Derrocamiento explícito de tiranías en América Latina

13.11.2024

Las cancillerías de la comunidad internacional han reducido el número de comunicados de repudio al robo de las elecciones en Venezuela. Hace algunos meses eran enumeradas diariamente las notas de protesta, que emitían los países de la comunidad internacional para exigir al régimen de Nicolás Maduro que aceptara los resultados electorales. Sin embargo hoy en día dichos comunicados se producen con menor frecuencia. Instamos a la comunidad internacional a que sigan deplorando periódicamente el robo de las elecciones en Venezuela, o de lo contrario tendrán que seguir lidiando con el régimen autoritario, totalitario e ilegítimo de Nicolás Maduro. Solos no podemos y necesitamos que la comunidad internacional termine de sacar a Maduro tal como nos lo prometió.

Las esperanzas de Venezuela ahora se posan exclusivamente en la futura administración de Donald J Trump, dada la inacción del resto de los países. Es un gobierno recién electo que aún está en proceso de designar a un nuevo Secretario de Estado: uno de los candidatos podría ser Marco Rubio. En la cámara del Senado está en proceso de elegir a su nuevo líder de la mayoría republicana: uno de sus candidatos pudiese ser el senador por la Florida. Rick Scott. También ha sido elegido un zar de la frontera quien se encargará de acelerar los procesos de deportación a inmigrantes ilegales que hayan cometido delitos y fechorías, los delincuentes venezolanos del Tren de Aragua, que tanta vergüenza nos ha hecho pasar al gentilicio venezolano. serán deportados. Se enviará así una poderosa señal a que es preferible no seguir intentando migrar de modo ilegal, pues ello quebranta la ley y el orden.

Aún no disponemos de información acerca de quién será el próximo Secretario de Defensa, y sólo podemos aspirar a que exista convergencia con las planificaciones ya avanzadas de Erik Prince e Iván Simonovis, cuya presencia durante la campaña de Donald Trump hace pensar que cualquier decisión que se tome en ese particular habrá sido bien meditada. La comunidad internacional aún intenta asimilar los efectos de la presidencia electa de Donald Trump: ha solicitado el cese de la guerra con Israel. Vladimir Putin, Volodomir Zelensky, Donald Trump y Elon Musk ya han conversado telefónicamente acerca de una reducción de hostilidades en la guerra entre Ucrania y Rusia. Recordemos que el régimen de Rusia y el régimen de Irán, que están enfrascados en una guerra contra los aliados de los Estados Unidos en Eurasia, son la prioridad.

También es importante recordar que durante casi todo el año, Venezuela ocupó el protagonismo mediático en redes sociales de la comunidad internacional. Momentáneamente será necesario que sean otros los países y los conflictos que asuman dicho compromiso mediático, ya que por lo general es imposible que el mismo tema sea reciclado a una audiencia interesada en variedad de contenidos. Si se suministra constantemente la misma información, repetida con diferentes palabras en distintas fechas, se generará un hartazgo en la opinión pública internacional, ante la falta de acontecimientos emanados desde el liderazgo político venezolano. La atención ahora migra en la solución de guerras enormes entre Rusia y Ucrania, entre Israel e Irán, las cuales consumirán la mayoría de la atención, recursos y tiempo del equipo de política exterior de Donald Trump.

Una vez reducidas las pretensiones territoriales de Irán y Rusia en el Medio Oriente y Ucrania respectivamente, y una vez garantizada la no expansión de la OTAN en Ucrania, y futuros acuerdos de Abraham que se basen entre la hermandad perdida de los pueblos judío y persa, sólo entonces la administración de Donald Trump dispondrá de tiempo de ocuparse del patio trasero, donde pacientemente los oprimidos, reprimidos y sufridos pueblos de Nicaragua, Cuba, Venezuela y Bolivia esperamos que vengan a defendernos. Somos incapaces de hacer nada por nosotros mismos. En algún momento llegarán las fuerzas libertarias para Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Sin embargo habrá que esperar a que Donald Trump y su equipo de política exterior se ocupen de problemas más urgentes, y de mayor cobertura noticiosa internacional. Convendría que las cancillerías de los países latinoamericanos con cierta periodicidad continúen con las acostumbradas notas de protesta, y repudio por los regímenes malignos que azotan al resto del continente. Sin embargo por alguna razón que desconocemos dichas cancillerías se han fastidiado de emitir comunicados, que nunca llevan a resultado alguno. 

