Juramentación mediante injerencia e intervención

11.12.2024

Existe una convicción en Edmundo González Urrutia que será juramentado en territorio venezolano, y dicha máxima debe ser respetada y acatada por la totalidad de la oposición venezolana. Si usted no está de acuerdo en que Edmundo González Urrutia deberá ser juramentado en territorio nacional, si usted no coadyuva a que ello ocurra, usted será catalogado como chavista, usurpacionista y saboteador de la voluntad popular que exigió, mediante su voto del 28 de Julio, que Edmundo González Urrutia y no otra persona asumiría la presidencia de la República, constitucionalmente el 10 de enero. La juramentación del presidente electo, como presidente en ejercicio en territorio nacional, es más importante que la convocatoria a elecciones regionales, municipales o de diputados, las cuales serán consideradas como una disputa interna del Gran Polo Patriótico y sus diversos partidos oficiales, edulcorados con alacrán.

No está previsto que la verdadera oposición participe en ningún tipo de elección, pues estamos absolutamente comprometidos con la Cobranza del Triunfo de Edmundo González Urrutia y estamos dispuestos a señalar como traidor a la democracia, como cohabitante, como usurpacionista, y como acólito de la tiranía, a cualquiera que sugiera que Nicolás Maduro pudiese asumir la presidencia de la República a partir del 10 de enero, que es la fecha de expiración de su presidencia. El ejercicio de su poder debe ser inmediatamente desechado. Es necesario que las fuerzas policiales, militares, intelectuales y políticas, representadas en la Asamblea Nacional, en el Tribunal Supremo de Justicia, y en todos los organismos públicos que hacen vida política en el país, comprendan que existirá un cambio en el poder ejecutivo. Los venezolanos no permitiremos la continuidad de la usurpación. El poder de las armas y el poder de la fuerza por métodos terroríficos, pudiesen irse incrementando como el obsceno uso de la ciudadanía de la parroquia 23 de enero, que sigue sometida a colectivos y paramilitares como cuarto anillo de seguridad, y es obligada a seguir cuidando al tercer anillo de seguridad, y al segundo anillo de seguridad, y al primer anillo de seguridad del régimen usurpador de Nicolás Maduro.

Será necesario contrarrestarlos con injerencia, intervención o invasión. Es necesario apoyar injerencia extranjera que coadyuve a una intervención quirúrgica, dado que una invasión tradicional como las que ocurrían en siglos anteriores, o como la que Rusia recientemente pretende efectuar con Ucrania, no parece ser una solución promovida por la comunidad internacional. La comunidad internacional se decantaría por la intervención quirúrgica. Para ello contamos con la organización para liberación de Venezuela, con profundo lobby en Estados Unidos, presidida por la familia Achbar que ofrece un listado de traidores a la democracia. Ellos participaron en las elecciones presidenciales para reconocer la irrita autoproclamación de Nicolás Maduro. Como no obtuvieron suficientes votos, a través del suministro a las autoridades de los Estados Unidos de las personas en Venezuela que no apoyan a la democracia se logrará perfeccionar el sistema de sanciones, de manera de asegurarnos que quienes no cumplan los requisitos democráticos de reconocer a los verdaderos vencedores de las elecciones presidenciales, sean sancionados y excluidos del sistema financiero internacional.

