Cierre de campaña presidencial
En rueda de prensa celebrada el 24 de julio en las instalaciones del Comando Nacional de Campaña de Alianza Lápiz, el candidato presidencial Antonio Ecarri destacó que es la segunda opción de preferencia: tanto para oficialistas en caso que decidan no votar por Nicolás Maduro, o de opositores en caso de no querer votar por Edmundo González. Por primera vez en muchas décadas una alternativa despolarizada que busca converger votantes desde los extremos está tomando auge. Nuestro crecimiento orgánico ha subido durante la campaña presidencial. En comparación con el inicio de la campaña, mucha más gente alrededor de Venezuela conoce la propuesta de educación que plantea Antonio Ecarri. De resultar electo presidente de la República, convocaría de inmediato a un gran diálogo nacional para la reconciliación. En caso de ser reelecto Nicolás Maduro a la presidencia de la República, lo más obvio es inmediatamente echar la culpa al extremismo. La pésima candidatura presidencial escogida por ese sector, que nunca efectuó propuestas y se basó en exigencias de todo tipo, negativas al debate, y soberbia de no querer seguir las reglas, al negarse a firmar el acuerdo de resultados. Resultó contraproducente: existe mucho voto disperso que pudiese ser canalizado hacia la reelección de Nicolás Maduro.
El discurso de la polarización planteaba que la alternativa obvia era dejar que el extremismo llegase al poder, con sus múltiples reconcomios a ofrecernos un futuro de odio y venganza. Esta sospecha se deriva del súbito cambio de opinión en el oficialismo, que permitió competir a la tarjeta de la MUD. Si realmente el gobierno hubiese estado en peligro de perder las elecciones definitivamente, hubiesen tumbado la tarjeta de la MUD a pesar del presunto costo político que ello hubiese acarreado. Eso no ocurrió. Aún cuando Nicolás Maduro pudiese ser reelecto, sería notorio el proceso despolarizador que permitiría mantener cierta votación para Edmundo González y cierta votación para Antonio Ecarri. Será interesante conocer cuál de las oposiciones resulta merecedora del segundo lugar. El énfasis en las elecciones regionales y locales, que serán convocadas próximamente, promoverá una enorme reagrupación de fuerzas políticas. Será en las próximas semanas cuando conozcamos cuáles de los viejos liderazgos serán definitivamente enterrados, y cuáles liderazgos emergentes continuarán intentando mejorar a Venezuela.
Finaliza la campaña electoral con nubarrones de preocupación, ya que no observamos disposición a reconocer los resultados electorales el próximo domingo. Entraríamos en riesgo que el próximo lunes, en lugar de emprender la tan necesaria reconciliación, continuaremos con la confrontación. Polarización ha promovido difusión de odio masivo: hemos visto videos en los cuales los simpatizantes de Edmundo González Urrutia han lanzado objetos a personas de otras tendencias políticas. En tono peyorativo los han llamado chavistas o alacranes. Aún cuando será necesario reconciliarnos con ese tipo de gente, lograrlo será muy difícil ya que estamos hablando de un sector neurótico de la población, que no se quiere reconciliar, hasta el punto que prefieren no reconocer los resultados electorales. En su defecto llamarán a la violencia, a la guarimba, a la comunidad internacional. Eliminarán amistades de sus redes sociales si no son de su misma parcialidad política, y en general seguirán fomentando una narrativa de odio y emigración.
Una vez finalizado el conteo y declarados los resultados, es necesario que Venezuela se aboque rápidamente a recuperar el oro retenido en Inglaterra, a solicitar el cese inmediato de todas las sanciones que pesan sobre el país, y una reinserción ordenada en entornos de la comunidad internacional. Así podremos acelerar la recuperación de la Industria petrolera y podremos seguir suministrando crudo a los diversos países, que necesitan consumir petróleo para alimentar sus guerras. A partir de este momento, concluida la campaña electoral, nuestra atención debe enfocarse en el correcto desempeño del día de la votación. Debemos estar muy pendientes que una vez las personas hayan ejercido su derecho al voto, no obstruyan el paso de otras personas, no formen multitudes ni aglomeraciones innecesarias que pongan el riesgo la Seguridad Ciudadana. Hemos escuchado informes que en los mecanismos propuestos para cantar fraude, se intentará regresar a la guarimba el mismo día de las elecciones, lo cual impediría que esta jornada transcurra de modo pacífico. Tienen mucho tiempo advirtiéndose guerra civil, golpes de estado, invasiones, intervenciones, injerencia y cualquier mecanismo necesario a como dé lugar, para lograr que los caprichos de los sectores más rancios, más extremistas y más tolerantes de la sociedad, se monten en el poder sin haber efectuado ninguna campaña electoral.
