Juramentación de Donald Trump
Edmundo González Urrutia se caracteriza por afirmar vehementemente una propuesta, y en la práctica ejecutar algo diferente. En semanas recientes observábamos como Edmundo González Urrutia insistía en la certidumbre de ser juramentado en la ciudad de Caracas, cuando todos sabemos que en la práctica no ha sido juramentado aún en ninguna parte. Por consiguiente no debería ser preocupante que por exigencias heredadas de un comando de campaña que ya cesó en funciones, él siga apoyando la desprestigiada idea de no solicitar intervención militar humanitaria, sino seguir incurriendo en convocatorias de marchas y guarimbas para el posicionamiento de figuras, como sería el caso de Juan Pablo Guanipa y María Corina Machado. Ellos insisten en boicotear los esfuerzos que efectúan Iván Simonovis, Leopoldo López, Iván Duque y Álvaro Uribe para proponer una intervención militar humanitaria en Venezuela, que haga absolutamente innecesaria la convocatoria de marchas, lo cual dejará desempleados a los vendedores de humo.
Merece especial atención el caso de la periodista Patricia Poleo, quien se muestra iracunda por la presencia de Juan Guaidó y Leopoldo López en las diversas actividades que efectúa Edmundo González Urrutia en la comunidad internacional. Juan Guaidó ha tenido acceso a los pasillos del Congreso de los Estados Unidos, durante la nominación de Marco Rubio como secretario de estado, y ha sido entrevistado por importantes cadenas noticiosas como NTN 24, lo cual ridiculiza Patricia Poleo quien piensa que su podcast es el más importante del mundo, y todo lo demás no. En efecto Juan Guaidó continúa efectuando un estupendo trabajo en el país más importante de la comunidad internacional, que son los Estados Unidos, ya que es el país que puede activar definitivamente la intervención militar humanitaria. Sin embargo Juan Pablo Guanipa y María Corina Machado insisten en marchas peligrosas, que generan presos políticos, torturados y espeluznantes motivos de historietas macabras para Diosdado Cabello, como ocurrió con el motorizado Roami quien ha sido víctima de un show mediático, inútil e inconveniente para la continuidad metódica y planificada de la intervención militar humanitaria que estamos promoviendo.
Edmundo González Urrutia acudirá a la toma de posesión de Donald Trump en gran medida gracias a los esfuerzos diplomáticos efectuados por Juan Guaidó, Miguel Pizarro, David Smolansky y demás luminarias de la Asamblea Nacional del 2015, y la Mesa de la Unidad democrática. Ésos siempre fueron los partidos que apoyaron a la tarjeta de la MUD. Recordemos que en el año 2017 María Corina Machado sacó a Vente de la Mesa de la Unidad Democrática, luego de haber incluso ganado diputados con esa tarjeta. Algunos años después logró participar en en las primarias, organizadas por la Mesa de la Unidad Democrática, y utilizó la estrategia de destruir metódicamente a los liderazgos de Acción Democrática, los de Primero Justicia, los de Un Nuevo Tiempo, los de Voluntad Popular, los de la Causa R, los del Encuentro Ciudadano y los del MPV.
Toda la militancia de partidos se fue quedando sin liderazgo y tuvieron que acoplarse a las órdenes e instrucciones de María Corina Machado. No es casual que los diversos partidos políticos han desplegado fichas importantes en países de la comunidad internacional. Los casos más llamativos serían Antonio Ledezma, Juan Guaidó, Leopoldo López y Richard Blanco, mientras que Vente Venezuela a imagen y semejanza del Movimiento Quinta República, ha posicionado en María Corina Machado un liderazgo único, virginal en el cual ella es la única y los demás no sirven. Por ende absolutamente nadie en Venezuela ha podido surgir. Esto ha sido una fábrica de presos políticos, los cuales en muchas oportunidades tendrán que ser liberados gracias a la amable y gentil participación de Henry Ramos Allup, o aún peor: gracias a algún Alacrán que tenga acceso a liberaciones.
