Clímax en embajada argentina
El presidente constitucional legítimo de Venezuela, Edmundo González Urrutia ha arribado a la ciudad de Quito y ha sido recibido con toda la pompa del caso. Se le entregó la llave del máximo galardón que otorga el Ecuador, y ha firmado con el presidente Noboa acuerdos: para que Ecuador pueda vender petróleo a clientes que dejen de comprar petróleo a la cómplice PDVSA, que lucra al régimen con la sangre de los inocentes venezolanos torturados. Serán respaldadas nuevas sanciones que puedan imponer los Estados Unidos. También se gestará una oficina binacional de cooperación entre la presidencia del Ecuador y el equipo del presidente legítimo Edmundo González Urrutia, que se encargarán de luchar contra la corrupción en ambos países. Se intercambiará información que conlleve a capturas y juicios contra corruptos. Es significativo que el consejo Metropolitano de Quito decidió no ofrecer ningún homenaje especial a Edmundo González Urrutia, quien también fue utilizado por la presidencia del Ecuador como instrumento de campaña electoral para su organización política, ya que las venideras elecciones generales en el Ecuador serán en pocos días. La asistencia mediática de tan importante presidente, homenajeado por una importante cantidad de la comunidad internacional, que lo reconoce como presidente legítimo y le rinde todo tipo de honores y pleitesías, será beneficiosa para el partido político que respalda a presidente Noboa de Ecuador.
Mientras tanto en Colombia se han conocido detalles de desavenencias, habidas entre Gustavo Petro presidente de la pública de Colombia y la nueva administración estadounidense de Donald Trump, respecto al trato inhumano a los deportados. Fueron 19 horas de zozobra en las cuales Gustavo Petro estuvo ausente. Su gabinete, incluyendo al canciller saliente Murillo y la canciller entrante Sarabia consultaron con el expresidente Álvaro Uribe, para una solución que sorpresivamente fue bien planificada. Es probable que si Gustavo Petro hubiese estado en sus cabales, y no hubiese estado derrumbado con bebidas espirituosas y sustancias psicotrópicas, quizás nos hubiese salido con un discurso antiimperialista de ruptura de relaciones diplomáticas. Colombia se hubiese sumido en un caos gigantesco inmediato. Afortunadamente la moderación de Uribe, Murillo y Sarabia logró el famoso recule. Ya los nuevos vuelos de deportación de Estados Unidos a Colombia son programados y seguimos a la espera de la reapertura de la sección de visas, en la Embajada de Estados Unidos en Bogotá.
Es refrescante ver que en algunos sitios de la comunidad internacional las crisis se resuelven de modo civilizado, en lugar de la costumbre de generar problemas gigantescos por cualquier tontería. Mientras tanto en Venezuela seguimos con la zozobra en la Embajada Argentina: como sabemos al régimen no le importará matar de hambre, sed o falta de luz eléctrica a las dirigencias de Vente Venezuela que allí se encuentran alojadas. Reiteramos que sería beneficioso para toda la Unidad que esas dirigencias puedan salir de esa embajada, para incorporarse al diálogo que por cierto está por comenzar. Si las dirigencias que han elegido no acudir al diálogo pudiesen dialogar, pudiésemos observar soluciones como las ocurridas en Colombia entre Uribe y funcionarios del gobierno de Petro. Lamentablemente la línea dura de los fundadores de Vente Venezuela, reacios al diálogo, la conocemos desde el año 2014. Ello es lamentable porque ha generado fricción con los demás partidos de la Mesa de la Unidad Democrática, quienes hoy no respaldan a cuadros y dirigencias que nunca se les ha visto hacer vida política, en conjunto con el resto de la Unidad. Siempre han estado en una burbuja exclusiva, acostumbrada a dirigir ejércitos de soldados en redes sociales, quienes exploran absolutamente todo lo que hagamos las demás dirigencias. Son expertos en tumbar cuentas y son expertos en posicionar matrices de opinión excesivamente favorables hacia la figura de María Corina Machado.
Son excesivamente desfavorables hacia la figura de Juan Guaidó. Es necesario iniciar campañas de restauración de los aspectos positivos que pueda haber tenido la presidencia interina de Juan Guaidó, ya que aún cuando pudo haber tenido algunos defectos, que han sido magnificados por las campañas en redes sociales efectuadas desde la Embajada Argentina, por los huéspedes que allí se encuentran, también algunos aspectos del gobierno interino como ser reconocidos por muchos países y designar gabinetes han sido efectivos.
