Ilegitimidad en Ucrania no satisface a Trump

21.02.2025

Volodimir Zelensky ha sugerido que Donald Trump es víctima de la desinformación, a lo cual inmediatamente el presidente de Estados Unidos ha declarado que Zelensky es un comediante de segunda categoría, que ha resultado ser asesino y ladrón, cuando supuestamente ellos eran aliados en la Guerra de Ucrania. Trump alega que Zelenski es asesino, porque ha permitido la matazón de más de un millón de soldados rusos y ucranianos, en una guerra que sabía que iba a perder. Además lo llama ladrón, porque aproximadamente la mitad del medio trillón de dólares que otorgó Estados Unidos a Ucrania, en calidad de préstamo pero que Ucrania o Zelenski suponían que era de regalo, han sido tergiversados. Nadie sabe a dónde llegaron esas armas y esos dineros. Todo se ha vuelto un mercado negro horroroso, con implicaciones en las finanzas oscuras del resto de la comunidad internacional. ç

Volodomir Zelenski hasta hace poco era un héroe. Las mujeres del planeta decían que era hermoso. Recibía aplausos, loas, vítores, invitaciones para hablar, y donaciones importantes de dinero. La bandera de Ucrania era enarbolada en todo el planeta y todo fue un engaño. Hemos sido nuevamente estafados por un dictadorzuelo ilegítimo, que no ha convocado elecciones, y cuyo nivel de aprobación es de apenas el 4%. La alternativa por supuesto es un Vladimir Putin quien es muy bien visto por Donald Trump. Recordemos que Estados Unidos y la Unión Soviética, que era la precursora de lo que hoy es Rusia, se unificaron hace ochenta años para derrocar a Adolfo Hitler del partido nazi. Ochenta años después se repite la historia, ya que Estados Unidos y Rusia se unen para derrocar a Zelenski, a quien ya no le quedan muchas opciones. El resto de Europa ahora está acusada de apoyar al neonazismo de Azov y el resto de Ucrania.

Ucrania está tan horrenda como Gaza: ambas absolutamente destruidas y requieren los servicios de limpieza de Donald Trump para volver a ser reconstruidas. Hay negocios petroleros indispensables por lograr: el gas que proviene de Rusia podrá pasar a través de Ucrania, gracias a las mejoras que implementarán los americanos una vez tomen el control de la parte de Ucrania, que logren negociar junto con Putin. Ya sabemos que el este de Ucrania y Crimea definitivamente ya son territorio ruso. No hay más nada que hacer: por culpa de Zelensky y su guerra, y por culpa de la Unión Europea que nunca quiso trabajar, sino que se mantuvieron sometidos a los Estados Unidos y sólo recurren al endeudamiento. Estados Unidos está interesado en lograr una paz rápida, ya que en cualquiera de los países de Europa se pudieran copiar su plan. Pudieran también hacer las paces con Rusia y decir que la guerra de Ucrania fue un error. Al estar el resto de Europa más cerca de Ucrania que los Estados Unidos, que como muy bien dice Trump hay un océano de por medio, bastaría un pequeño cambio de enfoque en cualquiera de los países europeos. Así se quitaría el protagonismo recién ganado de Estados Unidos, quien disfruta de la Mesa con Vladimir Putin. Todos aquellos que no han sido convidados a la mesa es porque forman parte del menú comestible.

Se van a comer a Europa y se van a comer a Zelenski. Esto ya está sentenciado. No hay absolutamente más nada que hacer. La tercera esfera de influencia remanente es China. Está de descanso esperando poner sus garras en los despojos que queden de Europa. Emmanuel Macron ha convocado una segunda reunión en París: con Canadá, con Estonia, Lituania y Letonia y demás países europeos que no habían formado parte de la primera reunión del pasado lunes. Macron está absolutamente desesperado por lograr que Francia obtenga un protagonismo que jamás ha tenido. Francia siempre intenta contraponer a Europa contra los Estados Unidos, pero tampoco le gusta aliarse con Rusia. Dicen que son independientes y ahora están absolutamente fuera de lugar, ya que Estados Unidos y Rusia se han aliado a espaldas de Francia. 

