Guyana y Ucrania perpetúan conflictos
El presidente de Guyana, Irfaan Ali se ha reunido con el secretario de energía Chris Wright, para explicarle que está dispuesto a firmar todos los convenios energéticos posibles, para una mayor colaboración entre Guyana y Estados Unidos, para la independencia energética del continente, y absolutamente todas las mismas cuestiones que dicen políticos venezolanos: tanto del régimen como de la oposición. Absolutamente todos insisten en el mismo discurso relativo a necesidad de entregar nuestras riquezas petroleras, a los Estados Unidos lo antes posible, y que seamos aliados de ellos. Cuando se le comenta a Irfaan Ali por sus redes sociales que está repitiendo el discurso de Venezuela: elimina la publicación, vuelve a publicar, y entonces hay que responderle lo mismo de nuevo. Cualquier político venezolano, ya sea de régimen o de oposición: también ignora comentarios, los borra o los bloquea. En todos los escenarios se repite la misma situación: de dirigencias ocupadas de efectuar negocios con los recursos de sus países, siempre y cuando sea ésta camarilla de políticos ya en el poder, o enchufados en la oposición funcional quiénes administren todo.
Úrsula von der Leyen de Europa está feliz elaborando un gigantesco presupuesto. Según ella, Rusia está a punto de invadir Europa. Europa debe ser defendida. Los países deben retirar financiamiento a escuelas, hospitales, seguridad social, transporte y demás necesidades. Todo debe ir hacia la defensa continental. El parlamento del reino de los Países Bajos se está oponiendo a esa medida. Eslovaquia y Hungría tampoco están de acuerdo. Las ciudadanías libertarias de los países europeos tampoco están de acuerdo. Donde sí existe coincidencia con Guyana, es en la alegría de Venezuela de observar que uno de nuestros hermanos países caribeños, como lo es Surinam, obtuvo la Secretaría General de la OEA, que contó con el voto a favor de los siguientes países: Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, Ecuador, Granada, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Perú, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay.
Veinticinco países constituyen una clara mayoría en América Latina y el Caribe, por la Secretaría General de la OEA del excelentísimo embajador Albert Ramdin, quien hasta ahora había ocupado la Cancillería de Surinam, a quien consideramos un excelente mediador en la crisis limítrofe entre Venezuela y Guyana debido al esquivo. Surinam también reclama un territorio a Guyana: el Tigri, ubicado al sureste de Guyana y al suroeste de Surinam. Tigri es territorio surinamés ocupado por Guyana militarmente, al cual ni siquiera hay acceso civil. Surinam tiene relaciones más estrechas con Guyana: comparten frontera, ni Surinam ni Guyana tienen los horrendos problemas de legitimidad política presidencial, como sí ocurre en Venezuela, Surinam tampoco está confrontando contundentemente a ningún país. Guyana y Surinam sí tienen relaciones normales, mientras que Venezuela no tiene relaciones normales con casi nadie.
El diálogo entre América Latina y el Caribe es fundamental para unificar a las Américas. Para ello Venezuela debería tener un papel protagónico. Junto con República Dominicana y Cuba, Venezuela es un país completamente ubicado en el Caribe, pero también forma parte de Latinoamérica. Puerto Rico también es parte del Caribe, pero a pesar de su habla hispana no es considerado Latinoamérica, ya que forma parte de los Estados Unidos: a los cuales tradicionalmente se les asocia como Norteamérica o América anglosajona.
La campaña electoral para gobernador, asamblea legislativa y diputados de la Guayana Esequiba está en curso. La asamblea nacional dispondrá de ocho diputados que representarán a la Guayana Esequiba. Reiteramos nuestra postura personal de apoyar las elecciones, sin condiciones, que se efectuarán en la Guayana Esequiba. Las mismas producirán a un nuevo liderazgo ilegítimo y venezolano. Ello es un avance, ya que hasta los momentos no existe ningún tipo de liderazgo: ni legítimo ni ilegítimo, por parte de Venezuela. Únicamente están las estructuras gubernamentales de Guyana, para el resto del territorio nacional. Fomentamos la abstención: así proporcionaremos al comando de Edmundo González Urrutia un mes de prórroga, antes que definitivamente haya que pasar la página.
Por los momentos no pasaremos la página. Seguiremos insistiendo que Edmundo González Urrutia debería venir a territorio venezolano a juramentarse, o en su defecto juramentarse en alguna embajada o consulado en el exilio. Sin embargo esta propuesta la hacemos de modo retórico, para cumplir con compromisos de difusión de mensajes, según los estrictos lineamientos emanados por la oposición funcional. No nos hacemos ninguna expectativa que realmente Edmundo se vaya a juramentar.