Además de las sanciones económicas también está la solicitud de acompañamiento militar para una extracción quirúrgica. De llegar a ocurrir una toma de posesión fraudulenta de Nicolás Maduro, quien perdió las elecciones, pretende continuar siendo presidente de la república y pretende que su círculo íntimo de narcoterroristas, aliados de Hamas y Hezbolá, aliados de traficantes de droga y minerales extraídos, en condiciones poco convenientes para el incremento patrimonial de los venezolanos y venezolanas, quienes ultimadamente deberíamos disfrutar de nuestras riquezas naturales. Esos usurpadores después del 10 de enero, de continuar en el poder, representarían un estado fallido y la ciudadanía tendría que desconocer en su totalidad a ese régimen ,y no obedecer ninguna autoridad emanada de dicha usurpación. Para que ello sea posible necesariamente requeriremos una intervención. Es importante advertir a las diversas embajadas y consulados que ejercen vida desde la comunidad internacional, y tienen sedes y oficinas en territorio nacional, que de llegar a ser convocados por la usurpación para acompañar la juramentación de la usurpación el 10 de enero, será preferible que no acudan a esa cita y sean expulsados, o simplemente regresen a sus países. Los países de la comunidad internacional a través de sus cancillerías deberían instruir, a sus Embajadores y cónsules dentro de Venezuela, a no acompañar la irrita proclamación de Nicolás Maduro, porque como bien sabemos él perdió las elecciones. Deberá desocupar. Es importante recordar a la comunidad internacional que actúan como cómplices y no debieran enviar diplomáticos a Venezuela.

Habrá bochorno en la Asamblea Nacional el 10 de enero, juramentando a Maduro, como ocurrió recientemente en el Tribunal Supremo de Justicia, donde sin ningún tipo de pruebas ratificaron una servilleta que supuestamente contenía unos resultados electorales no tabulados, a favor de Maduro y en contra de Edmundo. Eso no puede ser permitido por la comunidad internacional. La diplomacia del mundo está muy tenue con los atropellos que ocurren en la embajada del Argentina actualmente en custodia en Brasil se ha violado el espacio aéreo de la República Argentina ya que los cielos de la Embajada Argentina en Caracas han sido sobrevolado por drones de la dictadura y además les han cortado el servicio de agua, luz y transporte de alimentos a los asilados políticos que allí se encuentran, a quienes no se les ha otorgado salvoconductos. Es necesario que la comunidad internacional defienda los tratados, los estatutos de Roma el tratado de Viena sobre el asilo de Caracas y tantos tratados y resoluciones históricas de la diplomacia que recurrentemente son mencionadas en los informativos y nadie les hace caso.

Es necesario un pronunciamiento específico de la cancillería de Brasil respecto a por qué motivo ellos no están protegiendo los intereses de la República Argentina, tales como la sedes de la embajada y los asilados políticos. Si ellos se han comprometido explícitamente a garantizar la inviolabilidad de esa sede diplomática, el presidente electo Edmundo González Urrutia debe lograr condiciones para poder ser juramentado en Caracas el 10 de enero. Según sus últimas declaraciones la probabilidad de que ello ocurra es alta dadas las negociaciones y contactos que ha efectuado en Europa y próximamente efectuará en los Estados Unidos y países de la región latinoamericana durante diciembre. Mientras tanto el régimen luce particularmente interesado en silenciar las voces exigiendo injerencia, intervención o invasión, lo cual nos sugiere que la oposición en Venezuela deberá concentrarse en debatir cuáles serían los diferentes escenarios de injerencia, intervención e invasión.

La injerencia extranjera debe ocurrir diariamente. Exigimos a todos los países de la comunidad internacional redactar comunicados que deploren las vicisitudes padecidas por presos políticos, presos comunes, víctimas de mal manejo económico y todas las tragedias que se les ocurran respecto a Venezuela. Diariamente en las cuentas sociales de sus cancillerías necesitamos muchísima injerencia extranjera. Todos los días serán atormentados Jorge Rodríguez, Diosdado Cabello y Nicolás Maduro. Es una eficaz estrategia. Uno de los objetivos es sacarlos de quicio hasta que cometan algún error. La intervención debería ser debatida con naturalidad y profundidad: por los momentos los dos tipos de intervenciones más probables serían formalmente a través de una coalición de fuerzas armadas de Estados Unidos, y países aliados en América Latina que depongan a Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y los colectivos del 23 de enero, que se creen tan patriotas y que darían sus vidas por no ser invadidos ni intervenidos. Lo único que ellos quieren es la fuerza y el terrorismo. Al pobre 23 de enero lo han sumido en un régimen de terror y poca libertad de pensamiento, donde cualquier movimiento es denunciado al paramilitarismo y donde a pesar de una disminución de la criminalidad existe un proceso de ideologización comunista que deberá ser repelida por las fuerzas del capitalismo una vez logremos la libertad.

