efectuado campañas electorales por la mera ilusión de percibir recursos del estado en tarimas, en viáticos y demás actividades de campaña. Ya están buscando enchufarse en elecciones para alcaldes, concejales y diputados, los cuales no tendrán absolutamente ningún chance de definir nada importante para Venezuela, pues en caso de ganar sus victorias serán robadas por el régimen, como siempre ocurre. Mientras tanto Edmundo González Urrutia ha recorrido España, Italia, Alemania y hoy se encuentra en Bélgica con el parlamento europeo. Los contenidos de las conversaciones de Edmundo González Urrutia con la prensa europea pueden seguir manteniéndose privados, mientras esté en territorio europeo ya que ninguna alianza con Europa en este momento es significativa.

Existe un proceso continental en Europa de estupor ante el triunfo electoral de Donald Trump en los Estados Unidos, y los problemas internos de Europa infestada de regímenes socialistas, comunistas, promotores de la inmigración y transculturización musulmana chocan contra la ley y el orden que impondrá Donald Trump en los Estados Unidos. Edmundo González Urrutia tendrá que plegarse a los lineamientos de Donald Trump para poder disfrutar de la injerencia extranjera que proporcionarán las diferentes fuerzas públicas y privadas de los Estados Unidos, en favor de la ansiada intervención en Venezuela. La prueba de fuego del presidente electo Edmundo González Urrutia ocurrirá en lo que pise suelo estadounidense. Esperamos verlo que se pliegue como un completo patriota dispuesto a que las fuerzas de liberación lleguen a extraer al régimen de Nicolás Maduro, el cual no podrá permanecer indefinidamente. Los venezolanos de a pie debemos rebelarnos contra la oposición colaboracionista que nos exige que no hablemos de la intervención.

Una vez Marco Rubio sea ratificado como Secretario de Estado y comience a detallar especificidades acerca de las relaciones de Estados Unidos con su patio trasero, que son América del Sur y el Caribe, los venezolanos dispondremos de una narrativa oficial, para regurgitar al asqueroso régimen como tema de conversación perenne. Para combatir la usurpación es necesario posicionar la narrativa de la intervención por los cuatro vientos, hasta que los desesperados acólitos del régimen estén hartos de sólo escuchar sobre intervención. Todo tiene que girar a raíz de la intervención. Venezuela es un territorio ocupado que hace mucho tiempo ha perdido su independencia. En este momento estamos a merced de mercenarios del régimen comunista cubano, y de los regímenes autoritarios chino, turco, ruso e iraní, quienes sólo están interesados en extraer nuestras riquezas naturales para soportar sus industrias bélicas antioccidentales. De manera que Venezuela no es un país independiente y para volver a ser independiente requerimos la intervención de Occidente, específicamente los Estados Unidos.

Si cualquier opinador de la oposición colaboracionista o del régimen oprobioso no están de acuerdo con el posicionamiento de la intervención, como única salida de Venezuela, será necesario subir el volumen y seguirles restregando la intervención hasta que se harten y no puedan más. Es interesante observar como los patriotas en los Estados Unidos han estado metódicamente destruyendo la narrativa woke de los progresistas. Hasta que se haya logrado desmantelar el partido demócrata, que no ve luz y cuyas facciones pelean entre sí. Eso mismo debemos lograr como pelea entre los chavistas y los colaboracionistas. El desafío más urgente en este momento es establecer puentes y lazos con los aislacionistas y antibelicistas, que tienen reservas acerca de la secretaría de estado de Marco Rubio, para fomentar un intercambio cultural. Ellos comprenderán la necesidad de que América Latina y el Caribe tengan una buena presencia militar estadounidense, que nos blinde de las amenazas de injerencia transcontinental, para mancomunadamente defender a las Américas.

