Deportaciones de venezolanos a El Salvador
Veinte mil dólares por venezolano es el precio que pagará Donald Trump a Nayib Bukele, por recibir a los venezolanos sin prontuario policial, que serán deportados como terroristas a El Salvador. Tal medida es aplaudida por María Corina Machado: pues según su opinión, la reubicación de nuestros emigrantes fuera de Estados Unidos, y dentro de las cárceles del Salvador debilitarán al régimen de Nicolás Maduro. Dicha opinión no parece ser compartida por las grandes mayorías, quienes observamos horrorizados como a nuestros conciudadanos se les impone un régimen de esclavitud, y trabajos forzosos en El Salvador: por delitos que probablemente no han cometido. Sus deportaciones fuera de los Estados Unidos, no están sustentadas en bases específicas o presuntas sospechas de afiliación al crimen organizado. Un juez de los Estados Unidos inclusive derogó esa medida, y ahora enfrenta amenazas de juicio político por parte de un representante de Texas.
Es probable que Nayib Bukele enfrente cargos contra el sistema de justicia internacional. El régimen de El Salvador utiliza a nuestros compatriotas venezolanos como una fuente de ingresos, a costilla de la humillación y degradación de los ciudadanos venezolanos. allí ingresados en contra de su voluntad. El esquema de deportaciones de los Estados Unidos no está funcionando de manera idónea. Hace ya varios días, Richard Grenell había obtenido del régimen de Nicolás Maduro, presuntamente a través de Jorge Rodríguez, la confirmación que Venezuela seguirá recibiendo deportados de los Estados Unidos. Inclusive Nicolás Maduro lo ha reiterado varias veces. De la nada llega Marco Rubio, a declarar que Venezuela no está recibiendo a deportados: confiando en el odio automático que muchos venezolanos le tienen al régimen. Sería causa suficiente para no otorgarle credibilidad. Es algo parecido a cuando en la Unión Europea hablan algo malo de Rusia y automáticamente no se les cree a los rusos, así estén diciendo la verdad.
Marco Rubio está imponiendo una retórica de regaños e insultos que los venezolanos no toleraremos. Sus acuerdos de paz con Ucrania y con el Oriente Medio no están funcionando. No sabemos si es él mismo quien está saboteando todo intento de paz, para promover guerras en todas partes. Son evidentes los fracasos y burlas en contra de Estados Unidos: debido a derrotas militares de portaaviones en el Mar Rojo, que son alcanzados por las guerrillas hutíes del Yemen, o el lucro descarado que pretende ejercer Donald Trump, quien no solo desea las tierras raras de Ucrania, sino también sus centrales nucleares y petroleras y demás infraestructuras. El régimen de Estados Unidos no está en sus cabales. No es tomado en serio por ningún país razonable de la comunidad internacional.
Este aprovechamiento de Nayib Bukele con la lamentable aprobación de María Corina Machado, los pone en el lado equivocado de la historia. Entre los amigos de Donald Trump, Javier Milei también enfrenta crecientes problemas en Argentina, aún cuando discretamente se está alejando de intervenir en la crisis venezolana. Quizás sea su mejor opción, puesto que posiblemente esté considerando que Donald Trump ha llegado demasiado lejos con las deportaciones. Recientes declaraciones de Javier Miley lo mostraban contento con la inmigración venezolana en Argentina, a la cual considera deseable y trabajadora para su país. De mantener esa opinión, posiblemente Javier Milei pueda posicionarse como un presidente con ideas propias, sin someterse a las locuras de Donald Trump y Marco Rubio.
Viktor Orban por su parte está concentrado en una postura húngara, con apoyo de Eslovaquia y quizás Italia, en contra de la excesiva militarización que emprende ahora Europa. Posiblemente su punto de encuentro mayor con los Estados Unidos sea la disposición de ambos países en restablecer relaciones con Rusia, lo cual es deseable. Rusia aparece en estos momentos, a pesar de todas sus actuaciones autoritarias en el pasado, como el país que ejerce mayor cabeza fría. Tenemos al Reino Unido y a Francia empeñados en posicionar las empresas militares en sus países para que reciban fondos de la Unión Europea: aún cuando el Reino Unido ni siquiera es parte de la Unión Europea. Quizás su industria militar no logre recibir tantos contratos. Francia desea juzgarse su futuro mediante la promoción de la guerra.
