Intervención para no consumar usurpación
Cambian los candidatos, cambian las circunstancias, pero siempre se mantiene intacta la polarización. En esta oportunidad los bandos a competir serían los adherentes a la intervención, y su negación que engloba a todo aquel que endose, voluntaria o involuntariamente, a la usurpación. El mantra de Juan Guaidó resultó cumplirse en orden inverso: primero hubo elecciones que resultaron libres, pues la gente votó con libertad por Edmundo Gonzalez Urrutia. Luego vendría el gobierno de transición, el cual insistimos debe ser nombrado de modo inmediato por Edmundo González Urrutia desde el exilio, y por último vendrá el Cese de la Usurpación, el cual probablemente ocurrirá con algún tipo de intervención ya que Diosdado Cabello, quien es la persona que detenta el poder fáctico en Venezuela, ha reiterado hasta la saciedad que no acudirá a diálogos con Edmundo González Urrutia. Por consiguiente el cese de la usurpación requerirá necesariamente intervención.
La polarización se agudiza en la campaña presidencial de los Estados Unidos, donde la candidata Kamala Harris de ser electa no apoyará desde Estados Unidos una intervención en Venezuela. Ello facilitará los deseos de Diosdado Cabello de únicamente recibir sanciones, que además le darán cierto piso político para vociferar contra el imperialismo, mientras cómodamente consuma la usurpación. Durante los próximos días quienes buscamos el cese de la usurpación, y por consiguiente nos adherimos a las banderas, colores y consignas de la intervención, haremos campaña por la presidencia de Donald Trump en los Estados Unidos. Si llega a perder Donald Trump es probable que el Imperio del Norte sucumba, ante un horrendo comunismo con infiltración de inmigración ilegal violenta, que destruirá los cimientos de la verdadera y tradicional cultura americana. Es significativo que la población negra y latina paulatinamente abandonan su militancia por el partido demócrata, y abrazan la causa libertaria apersonada por Donald Trump, quien desea hacer América grande otra vez, quien ha apoyado que Argentina sea grande otra vez, y quien esperamos que ayude mediante la intervención a hacer Venezuela grande otra vez.
Donald Trump tiene experiencia en procesos de intervención para Venezuela. Durante 2019 la ciudadanía venezolana acudió a la plaza Alfredo Sadel de las Mercedes, para exigir al entonces presidente interino Juan Guaidó, la aplicación del TIAR por parte de la OEA: Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca. También se exigió solicitar el R2P Responsibility to Protect a la Organización de Naciones Unidas. El presidente interino Juan Guaidó no atendió al llamado que le hicimos quienes acudimos a solicitar intervención, alegando que no tenía potestad de solicitar entrega de pizza. Los promotores de dicha solicitud regresamos resignados a nuestros hogares, con la desazón que probablemente pasarían largos años adicionales de oprobio puesto. Desde hace mucho tiempo se ha sabido que este régimen violatorio de derechos humanos sólo podrá salir cuando exista máxima presión, elevados costos de permanencia, y bajos costos de salida. Para restablecer la estrategia de solicitud de Tiar y R2P hace falta esperar que Donald Trump asuma la Casa Blanca, y Edmundo González Urrutia a partir del 10 de enero asuma la presidencia de la República e inicie su periodo constitucional. Durante las próximas semanas, es importante que la ciudadanía deseche formalmente una reanudación electoral extemporánea, y nos concentremos en afinar nuestra cohesión, acerca de la conveniencia de abrazar el mecanismo de intervención internacional.
El antiguo mantra permanece con orden invertido, ya hemos superado las elecciones libres en las cuales resultó vencedor nuestro candidato Edmundo González Urrutia, quien a partir del diez de enero tendrá plena potestad y facultad para solicitar activación del TIAR y el R2P. También se está avanzando en la conformación de un gobierno de transición, que será nombrado por Edmundo González Urrutia. Próximamente esperamos anuncios sobre los integrantes de un nuevo gabinete virtuoso, que enmiende los múltiples errores heredados de la Administración Usurpadora anterior. El cese de la usurpación siempre fue el objetivo más esquivo. Pudiese finalmente ocurrir mediante una alianza entre Edmundo González Urrutia y Donald Trump, que aglutinan a la comunidad internacional a proporcionar recursos financieros, diplomáticos y militares, en conjunción con los ejércitos privados comandados por Eric Prince. Esa magnífica coalición internacional procederá a extirpar en territorio venezolano a quienes pretenden usurpar indefinidamente el poder, el Imperio de la ley y el orden. Ha sufrido bajas recientes y en Venezuela se asume como viveza criolla incumplir las leyes para beneficios personales, en detrimento del ejercicio de los derechos de las demás personas.
Dicho desorden también lo observamos en Estados Unidos, y por ello gana popularidad la candidatura de Donald Trump. Las elecciones estadounidenses parecen encaminadas a una cómoda victoria de Donald Trump por encima de los 310 votos en colegios electorales, siendo el mínimo requerido 270. Se espera que entre los estados más disputados se decanten por Trump: Wisconsin, Michigan, Pennsylvania, North Carolina, Georgia, Arizona y Nevada, mientras que Minnesota aún cuando se espera que permanezca demócrata como de costumbre también dé la sorpresa y a última hora se decante por Donald Trump.
La campaña de Kamala Harris ha sido monotemática, en defensa de las pretensiones de las mujeres de abortar y asesinar a fetos y niños recién nacidos. Ofrece continuidad de una atroz guerra en el Medio Oriente, a la cual sólo se suministran armamentos sin ningún tipo de inteligencia diplomática, militar o estratégica que permita coadyuvar soluciones permanentes entre las partes. Para Venezuela se percibe un olvido total. No bastan cartas de reconocimiento al liderazgo de María Corina Machado por el mero hecho de compartir ambas el sexo femenino: hacen falta políticas hacia Venezuela más sustanciosas. Afortunadamente tanto Kamala Harris como Nicolás Maduro pronto serán fantasmas del pasado. Entre Donald Trump y Edmundo González Urrutia, durante 2025 podrán conjuntamente efectuar estrategias de intervención que permitan cesar la usurpación.
Según simulación, Trump supera ampliamente a Kamala en colegios electorales (312-226), escenario no visto desde 1988. Pánico demócrata, dulce espera republicana. Algunos (no todos) estados que aun pudiesen decantarse por Kamala: NV, AZ, GA, NC, PA, MI, WI https://www.270towin.com/maps/consensus-2024-presidential-election-forecast