Lo más preocupante es la salud de Omar González, quien pareciera ser rehén de Pedro Urruchurtu y Magalli Meda. Es necesario que Omar González salga de esa embajada y se incorpore al diálogo, junto con Ramón Guillermo Aveledo y demás luminarias opositoras, que dialogarán en la embajada de Suiza. La presencia de directivos de Vente Venezuela en el diálogo sería positiva, ya que daría una visión más completa de las contradicciones inherentes a la oposición venezolana, la cual suele ser un criterio insoportable desde hace muchos años. Todos tienen posturas muy definidas: a la gente no le gusta cambiar de opinión, y a medida que exprimimos el jugo a las dirigencias, las trituramos hasta que quedan desmoralizadas, destruidas y desahuciadas. Así ocurrió con Juan gGaidó y así probablemente ocurra con María Corina Machado durante las próximas semanas.
Será necesario a raíz de los resultados del diálogo observar cuál será el liderazgo opositor del próximo turno. Marco Rubio se prepara para su gira en Centroamérica y será interesante observar sus negociaciones con el presidente de Panamá: Mulino no desea cederle el canal de Panamá a los Estados Unidos, pero tampoco desea expulsar a las compañías chinas que allí administran el canal. Mientras tanto el régimen de Nicolás Maduro está cometiendo la precaución de descansar un poco, y no generar mucho movimiento noticioso, ya que el foco de la comunidad internacional definitivamente se ha alejado de Venezuela. Todas las controversias ahora son generadas ya sea en Colombia o en los Estados Unidos, y el régimen de Venezuela disfruta no ser parte del espectáculo por los momentos, ya que baja la presión para su salida. Los viajes de Edmundo González Urrutia proseguirán hacia Perú y posiblemente Chile. Quizás se podría planificar un viaje adicional al Paraguay y con ello concluiría la escasa lista de países que apoyan a Edmundo González Urrutia.
Consideramos una pésima estrategia publicitaria de la Mesa de la Unidad Democrática publicar un mapa mundi con países coloreados en azul, apoyando a Edmundo González Urrutia; hay países coloreados en rojo que apoyan a Nicolás Maduro. La mayor parte de la comunidad internacional está en gris, que son países que no reconocen a uno ni al otro, cuando en la práctica el que calla otorga. Es el régimen de Nicolás Maduro el que está ocupando los espacios de las Naciones Unidas, en donde se generan las relaciones diplomáticas con el resto del planeta. Habíamos advertido cuando Edmundo González Urrutia estaba en España, que no era suficiente que se ocupará de Europa. Ahora tenemos como lamentable noticia que únicamente lo apoya en África el reino de Marruecos. En el Asia únicamente lo apoya el estado de Israel. En Oceanía únicamente lo apoyan las mancomunidades de Australia y Nueva Zelanda. Es significativo que países como Japón y Corea del Sur, tradicionales aliados de Occidente, se mantienen en el color gris de no reconocer explícitamente a ninguno de los mandatarios, lo cual por cierto es la posición de la mayoría de los países europeos.
Definitivamente Juan Guaidó tuvo mayor respaldo de la comunidad internacional de lo que tiene Edmundo González Urrutia. Ya sería momento de pensar cómo sería su gestión de gobierno en el exilio: ¿qué recursos manejará? ¿qué recursos le podrá quitar al régimen para manejarlos él con su camarilla? ¿cuáles serán las responsabilidades del personal a su cargo? la ciudadanía está inconforme con los manejos económicos de las campañas electorales. El régimen ha convocado a elecciones regionales, locales y de diputados: a las cuales nadie está prestando ninguna atención. Deploramos la participación de candidatos a alcalde y concejales, quienes intentan vender una campaña electoral con recursos del régimen. Pretenden comprar a activistas de la unidad para que peguen afiches, repartan volantes y hagan actividades de proselitismo político: a favor de los alacranes. Ellos saben que no van a ganar, a menos que el régimen desee adjudicarles alguna concejalía o diputación legislativa regional, para simular cierta democracia.
Las elecciones se han convertido en un fastidioso y repetitivo método de generación de recursos, y empleos de baja calidad, para algunas personas asociadas con los alacranes, quienes sin embargo en las pasadas elecciones presidenciales votaron por Edmundo González Urrutia. Es necesario arreciar la campaña de abstención contra las elecciones de diputados, concejales, alcaldes y gobernadores; y ser absolutamente crítico con todas las personas que participen en dichas elecciones. Eso sería una traición a la unidad abstencionista, que hemos consensuado todos los participantes, del equipo de la Cobranza del Triunfo de Edmundo González Urrutia. En el caso del Estado Zulia ya Manuel Rosales ha sido gobernador muchas veces. Pareciera que su vida entera ha sido diseñada para utilizar los recursos económicos de la gobernación del Zulia.