El Reino Unido está interesado en que Alemania se posicione en contra de Rusia, ya que históricamente el Reino Unido siempre ha sido partidario de la división de las Alemanias. Las antiguas Alemanas, oriental y occidental, de hecho fueron una idea británica. Tal como habíamos advertido hace algunas semanas, el Bundestag saliente aprobó una gigantesca propuesta de endeudamiento militar. Las astronómicas ayudas que próximamente Alemania proporcionará a Ucrania serán exorbitantes. Tomamos en cuenta que Europa ciertamente no podrá depender más de Estados Unidos para su defensa, dado el errático comportamiento de los Estados Unidos: que desprecia a sus aliados de siempre, como Venezuela y como los países de la Unión Europea, Canadá, México, Japón y Corea del Sur. Eso sí lo compartimos.
Necesitamos buscar rumbos diferentes a lo que establezcan las locuras de Donald Trump y Marco Rubio. Nuevamente recordamos que Marco Rubio no está capacitado para ejercer la Secretaría de Estado, ya que no desea reunirse con la usurpación de Nicolás Maduro, con la cual debería reunirse al menos para plantearle metodologías de cómo sacarlo del poder, o cuadrar mejor los asuntos de las deportaciones. Está siendo muy cansón que Marco Rubio es un secretario de Estado para el resto del mundo, pero para Venezuela quien debe efectuar todas estas gestiones es Richard Grenell. Marco Rubio no se quiere indignar dialogando con la chusma.
En Venezuela podemos tener diferentes ideologías políticas oficialistas u opositoras, pero en estos casos donde nuestros connacionales son maltratados en terceros países, requerimos unidad nacional. En casos donde nuestra soberanía territorial está comprometida, como la explotación petrolera facilitada por Guyana en aguas del Esequibo, también debería ser un motivo de reunificación nacional. No podemos utilizar ni nuestro petróleo ni nuestros conciudadanos deportados a El Salvador como fichas de cambio, para que Marcó Rubio o Donald Trump nos hagan un trabajo que ya ofreció recientemente Erik Prince. Se había planteado una extracción militar de Nicolás Maduro y ello no fue posible. Erik Prince volvió a referirse respecto a la permanencia o remoción de Nicolás Maduro de la presidencia de Venezuela: y es intermitente. Hace pocas semanas advirtió que ya el cambio de régimen no era importante para Donald Trump, y en días recientes corrigió que quizás lo vuelva a considerar.
Estos endurecimientos de línea en contra de Venezuela no parecen genuinos. Parecieran estar impuestos por congresistas que condicionan sus votaciones, siempre y cuando se adopten líneas más duras: cuando sabemos que la línea de Donald Trump realmente es movida por la promoción de paz y comercio internacional. Así fue con Ucrania y con Venezuela desde un principio, pero los halcones de la guerra lo siguen jalando hacia el mal camino. Donald Trump está corriendo el riesgo de enemistarse no sólo con quienes lo han advertado siempre, sino también con quienes habían sido sus aliados y le habían dado la razón para muchas propuestas.
El cese al fuego entre Ucrania y Rusia es complicado. Ucrania ha intentado derribar estructuras energéticas rusas, después del cese al fuego, aunque ahora está ofreciendo una lista de los lugares que no debieran ser bombardeados. Rusia intenta seguir conquistando ciudades y regiones a lo largo de Ucrania. Acaban de tumbar un avión F16 de Ucrania, mientras los activistas hutíes por cuarta vez han logrado impactar portaviones americanos en el Mar Rojo. No hay certeza aún de cuál debería ser la respuesta, ante los ataques israelíes en contra de Gaza que ocasionaron más de 400 muertos. Sería una incógnita. ¿Cómo podría Estados Unidos enfrentarse militarmente contra Irán? Ya está teniendo tantos problemas contra los hutíes, quienes de paso disponen de menos recursos.
Seguimos en la cuenta regresiva hacia los aranceles recíprocos que impondrá Estados Unidos, a todos y cada uno de los países del mundo. En general, este es un panorama mundial sombrío: donde afloran los intentos belicistas en muchos lugares del mundo, especialmente en Europa donde existe rusofobia, y en América donde existe xenofobia contra los venezolanos. Podrán emitir sanciones contra Rusia y contra Venezuela. Podrán generar campañas de descrédito contra nuestros países. Es en estos momentos difíciles, donde nuestras poblaciones deben mantenerse unidas, respetuosas de las leyes y con energía para tener solidaridad y empatía con nuestros connacionales.