Ñapa: MN pudiese dar batacazo con Trump. Hillary allí ganó en 2016 por escaso margen. Quedaríamos en 322-216. Se reta a cualquier demócrata a suministrar mapa donde Kamala logre más de 270 votos. Esta elección está cantada a favor de patriotas de la Patria América Grande Otra Vez

Kamala anoche fue abucheada en sus propios mítines de campaña, luego de bailar con Beyoncé en pleno conflicto del Medio Oriente. Trump luego de podcast de tres horas fue a un lleno en Michigan. De ganar también Virginia, diferencia patriota se ampliaría 335-203. Ni los medios endosan a quien dejó de ser favorita.

Edmundo González Urrutia aun es presidente electo. Es necesario que durante estos meses finales de 2024 continúe acumulando apoyos. Son necesarios acuciosos preparativos para intervención, según anhelo de millones de venezolanos quienes sufragaron por él. Edmundo González Urrutia será juramentado como presidente constitucional el 10 de enero 2024. A partir de entonces tendrá potestad para solicitar TIAR a la OEA y R2P a la ONU. La comunidad internacional legítimamente usará la fuerza para extraer usurpación de Venezuela. Actual CNE forma parte de la usurpación a ser extraída. Se requiere convocar nueva Asamblea Nacional Constituyente que restablezca cimientos constitucionales del estado. Detalles de esta propuesta constituyente están disponibles en publicaciones de César Pérez Vivas.