Esperemos que cese la convocatoria a marchas y protestas, en donde se nos miente que van a enviar a abuelas y niños cuando en realidad lo que les interesa es que suministremos carne de cañón para enchufar a dirigencias resguardadas, quieren tomar Miraflores y llegar al poder sin ningún tipo de apoyo militar. Afortunadamente la opinión pública ya se está dando cuenta y está llegando el momento en que insten al presidente electo Edmundo González Urrutia separarse del entorno de María Corina Machado, que lo único que hace es convocar marchas, y se asocie más al entorno de Leopoldo López, Iván Simonovis, Iván Duque y Álvaro Uribe quienes son los que proponen la intervención militar. Para ello será necesaria la juramentación del cargo de presidente Donald Trump en Washington, a donde también han acudido como invitados Giorgia Meloni de Italia, Benjamín Netanyahu de Israel, Javier Milei de Argentina, Daniel Noboa del Ecuador, Nayib Bukele de El Salvador, y el presidente de Hungría.
Edmundo González Urrutia, a quien muchos acusan de progresista y liberal de izquierda, y a quien pretenden posicionar como un títere de la señora María Corina Machado, tiene ahora el compromiso de acoplarse de manera perfecta al entorno del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. ¿Edmundo González Urrutia realmente quiere liberar a Venezuela? realmente es una incógnita: nosotros no sabemos qué es lo que quiere Edmundo González Urrutia, él es especialista en hablar con un lenguaje diplomático muy decente, y por los momentos tiene poca credibilidad porque ofrece juramentarse en una fecha y lugar y ni siquiera se juramenta. Entonces no sabemos si está mintiendo o es su estrategia de irse amoldando a las circunstancias. En este caso nos conviene que se amolde las circunstancias y la circunstancia es que toda la narrativa que le han enseñado María Corina Machado y su entorno no sirven, deben ser desechadas y cambiadas. Él debe rápidamente amoldarse a las narrativas que les ofrezcan los presidentes que compartirán con él durante la juramentación de Donald Trump.
Sabemos que Argentina tiene una interesante fuerza militar, sabemos que Italia ha estado pendiente del caso Venezuela en un modo más enfático que los blandengues gobiernos de izquierda del resto de Europa, y conocemos la estupenda artillería militar que dispone Israel bajo el mando de Benjamín Netanyahu, donde lograron erradicar el terrorismo de Hamás y Hezbolá. Hoy en día Israel disfruta de una mayor paz en el Medio Oriente: los valores occidentales se imponen en un mundo hasta hace poco invadido por la barbarie fundamentalista islámica. Es ese tipo de apoyos que necesitamos, Edmundo González Urrutia tiene que establecer alianzas para la liberación de Venezuela. Es necesario que luego que Edmundo González Urrutia se reúna con los presidentes de los países importantes, dentro de una o dos semanas pueda decidir que en efecto la intervención militar humanitaria es pertinente, y como buen diplomático el presidente Edmundo González Urrrutia encontrará una forma de zafarse del compromiso de mantener la absurda declaración recién emitida en Costa Rica, de que no habría intervención militar humanitaria.
Es clarísimo que convocatorias a marchas y guarimba como pretenden Juan Pablo Guanipa y María Corina Machado no nos llevarán a nada nunca. No estamos en el negocio de generar presos políticos nuevos, cuando ni siquiera hemos logrado sacar de las mázmorras a quienes ya son presos políticos. Es necesario sacar al entorno de María Corina Machado del juego político y concentrarnos en el entorno de Leopoldo López y Antonio Ledezma que lo están haciendo mejor. Ya Edmundo González Urrutia tendrá oportunidad de ratificar o cambiar de opinión. lo que le parezca, pues es nuestro presidente electo y depositario de las voluntades de las personas que han elegido a la MUD o Mesa de la Unidad Democrática como la tarjeta electoral de su preferencia.