Hemos cometido el error de profundizar diferencias internas. Venezuela no es un país que merezca tener divisiones internas de ningún tipo. Las diatribas políticas locales son secundarias, en este escenario geopolítico tan complejo de la comunidad internacional, donde los intereses de Venezuela son: la recuperación del Esequibo, la venta petrolera, y el progreso económico que permita una recuperación en nuestras infraestructuras hospitalaria, educativa y de transporte. Una vez transcurran las elecciones del mes de mayo, donde ya previamente hemos informado que preferimos no participar, será posible pasar esta página electoral que duró varios años. Nos reestructuraremos desde el principio, desde cero, mediante borrón y cuenta nueva según los diferentes acuerdos de unidad nacional que requiramos para confrontar las amenazas que provienen de los Estados Unidos de América.
Podremos aliarnos con multitud de países en el planeta, que también están sufriendo la misma amenaza geopolítica. Será necesario aprender las particularidades de las culturas china y rusa, las cuales parecen destinadas a ser los nuevos polos geopolíticos del planeta: dado el declive de los Estados Unidos. Estados Unidos luce exhausto: no dan para más. Están metidos en guerras en todas partes. Intentan iniciar guerras nuevas, en actitudes hostiles contra Venezuela. Posiblemente Marco Rubio tenga el plan de imponer un bloqueo dracónico contra Venezuela, parecido al que ya existe contra Cuba.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha enviado buques con petróleo dirigidos hacia Cuba, violando los embargos impuestos por Estados Unidos. Quizás México se convierta en un polo regional del hemisferio occidental, que le haga contraposición a los Estados Unidos. En ese caso Venezuela deberá unirse a ese polo propuesto por México. Recordamos que Claudia Sheinbaum en el Zócalo, a raíz de los aranceles que fueron pospuestos, comentó que desea una integración de todo el continente americano. La gran interrogante geopolítica para Venezuela pudiera provenir de nuestra hermana y vecina Colombia, que próximamente emprenderá campaña electoral. Existen puntos a favor y en contra de la presidencia de Petro. Existen puntos a favor y en contra de la oposición colombiana. Será necesario que revisemos cómo confrontaremos desafíos comunes Colombia y Venezuela, que trasciendan la presencia en el poder u oposición del Pacto Histórico, o del Centro Democrático, o del PSUV, o de la MUD.
Hay ciertas cuestiones que nos unen. Deberán ser fomentadas en debates de integración. tanto regional en las Américas como locales en las políticas internas de nuestros países. Mientras más puntos en común logremos consensuar, seremos más efectivos en nuestra lucha contra las barbaridades que está efectuando el régimen de Donald Trump, quien está sacando de quicio a muchos. La postura europea en contra de Rusia posiblemente logre ceder, en cuanto los europeos se den cuenta que comparten con otros países la necesidad de buscar métodos defensivos, y comerciales diferentes a los Estados Unidos. Rusia es el único país que le está solicitando a Estados Unidos no cometer atrocidades en el Mar Rojo contra Yemen. Del mismo modo, Estados Unidos solicita a Rusia que busque contención de Irán para favorecer a Israel.
Posiblemente lo único interesante que está efectuando Estados Unidos hoy en día es restaurar sus relaciones con Rusia. Tendremos que acostumbrarnos a un nuevo mundo multipolar, donde Rusia de la pauta y Estados Unidos siga la pauta rusa dado que el liderazgo americano está colapsado: no funciona para los demás países. Ellos se quieren aislar. Tienen demasiados problemas internos. Quieren desalojar a su población. No están demostrando capacidad para solucionar ningún problema, sino que por el contrario, están generando problemas nuevos. Venezuela necesita desentenderse de Estados Unidos.
PDVSA logrará asumir la totalidad de las operaciones de la Chevron, una vez llegue el 3 de abril. Hemos visto pocas disrupciones en el comercio petrolero, aunque la economía sí comienza a sentir menos oferta de dólares, debido al cese progresivo de las operaciones de Chevron en territorio nacional. El mundo petrolero tiene muchos países productores y consumidores. La permanencia de Venezuela en el negocio petrolero, dadas nuestras reservas abundantes, nos garantizará que así tengamos régimen autoritario o democrático: podremos tener la posibilidad de ofrecer una economía en crecimiento.
Depongamos la actitud hostil en contra de nuestros conciudadanos venezolanos, que hemos estado sumidos en la politiquería desde principios del siglo XXI. Ya llevamos un cuarto de siglo con una oposición deplorando al régimen, y con un régimen deplorando a la oposición. Lo único que hemos hecho es un ridículo planetario, en donde los países nos detestan. Nos infunden xenofobia. Deportan a nuestros conciudadanos, los envían a cárceles de máxima seguridad para terroristas en otros países. La estrategia de solicitar auxilio a la comunidad internacional ha fallado estrepitosamente.