La intervención no formal sería la propiciada por Eric Prince, Ya casi Venezuela y demás movimientos afines a la causa de romper las cadenas de la tiranía. Se basa también en la comprensión de las fuerzas policiales y militares. Ya va llegando el momento que procedan a elucubrar cómo será su proceso de transición de apoyo a la dictadura, por apoyo a la democracia. Recordemos que aún cuando el presidente en ejercicio continúa siendo Nicolás Maduro, por algo más de 40 días, a partir del 10 de enero el presidente legítimo será Edmundo González Urrutia. Las fuerzas policiales y las fuerzas militares deberán reconocer a un nuevo comandante en jefe. Las fuerzas de intervención, muchas de las cuales ya están operativas en clandestinidad, deberán recordar a las fuerzas policiales y militares que es necesario que apoyen a la decisión mayoritaria del pueblo venezolano. Cada vez serán menos los que deseen sacrificarse por una narcodictadura que nos ha dejado a todos exhaustos y paupérrimos.

Una vez logremos sacar al régimen habrá el enorme trabajo de reconstrucción nacional, saneamiento de la economía, restauración del poder de compra del bolívar a través de la no emisión de más dinero inorgánico, durante muchísimos meses, de un modo similar a como lo está efectuando Argentina. Será necesario replantear la pertinencia del Ministerio de Educación, que ha estado enseñando antivalores socialistas durante mucho tiempo, y restituir Muchas de sus funciones a los estados. Venezuela necesita recuperar su condición federal. Como habitante de Caracas, me fastidia ir al centro de la ciudad y ver ese montón de edificios gubernamentales, federales, llenos de personas que deben transitar largas distancias desde el interior del país para efectuar cualquier reclamo. Es necesario que los ciudadanos de los diferentes estados puedan efectuar trámites cómodamente desde sus localidades de origen. Es necesario que el gobierno nacional sea más pequeño y los gobiernos estadales y municipales puedan generar más recursos propios y puedan solucionar problemas de su gente más cercana. 

Observaremos también cómo efectuará Elon Musk en los Estados Unidos la reestructuración del Gobierno Federal, ya que plantea reducir gastos en varios trillones de dólares. El departamento de la defensa de los Estados Unidos en particular es uno de los más despilfarradores y pudiese lograr unos ahorros gigantescos. Seguiremos con mucha atención los pormenores de esas reestructuraciones hacia gobiernos más pequeños, para poderlas implementar de modo similar en la República de Venezuela. Consideramos necesaria una Asamblea Constituyente, ya que la actual Constitución presenta serias deficiencias como un periodo presidencial excesivamente largo de seis años; una asamblea nacional unicameral que eliminó el estado Federal de la República de Venezuela quitando senadores, lo cual era un buen contrapeso hacia los diputados. Como sabemos el tribunal supremo de Justicia desde que se promulgó la constitución actual no ha tenido mayor trascendencia, simplemente se ha ocupado de labores correspondientes a un bufete propagandístico del régimen. La fiscalía de la República, la defensoría del pueblo y demás organismos adscritos al gobierno nacional no cumplen las funciones constitucionales, dado que el texto constitucional fue escrito adrede en un lenguaje que ha podido ser interpretado de múltiples maneras.

