Fuerza y diplomacia
Víctor Orban, el presidente de la república de Hungría, felicita al Parlamento Europeo por su decisión que otorga la presidencia electa de Venezuela a Edmundo González Urrutia. Por consiguiente Hungría también lo reconoce como presidente electo. Ya comenzamos a ver la fuerza de esta resolución de la Unión Europea, a la cual progresivamente se irán plegando los países de Europa y posteriormente del resto del mundo. En Estados Unidos la congresista María Elvira Salazar también exigió que su país debería reconocer a Edmundo González Urrutia, como presidente electo de modo formal, y fustigó al Departamento del Tesoro por haber renovado licencias petroleras a Chevron y Repsol, ya que aún cuando ella está de acuerdo con que las empresas privadas petroleras tengan ganancias, no las obtengan bajo la miseria y el sufrimiento de los venezolanos que anhelan regresar a la democracia. El militar retirado Guillermo Beltrán Vielma es posiblemente quien está generando titulares y comentarios en redes sociales. Sus oportunos videos advierten al pésimamente dotado ejército venezolano que le sería difícil resistir más de un día de combate, con las fuerzas multinacionales que están por ingresar a territorio nacional para extraer a los principales del régimen dictatorial, y entregarlos a quienes hayan ordenado sus capturas.
Es poco probable que los militares venezolanos, quienes en su mayoría votaron por Edmundo González Urrutia, arriesguen sus vidas para prolongar el oprobio de la usurpación. La recaudación de fondos de ya casi Venezuela sigue en aumento. Los senadores Rick Scott y Marco Rubio solicitan un aumento de la recompensa de la captura de Nicolás Maduro a 100 millones de dólares. A nivel interno observamos cómo el dirigente César Pérez Vivas ha acudido al Tribunal Supremo de Justicia, a consignar una solicitud de nulidad del recurso originalmente interpuesto por Nicolás Maduro, ya que ése no es un proceso tipificado en la legislación vigente. Sabemos que las instituciones en Venezuela están secuestradas por unos poderes que no las utilizan, con la funcionalidad para la cual fueron diseñadas. Sin embargo es necesario agotar los recursos disponibles en Venezuela, lo cual refuerza ante la comunidad internacional la sensación que Venezuela es un caos, donde no impera el estado de derecho, y es indispensable la restauración del orden democrático una vez saquemos a la tiranía, que busca excusas para no partir.
En una cadena nacional, Nicolás Maduro bromeaba acerca de promesas de progreso económico para los próximos 100 años cuando lo único que le pudiesen quedar en el poder son 100 días o menos ya que durante el mes de enero los venezolanos nos encargaremos de garantizar que sea Edmundo González Urrutia quien en territorio venezolano se ponga la banda presidencial. El Triunfo electoral será cobrado. La usurpación se deberá ir mediante la presión de la comunidad nacional, de la comunidad internacional, y de las fuerzas de paz que ingresen próximamente en Venezuela, para detener a quienes ya no deberían seguir ocupando espacios que no les corresponden. Las personas que aún defienden a Nicolás Maduro han demostrado que no gustan de la democracia, y todos los días se les recordará que el no apoyar a Edmundo González Urrutia los cataloga inmediatamente como cómplices del chavismo. Por supuesto no podrán pretender recibir votación alguna en elecciones regionales o municipales, ya que la ciudadanía no está interesada, hasta que restauremos las condiciones electorales que siempre debimos haber mantenido.