Coaliciones en Bundestag para nuevo canciller

24.02.2025

En Alemania ningún partido históricamente alcanza el 50% para tener una mayoría absoluta en el Bundestag. Siempre deben conformarse coaliciones para gobernar. En las elecciones de hoy el mayor porcentaje lo obtuvo la coalición CDU CSU. La CDU son los demócratas cristianos que se asemejan al partido Popular de España, en alianza con el CSU que es un partido regional del estado de Bavaria, que fue sin embargo el que obtuvo mejor votación regional allí. Es inexacto pensar que CDU obtuvieron 208 escaños, que resultarían en el 28,5% del Bundestag. Un porcentaje significativo de allí vendría del CSU de Bavaria, que pudiese tener objetivos diferenciados a los del CDU nacional, lo cual colocaría al candidato Merz como principal aspirante a la cancillería, y quien tendrá que efectuar coalición con otros partidos, hasta que las bancadas agregadas sumen o excedan el 50%.

La segunda fuerza política es el AfD, comúnmente denominado por los políticos tradicionales como la extrema derecha, liderado por la candidata Alice Weidel, que obtuvo 151 escaños para el 20,7% de la votación. El centro representado por la CDU CSU y la derecha representada por la AfD obtendrían el 49,2%, sin embargo dada la eliminación como hablaremos más adelante de BSW, que únicamente llegó al 4,9%, menor al 5%, únicamente le da 0 escaños. La eliminación del FDP que eran los amarillos, quienes estaban en el gobierno anterior de Olaf Scholz, únicamente lograron el 4,4% y sólo obtendrán cero escaños igualmente. La mayoría del Bundestag claramente podría ser lograda en una coalición entre CDU CSU junto con la AfD, sin embargo Friedrich Merz ha especificado claramente, y lo reiteró el día de hoy, que no desea aliarse con la extrema derecha. Busca honrar al cordón sanitario que tanto ha promovido divisiones y censura en Alemania, a pesar que en papel muchas de sus propuestas contrarias a la inmigración, y favorables a la reindustrialización, pudiesen ser similares.

Friedrich Merz necesariamente tendrá que aliarse con los dos partidos siguientes en la lista, que serían el SPD de Olaf Sholz y el Grüne o los verdes. El SPD hasta ahora ha obtenido 121 escaños que representarían el 16,5% de los votos. Este resultado es desastroso para el partido que fue el más votado en las elecciones anteriores. El partido SPD está identificado con el color rojo y se asocia al partido socialista de España. De hecho Olaf Scholz y Pedro Sánchez son grandes aliados. Por último tenemos a los verdes que siempre han estado en las coaliciones de gobierno, incluso cuando estaba Angela Merkel en el poder, con un 11,7% por lo cual les daría 85 escaños. No podemos olvidar el aumento del voto de la izquierda radical, parecida al chavismo con 64 escaños, para un 8,7% por de la votación. Lo que ocurre aquí es que los dos partidos minoritarios que no alcanzaron el 5%: BSW que llegó al 4,9% y FDP 4,4% quedan eliminados del Bundestag. 

Cuando estén los resultados definitivos disponibles se recalcularán los escaños que corresponderán a cada uno de los partidos, que sí lograron superar el 5%. Por ello decimos que los porcentajes de cada uno de ellos aumentará ligeramente, y que definitivamente sí sería posible una coalición de dos partidos entre la CSU CDU y la AfD, ya que tendrían más del 50%. Como ya sabemos que el cordón sanitario Europa lo desea mantener, y mal que bien la CSU y el SPD se llevan bien pues son los partidos tradicionales de siempre, que suelen negociar como lo hacían los republicanos y demócratas en las épocas de Bush y Clinton, o como lo hacen el partido popular y el partido socialista en España dejando a Vox por fuera, es previsible que se gestione una coalición negro, rojo y verde. Llega la complicación que los verdes no quieren industrialización, no quieren deportación, y no tienen ninguna propuesta viable para la electrificación del país. Fueron quienes mandaron a cerrar las centrales nucleares. Forman parte del gobierno junto con Olaf Scholz, pero ese gobierno se desmoronó a raíz de la salida del FDP amarillo, el cual hoy fue castigado en las urnas probablemente por esa razón: perdieron su coalición semáforo rojo, verde, amarillo, Perdieron completamente el pulso del país.

Ahora se está tratando de recomponer una coalición tripartita, en donde los demócratas cristianos de centro que parecieran girar a la derecha, dado que Friedrich Merz es empresario, serán jalados a la izquierda por las exigencias que propondrán el SPD y los verdes, quienes están acostumbrados a gobernar. Ya tienen una política hecha y simplemente desean mantener la misma política de izquierda, con un canciller supuestamente de centro o centro derecha. Este tipo de coaliciones suele ser altamente inestable. Esto es lo que nos está planteando la gran ganadora Alice Weidel de la Alianza por Alemania azul, quien extiende su mano para formar parte del gobierno como segunda fuerza más votada. Su oferta será rechazada por el aspirante a canciller Friedrich Merz, cuyo partido CDU por si solo quizás obtuvo una votación algo mayor a la del AfD y lo salvó su coalición con la CDU regional de Baviera que sí logró excelente votación para su estado federado de Bavaria, en donde está localizada la ciudad de Munich.