Necesitamos reestructurar a fondo nuestros deberes y derechos. Somos una sociedad que ha exigido muchos derechos, que no ha querido asumir ningún deber. Eso lo hemos demostrado con las horripilantes historias de muchos de nuestros migrantes en países de la diáspora, quienes están hartos del incumplimiento generalizado de la venezolanidad, hacia la legislación vigente de los distintos países que conforman la comunidad internacional. Nuestra sociedad ha cultivado la mediocridad, la chabacanería, la flojera y el irrespeto al orden. Es cómodo llamar xenófobo al habitante de la comunidad internacional que se siente invadido por los venezolanos, tal como lo estableció el régimen castro comunista, intentando que la brisita bolivariana paseara la espada de Bolívar por la América Latina. Esta situación vergonzosa debe ser erradicada de inmediato. Los infractores de las leyes y del orden requieren un sistema penitenciario que proporcione corrección y oportunidades de regeneración. Hemos observado recientemente como en las cárceles del Salvador, Nayib Bukele ha logrado no sólo reducir la delincuencia, sino algunos de los pandilleros que fueron apresados están cursando estudios profesionales. 

El régimen actual no desea ese tipo de cambios porque necesita a una población venezolana en la más absoluta indigencia y discapacidad intelectual, para poderlos manejar a su antojo. A nivel de las empresas del estado que requieren privatización, se requiere un concurso transparente tanto de la comunidad internacional como de venezolanos inscritos en el carnet de la patria, quienes a través de sus plataformas pudiesen inclusive detentar acciones de empresas públicas como Pdvsa, Venalum, Monómeros (en caso que logremos rescatarlo). De modo similar, como tenemos bonos para gasolina que nunca realmente logramos utilizar, la plataforma del sistema patria pudiese volverse parecida a la plataforma de Binance, donde acumulas diferentes criptomonedas. En la Plataforma Patria podrías acumular acciones de diferentes empresas estatales que vayan a ser privatizadas, y puedas vender y comprar acciones libremente. Ello proporcionaría el valor real de esas empresas, o se pudiese adjudicar un determinado porcentaje de acciones de empresas públicas a venezolanos a través del sistema Patria. El remanente si podría ser vendido a precios más elevados a la comunidad internacional.

Existen tantas formas novedosas de financiar gastos y financiar inversiones. Todo ello lo proporciona la libertad. Cuando existen libertad de pensamiento y libertad de acción, y cuando existe seguridad para que sin coacción puedas ejercer tu libertad, es posible diseñar muchas maneras de hacer crecer la riqueza. Si los venezolanos colectivamente somos dueños de las riquezas de nuestro subsuelo, nosotros deberíamos también ser partícipes en su administración. No podemos seguir otorgándole a un estado totalitario la exclusiva utilización de nuestros recursos mineros y petroleros, al servicio de burocracias estatales que no desean ser privatizadas. Es significativo como una gran cantidad de funcionariado del Estado prefiere la continuidad del régimen de Nicolás Maduro y la actual asamblea nacional, porque están interesados en que se mantengan sus puestos del poder público. Es necesario recordarles que necesitamos un equipo de profesionales expertos en inteligencia artificial, ya que con nuevas tecnologías de inteligencia artificial muchos procedimientos burocráticos que se efectúan en empresas del estado, con características clientelares para proporcionar trabajos ineficientes e inflacionarios de modo parasitario, y en contra del progreso económico de quienes deseen permanecer en el sector privado, a través de la Inteligencia artificial se podrán automatizar. 

Muchas de las labores que efectúa el sector público se pueden consolidar. Será posible despedir a una gran cantidad de funcionarios que aportan poco al producto interno bruto, los cuales por supuesto deberán ser debidamente liquidados para que dispongan de un capital inicial con el cual puedan invertir en empresas propias, u organizarse en empresas privadas con capital mixto y puedan competir con empresas similares, ubicadas a lo largo y ancho de la comunidad internacional. Venezuela requiere cambios excesivos muy profundos. Posiblemente la mentalidad virtuosa choque contra los círculos viciosos a los cuales estamos acostumbrados. Para ello es necesario recordar a quienes aún defienden al comunismo y a la continuidad del régimen actual, que están equivocados y que su culto a la pobreza, a la mediocridad y a la usurpación serán combatidos del modo más contundente posible, hasta que logremos reincorporarnos al concierto de los países civilizados.