Desconocer usurpación a partir del 10 de enero
Erik Prince ofrece una recompensa a quien entregue al fiscal general Tarek William Saab en aguas internacionales, debido que pocas horas antes la fiscalía de la usurpación también ofrece una recompensa a quien capture a Edmundo González Urrtia, aún cuando su caso recientemente había sido archivado. Quienes deseen recolectar dinero pensarán si utilizar $100,000 para capturar a Edmundo González Urrutia, quien posiblemente tiene el mejor resguardo internacional disponible en lo que va de 2025, o por Tarek William Saab quien a partir del de enero será un fiscal ilegítimo, usurpador y podrá ser desalojado por la fuerza como delincuente.
Edmundo González Urrutia finalmente ha abandonado España, y se dirige hacia la Argentina donde tendrá visita a la casa rosada con el presidente Javier Milei. Luego irá por varios países diferentes en las Américas hasta su regreso a Venezuela a partir del 10 de enero. Los venezolanos nos seguimos preparando para esa fecha del 10 de enero, donde quienes no leen bien las señales piensan que será un írrito arrebato adicional del régimen. Ello incluye tanto a chavistas como a personas que se dicen de oposición, pero al no aportar nada a la causa de Edmundo son reasignados automáticamente al chavismo. La estrategia hasta el momento ha sido cuidadosamente difundida a cuentagotas. Sería ilógico imaginar que luego que todo haya salido tan bien, el último paso hasta el final salga mal.
2025 inicia con un nuevo preso político procedente del estado Táchira, quién ha sido vinculado por órdenes de terrorismo en la frontera. Necesitamos estar muy pendientes de lo que ocurra en el Táchira, Zulia, los Andes y Barinas, porque es por esa zona donde paulatinamente irán avanzando posiciones las fuerzas libertadoras de Ya casi Venezuela. La última noche del año viejo Iván Simonovis nos presentaba una imagen de una mira telescópica, de las que se utilizan en armas de fuego, señalando que estamos avanzando posiciones. Es notorio que ya existe sincronía entre los movimientos políticos de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado, junto a los movimientos de fuerza que anuncian Iván Simonovis y Erik Prince.
Estamos a la espera de reacciones en lo que va de año de los altos jerarcas del régimen, quienes tras el fracaso del concierto en Miraflores no han vuelto a dar la cara. En apenas una semana los venezolanos nos encontraremos en las calles. Para ese momento ya nos habrán llegado señales de medidas de seguridad, que se tomarán para que podamos salir a manifestar con seguridad. Aún cuando en el pasado las dirigencias políticas eran criticadas por enviar a los activistas como carne de cañón al matadero, no pareciera que en esta oportunidad nos están pidiendo sacrificarnos como insectos, dado el énfasis proporcionado a las estrategias de seguridad y milicias privadas, que vienen a acompañar a todos aquellos policías y militares que cumplan con su llamado cívico de defender la votación popular que ejerció la ciudadanía, a mediados del año pasado.
Esperamos que esta salida sea lo más pacífica posible, pero entendemos que el régimen hace todo lo que esté a su alcance para mantenerse írritamente en el poder, apoyado por Luis Ignacio Lula da Silva de Brasil quien enviará a su embajadora a la juramentación de Nicolás Maduro. Luego de haberlo desechado del ingreso a los BRICS esta ambigua postura de Luis Inácio Lula da Silva no auspicia buenos resultados ni para él ni para su partido en venideras elecciones en Brasil. La ciudadanía brasilera está ampliamente informada, como en Argentina, como en Chile, como en Perú y como en todos demás países, que la oprobiosa dictadura venezolana perturbar los flujos migratorios en el continente, infestado de venezolanos en todas partes. Se busca que reine nuevamente la paz en el continente. ç
Con Maduro en el poder y tantas personas narrando horribles experiencias comunistas por toda América Latina tras haber huido de Venezuela, conlleva a que el continente durante los próximos días de una forma concertada apoye todos los esfuerzos diversos que se hacen, hasta converger en el objetivo de sacar a Nicolás Maduro de la presidencia de la República. Por consiguiente tambi´én se sacará a todo su gabinete de diferentes ministerios y puestos militares, que a partir del 10 de enero usurparán y podrán ser removidos a la fuerza.
La forma de ingreso de Edmundo González Urrutia a Venezuela permanece como la principal incógnita. No sabemos si será por aire, por agua o por tierra, ni sabemos la fecha exacta, ni tampoco sabremos desde dónde procederá, ni quién lo acompañará. Existe un absoluto hermetismo que en condiciones normales sería denunciado como opacidad en la gestión. En esta oportunidad es absolutamente necesaria la mayor discreción posible, ya que muchas personas colaboran con esta misión para que se lleve a cabo exitosa. Cualquier indicio más allá de lo autorizado pudiese conllevar a detenciones innecesarias, o a previsión por parte del régimen para prolongar su agonía.
Será interesante computar la asistencia de los diversos líderes de izquierda, que han sido convocados a la Cumbre Antifascista programada a partir del 7 u 8 de enero. Pocas personas en el planeta desean ser vinculadas a la corrupción y narcoterrorismo de Nicolás Maduro. Posiblemente los pocos panelistas internacionales e ideólogos del comunismo que vengan, será debido a cuantiosos pagos tal como ocurrió con los artistas del concierto del Palacio de Miraflores, al cual por cierto ni siquiera fueron todos los artistas que habían sido convocados. Algunos a última hora no acudieron para salvaguardar el poco nombre que aún les queda a sus carreras. Sería preferible que Maduro y Diosdado Cabello, en un último destello de lucidez, descubran que su mejor opción es acceder a los términos de una negociación que lleve a su salida pacífica. Podrían incluso viajar impunemente a algún destino de la comunidad internacional, sin embargo esta opción absolutamente pacífica luce descartada ya que el régimen desea fomentar una imagen armamentista hasta el final.
Será necesario que las diversas fuerzas militares venezolanas, acompañadas por los aliados de la comunidad internacional duchos en operaciones militares, den el siguiente paso y derroquen a la Dictadura. Técnicamente se maneja que a partir del 10 de enero ya ni siquiera sería derrocamiento sino extracción de un golpe de estado que no puede ser consumado. La comunidad internacional ha decidido respetar este lapso de una semana que aún queda hasta el 10 de enero, para persistir en el enfoque diplomático de costumbre.
Los venezolanos necesitamos meditar, estar descansados, guardar provisiones y efectuar todos los preparativos necesarios para la fatídica fecha del 10 de enero, cuando pasaremos de este gobierno autoritario en curso a una juramentación formal de Edmundo González Urrutia en territorio venezolano, y que requerirá un apoyo cívico y militar como nunca antes visto en la historia de Venezuela. Esta unanimidad y contundente presencia de la población facilitará que las planificaciones militares y policiales, de abandono al régimen y adherencia a la nueva presidencia en ejercicio, que desde el 10 de enero presidirá Edmundo González Urrutia sean un total éxito y Venezuela se pueda reconstruir.