Observaremos con beneplácito como Europa finalmente ha sido destronada, y como la doctrina Monroe inclusive con el apoyo de personajillos como Nicolás Maduro y demás dictadores, estarán alineados con Trump, en esa necesidad americanizadora libre de injerencia europea. Tenemos también a la esfera de influencia rusa, en amalgama con la esfera de influencia americana a nuestra entera disposición. Sólo quedará pendiente, una vez sean derrocados Zelenski y su régimen, reanudar las conversaciones con Ucrania. Es obvio que ni Vladimir Putin ni Donald Trump se reunirán con Zelensky, y más bien van a por su cabeza cuando se logre conformar un nuevo régimen en Ucrania. Para ello se organizarán elecciones libres. Si no son libres, se buscará una narrativa adecuada para que parezcan libres, y puedan ser vendidas como libres ante: la comunidad internacional, organismos de derechos humanos y demás actores de segunda que sólo cuentan con cierto poder opinático, pero ninguna relevancia geopolítica.

Se conformará un nuevo gobierno en la Ucrania administrada por los Estados Unidos. Las nuevas repúblicas que provenían del este de Ucrania, y que ahora están bajo soberanía rusa, podrán formalmente disfrutar de los beneficios que otorga ser parte de la esfera de influencia Rusia junto con su imperio, al cual también pertenecen Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y partes de África. Todo eso quedará en negociaciones con los Estados Unidos, ya que planifican hacer un emporio petrolero gigantesco, al cual Arabia Saudita también se quiere sumar. Por eso los países ´árabes están tan interesados en siempre ser huéspedes, y anfitriones de dichas Cumbres. Lo están logrando. 

Observaremos con lujo de detalles cómo quedará la nueva conformación geopolítica internacional en el nuevo centro de las Naciones Unidas que será la nueva franja de Gaza, limpiada de las impurezas dejadas por siglos de guerras inútiles. Observaremos los lotes de terrenos de Rusia, los lotes de terreno de Estados Unidos posiblemente seran los más grandes y mejores, el lote de terreno para los Emiratos Árabes, los lotes de terreno para Arabia Saudita. Todos los países le añadirán un reflejo de: lujo, personalidad, caché y multiculturalismo a la nueva feria mundial permanente, en que se convertirá Gaza una vez sean deportados sus habitantes actuales, a lugares donde puedan tener casas hermosas, y mejores que las edificaciones en ruinas en las cuales solían vivir. Bajo instrucción de la autoridad Palestina, no se les permitía emigrar. 

Mientras tanto Emmanuel Macron y Volodimir Zelenski andan alocadamente haciendo llamadas telefónicas alrededor del mundo. Cada vez son menos importantes, son menos relevantes, ya no tienen tema de conversación. No tienen obviamente absolutamente nada que ofrecer, sino la continuidad de la guerra. Está claro que a Europa lo único que le interesa es la continuidad de la guerra entre Rusia y Ucrania. Como Europa es el gran promotor de la democracia internacional, resulta ser que la democracia hoy en día es vista como la gran promotora de guerras en la humanidad. Mientras, las dictaduras son las que ahora promueven la paz. Esta geopolítica es interesante: no había sido prevista por la mayoría de los analistas, a los cuales se les sugiere actualizarse. Piensan en términos de una guerra fría que concluyó. Las relaciones ahora son cálidas, amigables y rápidas.