La señora Iraida Villasmil, a quien respetamos su derecho de culminar su periodo legislativo en el consejo legislativo del Estado Zulia, deberá abstenerse de participar nuevamente como candidata. Si es candidata nuevamente se efectuará una campaña de rechazo. Como sabemos Un Nuevo Tiempo es un partido nacional: su sede desde hace muchos años está ubicada en la ciudad de Caracas, de modo que una participación de Manuel Rosales e Iraida Villasmil en elecciones regionales del Estado zulia, será vista por el resto del país como una afronta a la venezolanidad. Serán señalados ferreamente como divisionistas de la unidad nacional que tanto nos ha costado generar.
Nuestro objetivo electoral del 2025 es mantener y aumentar la coalición de la Cobranza del Triunfo de Edmundo González Urrutia, hacia una campaña abstencionista que promueva la no participación en elecciones fraudulentas del régimen. Ni siquiera la página web del CNE del régimen funciona. No habrá garantías de resultados desglosados mesa por mesa, tal como lo exige la comunidad internacional. Será reasignardo Un Nuevo Tiempo a la irrelevancia de Avanzada Progresista, Alianza del Lápiz y demás alacranes del Gran Polo Patriótico. Será responsabilidad del Gran Polo Patriótico dialogar con ese tipo de partidos, para definir su participación en elecciones y cómo se les adjudicarán cargos. Está pendiente el otro diálogo en la embajada de Suiza, en el cual hay participación velada de Primero Justicia a través del diputado de la Asamblea Nacional 2015 Rafael Guzmán, y directivos de la Mesa de la Unidad democrática de vieja data como Ramón Guillermo Aveledo y Ramón José Medina. También concurrirá el expresidente de la Comisión Nacional de Primarias José María Casal, cuya exposición de motivos a la concurrencia o ausencia de dicho diálogo esperamos ansiosamente. Es en nuestra opinión el método válido para dirimir diferencias.
Ojalá ocurriese un milagro y Vente Venezuela también participara en esas jornadas de diálogo, para facilitar un mejor destino a María Corina Machado, Magalli Meda, Pedro Urruchurtu y Omar González, quienes a pesar de sus actitudes muchas veces divisivas contra el resto de la oposición, debemos reconocerles que han tenido algunos éxitos: como la organización ciudadana en comanditos para defender las actas electorales. Ahora necesitamos seguir amalgamando la unidad, junto con el resto de las fuerzas opositoras: somos más dialogantes que los intransigentes. Así nos hagamos ciertas heridas temporalmente lograremos rescatar lo mejor de cada uno de ellos. Posiblemente la mayor virtud de Pedro Urruchurtu y Magalli Meda es haber generado su ejército de odiadores en redes sociales, de manera sistemática y ordenada. Las demás fuerzas políticas pudiesen utilizar los conocimientos generados en esas granjas de soldados de redes sociales, para posicionar temas más moderados y adaptados a lo que es el resto de la unidad. Así como Pedro Urruchurtu y Magalli Meda nos han enseñado la importancia, de defender una postura reciente hasta el final, es ahora responsabilidad de los demás dirigentes enseñar a los huéspedes de la Embajada Argentina que sus vidas seguirán corriendo peligro, a menos que abracen el diálogo.
Venezuela no es un país de mártires. Las muertes de Óscar Pérez y Franklin Brito fueron completamente en vano, no hicieron mella en el régimen. Si los huéspedes en la Embajada Argentina persisten en mantenerse allí, no serán extirpados quirúrgicamente por los ejércitos de Estados Unidos ni de Argentina. Lo más recomendable es que se retiren voluntariamente de esas instalaciones, y así puedan adquirir medicinas, acudir a médicos y a clínicas, e ingerir alimentos y bebidas. En sus condiciones actuales es muy difícil que lo logren hacer. Han sido demasiados años de esas personas promoviendo una política de negación al diálogo, y de no reconocimiento a una porción importante de la venezolanidad que políticamente los adversa. Como contrapartida el régimen ahora se está vengando: no dejándolos participar en ninguna actividad de la vida pública, hasta que se unan al diálogo con el resto de la oposición.
No conviene a la causa opositora tener el tema de la Embajada Argentina posicionado en primer lugar entre las vicisitudes de Venezuela, porque eso denotaría que ya el resto de la oposición ya se cansó. Algunos activistas posicionan una salida de la comunidad internacional hacia Argentina, y ya vemos que la comunidad internacional está pendiente de: sanciones, compras petroleras a Maduro, o boicot petrolero a favor de Edmundo González Urrutia. Esperemos que los huéspedes de la Embajada Argentina aprecien sus vidas, reconozcan el instinto de supervivencia, y voluntariamente salgan de allí antes que sea demasiado tarde. Los necesitamos en la conformación del diálogo inclusivo, que fomentará la reconciliación de Venezuela según nuestro presidente constitucional Edmundo González Urrutia.