Esta coyuntura geopolítica es favorable para que Venezuela recupere su Esequibo, a medida que Europa se concentra en despilfarrar todos sus recursos, en un armamentismo inútil que nunca la salvará de Rusia. En Estados Unidos existen acionistas que solo están pendientes en detener la caída bursátil. Sufrirán enormes problemas laborales una vez deporten a todos los indocumentados. Venezuela podrá con facilidad recuperar militarmente el estado de la Guayana Esequiba. Así podremos asegurarnos que la Exxon Mobil abandone las aguas territoriales de nuestra patria, actualmente ocupadas para extraer petróleo sin nuestro permiso, y otorgándole un pírrico 2% de regalía a Guyana.
Rusia y Ucrania aprovechan para destruirse mutuamente lo máximo posible, dada la inminencia de un posible acuerdo de paz, que ya aprobaron Estados Unidos y Ucrania. Seguimos a la espera de su aprobación, o rechazo por parte de Rusia. Ucrania ha lanzado misiles, o vehículos aéreos no tripulados, en contra de objetivos civiles en la región de Moscú: impactando edificios, rompiendo cristales e inclusive se habla de víctimas infantiles y civiles. Esta es una guerra que debería limitarse exclusivamente a objetivos militares.Como contrapartida, Rusia está determinada a sacar al último soldado de Ucrania, vivo o muerto, de la región de Kursk: una región rusa recientemente invadida por Ucrania, pero que Rusia desea recuperar. Rusia no desea que Ucrania utilice a la región de Kursk como ficha de canje para obtener beneficios: de retorno de territorio ya conquistado en Donetsk, y también en el rest del oriente de Ucrania.
Rusia y Ucrania están acelerando la velocidad y firmeza de sus ataques bélicos. Nadie quiere ceder. Estados Unidos y los altos militares de Ucrania, exceptuando al presidente Zelensky quien también se encontraba en Arabia Saudita pero en otra ciudad, han acordado una propuesta de cese al fuego por treinta días. Estados Unidos regresaría a Ucrania su asistencia militar y de telecomunicaciones. Sin embargo sabemos que Rusia no desea entregar territorio conquistado. Rusia no desea que lleguen tropas de la OTAN. Ya las tropas francesas están en la zona del oriente de Ucrania, adyacente a los territorios ya conquistados por Rusia. Sería la primera vez que tropas de un país de la OTAN, esta vez bajo bandera francesa de un ejército regular y no de mercenarios, estén en suelo ucraniano: dispuestos para el combate. Rusia ha dicho que no aceptaría tales unidades de tropas de paz sino únicamente de terceros países: como por ejemplo China, India o países africanos. Rusia tampoco desea un alto al fuego de treinta días, que probablemente incidirá en tiempo de respiro para Ucrania y Europa, para rearmarse y atacar a Rusia con mayor fuerza.
Hay probabilidad de rechazo al plan de cese al fuego propuesto por Estados Unidos y Ucrania, una vez que se pronuncie Rusia. Por supuesto Rusia no permitirá que Ucrania siga manifestando en público, sus deseos de adherirse a la OTAN. Se ha repetido hasta el cansancio que ésa es la razón principal por la cual se originó este conflicto, hace varios años: una razón por la cual Rusia podría acceder al cese al fuego, sería para que durante esos 30 días se facilite la expulsión de Volodomir Zelensky. Saldría de la presidencia de la República de Ucrania, y lograrían convocarse elecciones o un gobierno interino presidido por alguno de los políticos de oposición. En su mayoría son señalados como corruptos. Se lograría fomentar elecciones libres, lo cual es una palabra muy cómica ya que hoy en día todas las elecciones llevan el calificativo de libres pero nunca son libres. Podemos ver como en Venezuela no fueron respetados los resultados, en Rumania tampoco fueron respetados los resultados.
En Rumania hay protestas civiles muy fuertes. La Unión Europea está desesperada porque no quieren que un gobierno pro ruso llegue al poder en Rumania. Imaginemos el escenario que dejaran participar al candidato Georgescu: ganaría las elecciones en Rumanía, haría pactos con Moscú, y expulsaría a las tropas de la OTAN de suelo rumano. Quedaría únicamente Polonia como el país de Europa Oriental con bases estadounidenses de la OTAN.
Rusia alega que no están interesados en conquistar Europa, sino que su interés es efectuar negocios: financieros, petroleros, gasíferos y de tierras raras con Estados Unidos, para desarrollar Siberia y otros lugares, despoblados en su enorme y gigantesco territorio. La obsesión que existe en Europa en contra de Rusia es algo atorrante. Los países deberían establecer lazos de amor, amistad, fraternidad, relaciones culturales, relaciones diplomáticas, y demás hermosuras poéticas de las que suelen hablar los políticos. En lugar de ello insisten en fomentar tragedias. Eso incide en Venezuela, ya que en este ambiente de aislamiento en el que algunos sectores de la comunidad internacional quieren subyugar a Venezuela, uno de nuestros pocos aliados confiables sigue siendo Rusia.