Ahora nuestros ojos están enfocados en Alemania, con su partido AfD que pudiese llegar al poder o tener un segundo lugar muy honroso, ya que apenas fue creado hace algo más de 10 años. Su candidata para canciller es una señora lesbiana, que nos recuerda al exitoso diplomático americano Richard Grenell quien visitó a Venezuela recientemente, quien también es gay. Podemos observar como estos partidos de derecha y extrema derecha cuentan con personas de la sexodiversidad que son muy competentes, con parejas estables y conocidas, pero no se pasan la vida hablando de temas sexuales, que es lo que fastidia de la comunidad gay tradicional. Se concentran en temas geopolíticos relevantes. La candidata presidencial lesbiana del AfD de la ultraderecha o de la extrema derecha cuenta con muchísimas simpatías y está alineada con el refrescamiento internacional que nos proporciona Donald Trump. Desea expulsar a la inmigración ilegal en Alemania. Al igual que en Estados Unidos, Alemania está infestada de turcos y musulmanes que no saben hablar alemán. Deploran los valores religiosos del cristianismo, y a menudo han practicado actos terroristas en las cuales vehículos en movimiento atropellan a peatones en ferias y demás lugares de público masivo. 

Las fronteras de Alemania deben ser cerradas. De llegar la AfD al poder implementaría a nivel doméstico un plan similar al que Donald Trump ya exitosamente está logrando dentro de los Estados Unidos. La Afd también desea normalizar sus relaciones con Rusia, y eliminar los subsidios burocráticos que siempre le toca pagar a países de la Unión Europea: especialmente a los del sur como España, Portugal e Italia, que suelen ser ineficientes: de cultura latina derrochadora. AfD está determinado en hacer Alemania grande otra vez. Es de esperarse que como el sistema alemán es parlamentario, pudiese ocurrir una situación similar a la que ocurre en España: en que el partido que resulte vencedor en estas elecciones generales no obtendrá mayoría en las cámaras legislativas. Serán necesarias alianzas. Es previsible que pudiese conformarse una alianza débil entre los partidillos que hagan frente en contra de la AfD, lo cual representaría una continuidad del socialismo en Alemania, la cual como sabemos está en recesión desde hace más de un año. Su antiguo papel como locomotora europea ha finalizado.

Todos estos acontecimientos recientes que han ocurrido desde la conferencia de seguridad de Munich, y todos estos alineamientos entre Trump y Putin que están siendo bien vistos por una gran cantidad de ciudadanos europeos, hartos del despilfarro de los actuales líderes de la Unión Europea: están haciendo campaña electoral internacional a favor de la AfD. Nuestra injerencia extranjera en los asuntos internos de Alemania quizás logre que la AfD obtenga excelente votación, rebase las predicciones de las encuestas, y logre acceder al poder. O también podría ser una minoría demasiado significativa.

Retornando al bucólico ambiente de la comunidad nacional en Venezuela: observamos al embajador de Japón divulgando sus hermosos conocimientos musicales, para el instrumento del cuatro. Nos recuerda a la famosa orquesta japonesa de La Luz, que hace ya varias décadas tocaba salsa. La comunidad internacional acreditada en Venezuela está designada por sus países de origen para promover la cultura, y la diplomacia bilateral de los estados que representan con la República de Venezuela. No suelen inmiscuirse en asuntos internos de política interna: como lo es por ejemplo la negativa de dirigencias políticas venezolanas, que aún insisten en permanecer en deplorables condiciones sanitarias dentro de los recintos abandonados por Argentina. Es necesario que esas personas se ausenten de dicha embajada y regresen a sus hogares, ya que es indignante que tengan que sacar al presidente electo Edmundo González Urrutia y a la vicepresidenta designada María Corina Machado de sus actividades habituales para ocuparse de temas personales, que sólo atañen a los sectores menos dialogantes de Venezuela. Están haciendo el mismo ridículo que Volodomir Zelensky, ya la embajada de Rusia se quejó que el proceder de esas personas en la residencia Argentina no es adecuada. Por eso posiblemente ya se quedaron sin planta eléctrica. No se les suministrará una nueva planta eléctrica porque eso motivará quejas de Rusia.