El partido de izquierda Die Linke, con su 8,7% también es uno de los grandes ganadores, puesto que su votación en las elecciones anteriores fue inferior al 5%. Entrarán por primera vez al Bundestag, de modo que tendremos un Bundestag con la extrema izquierda y la extrema derecha crecidas. La extrema izquierda que ahora estará en el Bundestag, posiblemente logre permear sus políticas altamente comunistas a los verdes y al SPD: los partidos de centro izquierda en este contexto polarizado suelen girar hacia la extrema izquierda, lo cual casi nunca sucede con los movimientos de derecha. En el mundo existe una discriminación en contra de la extrema derecha, y aplausos para la extrema izquierda. De todos modos la extrema derecha, que posiblemente debería ser denominada únicamente derecha, ya que es la única derecha que hay puesto que el partido demócrata cristiano realmente es de centro, sufrirá un cordón sanitario. Quedará como la mayor fuerza de oposición así no logre establecer alianzas con nadie, y así no haya llegado al 25% que aspiraba para poder presentar mociones de censura por su propia cuenta. Sin embargo si ya obtuvo 20,7% en esos resultados preliminares, una vez se conozca el conteo exacto y se haga el ajuste por la eliminación del FDP y la BSW quizás lleguen al 22%, 23% ó 24%. No sería descartable que en algunos temas la AfD establezca también alguna votación conjunta con la extrema izquierda en temas puntuales de inmigración, que posiblemente no podrán ser tratados adecuadamente por la CSU CDU dada su alianza con los verdes, quienes son claramente benevolentes con la inmigración ilegal.

Aunque es muy prematuro saber en qué temas pudiera la AfD establecer alguna alianza con algún otro partido, lo más probable es que continúen solos. Serán la mayor fuerza de oposición ya que el gobierno posiblemente sea entre CSU CDU, los verdes y el SPD. No sabemos hasta qué punto Friedrich Merz y su partido podrán convencer a los rojos y a los verdes de adecuarse a sus políticas, o que tanto ellos lograrán jalar a hacia la izquierda. La apuesta de Alice Weidel consiste en que ese nuevo gobierno de coalición, si es que se logra dar, será extremadamente inestable. No logrará durar cuatro años. A la mayor brevedad estaremos viendo una falla nuevamente del gobierno, que motivará nuevamente a elecciones adelantadas. Allí sí el AfD podrá obtener una mejor mayoría popular, que forzará a las fuerzas minoritarias a efectuar una nueva coalición con el AfD, rompiendo el cordón sanitario y llevando a la extrema derecha de Alemania al poder, por primera vez después de los tiempos de Adolfo Hitler: lo cual en nuestra opinión es positivo ya que han pasado pasado muchísimos años desde el nazismo.

Las circunstancias del planeta y de Alemania son enteramente diferentes. Alemania está plenamente integrada en Europa y en la comunidad internacional. La discriminación que se ha efectuado a la derecha en Alemania, durante tantas décadas durante casi un siglo, es hoy inexplicable. No se puede poner en pena perpetua a una corriente política en un país por tanto tiempo, únicamente porque uno de sus gobiernos anteriores haya sido nefasto como el nazismo. Además será interesante observar en el futuro qué tan parecidos a los nazis son las políticas del AfD, sí son las mismas políticas que está planteando Donald Trump en los Estados Unidos, acerca de una restauración de relaciones con Rusia y eliminación de la guerra en Ucrania. La AfD más bien está intentando llevar a Alemania a la paz, para que no se despilfarre el dinero en guerras, y Ucrania se pueda estabilizar.

El presupuesto público ya está próximo a generar muchas deudas, que no están permitidas legalmente. Habría que reformar leyes para ese endeudamiento. En caso que Merz y su nueva coalición con los rojos y los verdes proponga dicho aumento de la deuda, recibirá una férrea oposición del AfD. Estamos llegando a un momento inédito en la historia de Alemania, y lo seguiremos viendo con muchísima cautela. El futuro de Alemania es el futuro de Europa. Aún cuando en programas anteriores nos hemos burlado que Europa se estaba volviendo un califato chino, en realidad preferiríamos que Europa se levante. Para Europa levantarse requiere que se elimine formalmente el cordón sanitario a las extremas derechas de Giorgia Meloni, de Marine Le Pen, de Vox, de Alice Weidel, de Víctor Orban en Hungría y de Fico en Eslovaquia. Son todas ellas corrientes patriotas que están ganando peso en la opinión pública Europea, y están alineadas con Donald Trump, quién es el que define el nuevo orden mundial, Incluso mejoran sus relaciones con Putin, con Rusia y por consiguiente también con China. El viejo orden bipartidista de la Europa anticuada no está permitiendo, con esos obscenos cordones sanitarios, que la voz popular se exprese formalmente a través de legislaciones en Bundestag, tal como el electorado de centro y de derecha votó mayoritariamente para Alemania.