Grandes mercados entre pequeñas soberanías

12.02.2023

Cuando los residentes de un país abandonan su moneda nacional para abrazar el dólar o el euro, por lo general no queda vuelta atrás. Bancos Centrales se confederarían al estilo de la Reserva Federal, atendiendo territorios regionales mientras unifican política monetaria multinacional.

Venezolanos hemos elegido deshacernos del bolívar y hemos adaptado formalmente nuestra economía al dólar, siguiendo ejemplos de Ecuador, Panamá y El Salvador. Nuestro suministro de cientos de billones de dólares es relevante para estadísticas compiladas por las Reservas Federal de Atlanta y Nueva York.

Estados Unidos corre riesgo de perder estatus como proveedor mayoritario del dinero de reserva internacional, dada la conveniencia e inminencia de un default temporal hasta que se forje un balance de su presupuesto inflado. Fondos sancionados de Venezuela proporcionan colchón a costilla de nuestro bienestar.

Sanciones estadounidenses contra economía venezolana deben ser levantadas para armonizar flujos económicos en territorios donde se usa el dólar. Inversiones petroleras rezagadas durante dos décadas urgen reactivación. Deséchense sanciones que no benefician a quienes participamos en economía del dólar.

Rubén Rivero Capriles

Caracas, Venezuela

Fotografía Mónica Valbuena @soymonikbea , 40 Grados Bajo el Sol