Donald Trump está muy ocupado con Ucrania y con Gaza. Planifica cómo serían sus nuevos negocios petroleros con Venezuela, una vez que logre solucionar cómo serían los dividendos e inversiones requeridas para repotenciar los suministros de crudo rusos. Lo mismo se hará con Venezuela. Estamos observando que Ucrania y Venezuela son parecidos: en Ucrania se convocaron protestas al mismo tiempo que en Venezuela en el año 2014. Luego al frente de Ucrania llegaron estos generadores de conflicto de Zelensky, del mismo modo que en Venezuela la oposición estuvo dominada por generadores de conflicto: que siempre inventaron protestas de calles que resultaron en muertos, aunque no tantos como en Ucrania. Nosotros hemos puesto muertos, debido a la incapacidad de diálogo de las personas que están recluidas de modo voluntario en la embajada Argentina. Así como Donald Trump le ha solicitado a Zelensky que deje de estorbar, está cercano el día en el que algún emisario de Trump, de Rusia o de los mismos venezolanos que poco a poco nos vamos alineando con las esferas de influencia dominantes de turno, ya que nos interesa salvar nuestro petróleo, también tendremos que solicitar a las personas que se encuentran ubicadas en la embajada argentina que por favor se larguen de allí, antes que sea demasiado tarde. No se descartaría que sean sacadas por los servicios sanitarios del régimen, para preservar sus vidas, porque son tan locos que quizás quieran echarse a morir como lo hizo Franklin Brito, lo cual añadiría una trágica teatralidad, innecesaria en este contexto de geopolítica adulta.

Elvis Amoroso ha robado las elecciones internas del partido socialista oficial y sus alacranes, que estaban convocadas en abril y ahora fueron reprogramadas para mayo. No dedicaremos mucho tiempo a narrar los pormenores de esa situación, ya que los venezolanos estamos en una férrea y disciplinada abstención. No nos importan los parapetos electorales del régimen. Además la geopolítica internacional entre Rusia, Ucrania, Gaza y Estados Unidos está sumamente interesante, y es la que nos estará proporcionando avisos para lo que ocurrirá en Venezuela, luego de algunos meses una vez que las prioridades sean solucionadas. Apenas está iniciando la fase final de las guerras.

Sí habrá algún momento para que la comunidad internacional se vuelva a ocupar de Venezuela, pero lamentablemente Venezuela será parte del menú. Cada vez es menos probable que Venezuela logre negociar por sí misma, tal como hemos visto en el ejemplo de Europa. Sería previsible ver a María Corina Machado intentando frenéticamente lograr reuniones ante la comunidad internacional, haciendo el mismo ridículo que hoy está haciendo Emmanuel Macron en Francia. 

Tenemos grandes expectativas con lo que puede hacer el desempeño electoral de la AfD en Alemania. Si llegan a dar el batacazo en Europa, se produciría un cataclismo similar al que Donald Trump está logrando en América. De no ganar AfD las elecciones, posiblemente continuarán sus alianzas con la gente de Meloni en Italia, con los de Vox en España, con Marine Le Pen en Francia, y con todas esas fuerzas de ultraderecha o extrema derecha emergentes, a las también está sumada María Corina Machado: a quien es necesario efectuarle un llamado de atención ideológico, para que se separe del wokismo que recientemente la ha contaminado, y regrese a sus partidos políticos de origen que fueron los que le proporcionaron la plataforma inicial, desde la cual emigró hacia el populismo electoral para lograr más visitas en sus redes sociales. Esto tiene mucho que ver con la presencia de la señora Claudia en la Embajada Argentina, quien es la que maneja las cuentas de redes sociales de María Corina y en menor grado el señor Urruchurtu. Ellos son especialistas en redes de bots que insultan o aupan determinados temas de conversación, y al no tener planta eléctrica cada vez le será más difícil lograr posicionar la opinión pública según sus designios. Como tampoco están recibiendo más dinero de la USAid como antes solían, la situación para ellos resulta muy complicada. Su única salvación es que regresen al redil de los partidos de extrema derecha, que los cobijaron desde hace muchos años y que hoy están abandonando.