En los Estados Unidos a nivel doméstico se han generado polémicas acaecidas a raíz del descrédito de la izquierda. Numerosas celebridades que cobraron millones de dólares para auspiciar la campaña de Kamala Harris hoy en día están desacreditadas. Para apoyar la causa es necesario revisar la actualización del listado de celebridades a la campaña de Kamala Harris, entre las cuales figuran múltiples personalidades de la música y el cine. Es importante boicotear las películas y canciones de dichas agrupaciones que se burlan de nosotros y nos han exigido un voto en contra de nuestro bolsillo y en contra de nuestros ideales libertarios. El pantano de Hollywood debe ser drenado. Los antivalores y malas costumbres: drogadicción e imposición de pensamiento único, que han enriquecido a las élites del entretenimiento debe cesar. Revise usted una plataforma de videos y verá múltiples películas, podcasts y canciones de artistas menos conocidos pero que si son patriotas. Es importante comenzar a apoyar a las nuevas generaciones de creadores y artistas, y eliminar el chorro de ingresos para unas celebridades multimillonarias que han sido causantes del declive Internacional de la cultura.

Es importante denunciar la intolerancia de los opinadores que hoy critican a los hombres negros, y critican a las personas de raza latina, por haber votado por Donald Trump en lugar de Kamala Harris. Quienes apoyamos a la presidencia de Donald Trump para una ordenada reconstrucción del mundo vamos a identificar con quienes contamos en cada país, y quienes pudiesen obstaculizar nuestros esfuerzos. Se nos impuso durante muchos años una agenda marxista de quejas contra la productividad, y lo único que lograron fue que los ricos se hicieran más ricos y los pobres se hicieran más pobres, y que la clase media desapareciera. La campaña de Kamala Harris gastó miles de millones de dólares, y quedó con un déficit de 20 millones de dólares. La izquierda suele considerar el dinero como un recurso renovable que se puede imprimir a discreción: lo solicitan, gastan y despilfarran sin ningún tipo de control y generan deudas impagables.

La campaña de Donald Trump fue austera y se basó en crecimiento orgánico, gracias a su fantástico contenido libertario que motivó la votación del electorado. Para futuras elecciones de los Estados Unidos incluso se habla que el partido demócrata ha sido reducido a un partido regional, concentrado en la costa oeste, en la costa noreste y en algunos estados del interior como Illinois y Colorado. Mientras que el partido republicano, a base de mucho esfuerzo, ha logrado ganarse el corazón de la América profunda y de los inmigrantes latinos. Todos queremos que América se vuelva grande otra vez. Seguimos con gran atención los desarrollos que puedan ocurrir respecto a la estadidad de Puerto Rico. Consideramos que este tema sobre el tapete dará mucho de qué hablar en 2025, ya que desde 1898 Puerto Rico ha sufrido 126 años de colonización americana. Ya se han ganado suficientes méritos para la ansiada membresía en la Unión Americana, que le daría seis votos electorales para elegir al próximo presidente de los Estados Unidos. Con Puerto Rico como el quincuagésimo estado de la Unión podremos destruir culturalmente la narrativa cubana castro comunista de la separación entre la América anglosajona y la América Latina, y simplemente podremos concentrarnos en América.

Nótese que cuando Donald Trump efectuó su lema hagamos América grande otra vez, el usurpador de Venezuela Nicolás Maduro replicó que desea la unión de América Latina y el Caribe, excluyendo a los Estados Unidos. Recordemos que en un pasado no muy distante Hugo Chávez inventó la CELAC, comunidad de Estados latinoamericanos y del Caribe, excluyendo a los Estados Unidos y a Canadá. El castro comunismo siempre ha querido excluir a los anglosajones, suelen no querer aprender a hablar inglés, e intentan establecer un sistema de dominación en el cual quienes hablamos español y portugués discriminan a quienes hablan inglés por el mero hecho de haber sido colonizados por los ingleses. Estériles luchas entre América del Norte y América del Sur deben ser denunciadas. 

Procederemos a radicalizar las estrategias de desocupación de Cuba y Venezuela, por el enemigo Castro comunista que no quiere salir con elecciones, y que requiere mucha fuerza diplomática y militar aliada para poder desaparecer. De momento lo único que solicitamos a los demás países de las Américas es que por favor continúen escribiendo comunicados en sus cancillerías de vez en cuando. Es poco lo que se le solicita a los países de la región. También estamos esperando pacientemente que Estados Unidos, bajo Donald Trump, resuelva los problemas urgentes de Rusia, Ucrania, Irán e Israel. Tendremos paciencia para esperar la estadidad de Puerto Rico. Hemos esperado tantos años que unos cuantos meses más de retraso no serían tampoco una noticia sensacional. Esto es hasta el final y nunca se nos ha prometido fecha para dicho final.