La inmigración ilegal que llega a Estados Unidos es la misma inmigración ilegal que llega a Venezuela. A través del terrorismo de Hezbolá, de Hamás, de Irán, de los espías rusos y demás enemigos de Occidente, el electorado americano diferente a los latinos ve con buenos ojos la designación de Marco Rubio, por su feroz política en contra del régimen comunista chino que compite deslealmente contra Occidente, y posiciona baratijas en inundación de mercados del mundo. Es crucial que los latinos conozcamos esta faceta de Marco Rubio, además de su excelente trabajo en contra de las dictaduras castro comunistas de Iberoamérica. Donald Trump tiene planificado imponer enormes aranceles a productos chinos para compensar la competencia desleal de dichos productos, subsidiados por el régimen comunista chino, que como sabemos no permite a sus ciudadanos tener opiniones políticas y deben calarse elecciones de segundo y tercer grado durante todas sus vidas.

Ojalá los americanos del norte y del sur lleguemos a un momento donde podamos ayudar a los atormentados habitantes del hemisferio oriental, para recurrir a la democracia y expresar sus opiniones políticas, en lugar de ser meros borregos de regímenes armamentistas del eje del mal. Los países de Latinoamérica necesitamos unificarnos para establecer reglas e iniciativas de comercio continental en cada etapa de la cadena de producción, y así además de producir materias los países americanos podamos establecer industrias manufactureras que suplan al mercado de los Estados Unidos y Canadá, con instalaciones que progresivamente serán desincorporadas de la China comunista y objeto de aranceles. También es importante que a nivel político cuidemos esta victoria de Donald Trump y su senado y diputados. 

No permitamos que vuelvan los progresistas woke a contaminarnos con su ideología de género y su nefasto feminismo, que tanto ha destruido los valores familiares y la identidad sexual de los habitantes de los países quienes aún siguen confundidos del significado de la feminidad y la masculinidad. Es repugnante observar como muchas mujeres consideran que su única función es incurrir en relaciones sexuales indiscriminadas, para luego abortar, como si ello fuese un deporte, quienes promueven el asesinato de bebés que son el futuro de la procreación y conservación de la raza humana. Deben ser catalogados como criminales. También es importante que los países latinoamericanos establezcamos un método para recibir de vuelta a los millones de compatriotas que serán deportados de los Estados Unidos, porque ingresaron allí ilegalmente y no tienen derecho a permanecer allí. 

Ha sido un muy mal ejemplo que los Estados Unidos hasta ahora hayan permitido que los latinoamericanos sin papeles se instalen allí, porque eso fomenta el despoblamiento de nuestros países de origen en beneficio de las Industrias de trata y tráfico de personas, tráfico de órganos y demás mafias que deben ser eliminadas. Para ello contamos con el zar de la deportación Tom Homan, quien se encargará que en territorio estadounidense únicamente estén personas autorizadas a residir allí. Todos los demás deberán ser deportados. Es responsabilidad de los países latinoamericanos acoger a sus conciudadanos y mejorar nuestras economías de manera armónica, capitalista y llena de oportunidades, para que quienes hayan sido deportados de Estados Unidos puedan comenzar una nueva vida de crecimiento económico, en nuestras tierras de origen, y una vez se impongan la ley y el orden quienes  deseen emigrar a los Estados Unidos accedan a efectuarlo por los caminos legales de embajada, visa y abogados de inmigración.

Los destinos de América Latina y los Estados Unidos son idénticos. Es necesario que todos nuestros países en el marco fundamental de la OEA Organización de Estados Americanos, tomemos conciencia de nuestros desafíos comunes, en contra del comunismo importado desde China y Rusia. Establezcamos nuestras bases económicas de modo simultáneo. Sin embargo en el caso de Venezuela y Cuba ello aún no es posible, a corto plazo será necesario intensificar sanciones a la industria petrolera mediante eliminación de licencias a Chevron. Es necesario eliminar la colaboración financiera con el régimen de Nicolás Maduro, ya que los fondos obtenidos por las ventas de petróleo son despilfarradoras y no benefician a nuestras sufrida población, cuyo único delito ha sido votar por Edmundo González Urrutia y aspirar por un mejor país. Esperamos las indicaciones de Marco Rubio y Donald Trump para la ordenada y ansiada intervención a Venezuela, así ello sea irritante para colaboracionistas y usurpacion que pululan en la opinión pública venezolana.