Recordemos que la MUD ha presentado candidaturas presidenciales para Henrique Capriles, no presentó candidatura para el 2018 lo cual motivó al cese de la usurpación propuesta por Juan Guaidó en 2019, y ahora logró el éxito electoral con Edmundo González Urrutia. El resto de las personalidades deben acoplarse a sus designios y entorno, como les parezca conveniente. Una intervención militar internacional es pertinente en Venezuela, ya que como reconocen tanto Edmundo González Urrutia como Marco Rubio en declaraciones casi idénticas, en Venezuela estamos infestados de una presencia iraní, rusa y china que desmotivan cualquier intento democrático por restaurar una libertad de corte occidental, como la que estábamos acostumbrados hace pocas décadas. No será posible zafarnos de esa invasión extracontinental a menos que apliquemos la fuerza militar internacional, ya que para lograr una reconciliación primero necesitaremos la erradicación del invasor. El Invasor es el armamento ruso, chino, cubano e iraní que usan a Venezuela mediante la usurpación de Nicolás Maduro y sus militares corruptos, para doblegar a todo un país.
Necesitamos una salida de corte militar propiciada por los actores más competentes en la comunidad internacional, entre los cuales destacan precisamente Italia, Israel, El Salvador, Argentina y los Estados Unidos de América, quienes tienen métodos probados para neutralizar a las usurpaciones y elementos nocivos para la paz y desarrollo capitalista interno de Venezuela. Existen algunos críticos que alertan que en caso de efectuarse una intervención militar en Venezuela, las capitales de América Latina estarán infestadas de protestas violentas y quemas de edificios públicos, ya que la izquierda latinoamericana es experta en la generación de protestas violentas, proporcionando un éxtasis mediático al zurdismo de la comunidad internacional.
Quienes efectúen daños a la propiedad pública o privada serán catalogados como terroristas y puestos a disposición de la justicia, en los países más contundentes respecto a promoción del derecho y el orden, los cuales son a su vez quienes dictan la pauta al resto de la comunidad internacional. Venezuela Aún se debate entre convocatorias a marchas y la llegada del ejército liberador multilateral de intervención militar humanitaria. El camino de la intervención militar humanitaria gana adeptos, no ha sido probado antes, mientras que tenemos una larga historia de fracasos, muertes y presos políticos cada vez que se ha convocado una marcha. Los Defensores de la marcha y la protesta alegan que la comunidad internacional debería enterarse de las vicisitudes que hay en Venezuela, lo cual ya no es necesario.
El tema de Venezuela ya está fastidioso y únicamente 14 países de la OEA han aprobado cartas de repudio en contra de la usurpación del régimen en Venezuela, mientras 20 países de la OEA que constituyen la mayoría han desestimado el tema de Venezuela, y han suplicado que por favor la OEA se ocupe de otro tipo de necesidades más urgentes o imperiosas en otros países. Hemos agotado la súplica a la comunidad internacional para que emita comunicados de repudio. Hemos agotado las marchas. Hemos agotado las protestas y hemos agotado los liderazgos que proponen tan caducos métodos de lucha. Ahora coresponde confiar en la experiencia política de zorros viejos experimentados, como Leopoldo López, Juan Guaidó, Iván Duque y Álvaro Uribe, quienes súbitamente han ingresado en el vagón de la intervención multilateral a pesar que antes no lo hacían.
Ellos son inteligentes y saben que en esta oportunidad esa es la ruta adecuada, no seguirán desperdiciando su valioso tiempo en promover marchas como lo hicieron antes. Edmundo González Urrutia tiene ahora la histórica decisión de meditar, en estos días de juramentación de Donald Trump, cómo pudiera ser el destino de Venezuela en sus manos. Esperemos que logre zafarse de las narrativas de campaña electoral que ya cesaron. Ya los temas alusivos a su juramentación como presidente electo y en ejercicio han sido superados. Ahora corresponde articular junto con la comunidad internacional que realmente esté deseosa de apoyarnos, como ingresar militarmente a Venezuela, para que por medio del uso de la fuerza legítima logremos derrocar a la usurpación.