No tiene sentido abandonar a nuestro más potente aliado militar, sobre todo cuando los Estados Unidos han demostrado hostilidad hacia Venezuela durante muchos años. Son absolutamente hostiles en contra de Cuba. Donald Trump en los próximos días ofrecerá un listado de países a los cuales se negarán visados a los Estados Unidos, para turismo o cualquier otro motivo. Si usted es venezolano, probablemente deberá ingresar a los Estados Unidos con su visa vigente actual, y quedarse allá bajo riesgo de ser deportado. Sería la última vez que logre visitar ese país, porque durante los próximos días se eliminarán visados para ciudadanos de Irán, Corea del Norte, Siria, Cuba, Sudán, Nicaragua y Venezuela.
Estados Unidos no desea indeseables en su territorio, tal como nos están enseñando los canadienses y mexicanos, que son sus vecinos y deberían llevarse bien simplemente para mantener una vecindad, tampoco es el caso. Hay guerras arancelarias, acusaciones mutuas, y todos en general estamos huyendo de la complicación de los Estados Unidos. Buscamos alianzas comerciales diferentes. Nuevamente volvemos a tener el tema del BRICS, al cual Venezuela pudo haber ingresado. Como siempre las diatribas políticas entre Nicolás Maduro y María Corina Machado echaron todo a perder. Venezuela no pudo ingresar al BRICS en el año 2024, y tampoco ha sido invitada a ingresar en el año 2025: como si ingresarán Colombia, México y Uruguay. Esperamos que para 2026 la situación de Venezuela esté absolutamente normalizada. Los liderazgos opositores nos metieron en este fastidio, de exigencias inútiles que no llevan a nada. Sólo han logrado: confrontación, enemistades y protagonismo de una abominable diáspora, que lo único que hace es fastidiar, molestar y estorbar.
Ésa es otra página que también hay que pasar: estamos esperando ansiosamente llegar a mayo. Prometemos a la oposición funcional que continuaremos en una campaña de abstención, para que nadie vote excepto en la Guayana Esequiba, donde sí hay que votar. En el resto de Venezuela no se debe votar. Una vez triunfe la abstención, celebraremos que el régimen como siempre supuestamente está más débil que nunca. Informaremos que casi nadie acudió a votar. Ansiamos que la oposición funcional no logre colocar a ningún candidato electo, en ninguna posición de poder popular, ya que no los estamos postulando.
Eventualmente sí lograremos pasar la página. Para el año 2027 Venezuela sí podrá presentar una atractiva oferta de inclusión al BRICS, que sea favorablemente aceptada por los países miembros de tan importante grupo: que definitivamente desplazará a Estados Unidos y a Europa Occidental de la palestra mundial. Aborrecemos énfasis en guerras, sanciones y aranceles, que son tan antipáticos para los pueblos emergentes del mundo. Venezuela tiene muchas cualidades. La más clara de ellas es lograr una sinergia con Guyana. Tanto Guyana como Venezuela lograremos condiciones más favorables de extracción petrolera, tanto con la Exxon Movil como con Chevron. Lograremos delimitar nuestras aguas marinas y submarinas a satisfacción de ambos países. Comenzaremos a establecer un mercado común, un tratado de libre comercio, o una complementariedad entre nuestros territorios y economías porque los necesitamos.
Sería muy fuerte una alianza entre un país angloparlante y un país hispanoparlante. Lo único que hay que efectuar es disminuir las campañas de xenofobia antiguyanesa en Venezuela, y destruir las campañas de odio y fobia antivenezolana en Guyana. Esperemos que las nuevas autoridades que elijamos, por la parte venezolana en la Guayana Esequiba, lleguen a un diálogo con las autoridades guyanesas en las regiones del Esequibo, que vendrían siendo la misma jurisdicción compartida por ambos países. Serán ellos mismos a nivel local, quienes definan cuál sería la situación ideal de interrelación con ambos países: actualmente en conflicto.
Guyana y Venezuela no podemos esperar que la comunidad internacional nos resuelva nada, porque ya la comunidad internacional ha demostrado: que son unos ineptos, que sólo producen guerras, que sólo producen sanciones, que sólo producen aranceles, y que utilizan a sus aliados para luego desecharlos. Sólo producen muertes y conscripción militares: a una juventud que nunca conocerá la paz. Las generaciones vetustas, arcaicas y guerreristas deciden, en salones políticos corruptos, que hay que mandar a la gente a morir: por una patria que en la práctica sólo sirve para recaudación de impuestos, y pago de lujos superfluos a las élites.