Son recientes los recorridos que hemos efectuado en diversos sectores populares de Caracas, a los cuales ninguno de los candidatos presidenciales de la polarización ni sus equipos han llegado. Esta campaña fue absolutamente mediática, con un abuso espantoso del Photoshop, edición de video con efectos especiales, y nos han vendido la idea que los polos manejan muchedumbres de gente. En realidad son negocios en donde pagan dinero a las personas para acudir a sus concentraciones. De lo contrario la gente chambea en otra parte. Es recomendable que a partir de este momento, en preparación a futuras campañas electorales regionales, municipales y de diputados, haya menos énfasis en el pago de personas por actividades. Sería idóneo que los recursos se asignen por proyectos, premiando a las personas que han dedicado tiempo y esfuerzo desinteresadamente por la promoción del candidato de su preferencia, y castigando a quienes ven una elección como una mera oportunidad laboral de corto plazo. Por los momentos debemos estar alertas de que la paz pública se mantenga, que los resultados electorales sean respetados. A partir del lunes, una vez sea convocados la reconciliación y el diálogo nacional, todos los venezolanos participaremos de esta fiesta de paz, y lograremos comportarnos como vecinos de este maravilloso país llamado Venezuela, donde las diferencias políticas se dirimen de modo civilizado y no mediante amenazas, chantajes, ni insultos.
Será necesario que quienes sí estamos dispuestos a reconciliarnos, inventemos métodos eficaces para persuadir, a quienes no se quieren reconciliar, que sí se reconcilien. A pesar de incidentes aislados las mesas electorales ya han sido conformadas y esperan por votantes en lo que se abra la jornada de elección. Turistas electorales no acreditados por el CNE intentaron venir a Venezuela para auspiciar la venidera guerra civil, ya que están parcializados por una de las tendencias políticas. Sin invitación del CNE era previsible que sus vuelos fueran paralizados o que los mismos fuesen deportados al llegar aquí. El caso más cómico fue el de la marquesa de España, quien exigía ingresar a Venezuela por ser marquesa. El funcionario de inmigración le comentó que él es el rey del pescado frito. Felicitamos al personal de aduana de migración del aeropuerto de Maiquetía por tan eficiente trabajo, ya que entendemos que todos los observadores electorales convocados por el CNE ya están ejerciendo sus funciones. No hay necesidad de armar un show mediático otra vez. Los gobernadores de los estados Nueva Esparta y Cojedes, quienes fueron electos con la tarjeta de la MUD, hoy llaman a apoyar la candidatura oficial de Nicolás Maduro en lo que se denomina salto de talanquera. Anteriormente el candidato por las primarias de la MUD Carlos Prosperi había efectuado dicho paso.
El venezolano prefiere salir de las sanciones, salir de los bloqueos, y salir del atroz discurso de odio que constantemente vociferan los Voceros del extremismo, que salir de un gobierno con muchas ineficiencias pero que por lo menos ha permitido a la gente vivir en relativa paz, y sin tanta neurosis. Ha sido notoria la estrategia de las campañas de Ecarri, Bertucci, Fermín, Brito, Martínez, Ceballos y Rausseo de no enviar testigos electorales, pudiese ser una jugada política en bloque cuyos efectos conoceremos una vez conocidos los resultados de las elecciones presidenciales. Así tomarán protagonismo los testigos de la MUD, quienes nos entretendrán frecuentemente con sus anécdotas, ocurrencias y alertas mundiales. El escenario previsto en caso que Antonio Ecarri sea proclamado por el CNE como presidente electo, sería un inmediato clima de paz y reconciliación, para emprender un diálogo con las demás fuerzas políticas, para impulsar su plan de inversión, educación, producción y empleo. Un eventual triunfo de Ecarri sería reconocido por Nicolás Maduro y no sería reconocido por Edmundo González, cuya campaña inmediatamente desprestigiaría dicho triunfo como un fraude alacrán.
En caso de llegar a ganar Edmundo González la presidencia, y así ser declarado por el Consejo Nacional Electoral, tanto los candidatos Antonio Ecarri como Nicolás Maduro procederán a reconocer ese triunfo electoral. Sería decisión de él revisar cómo llevar a buen término la prometida reconciliación entre todos los factores políticos. No hemos escuchado por parte de él una convocatoria para un diálogo incluyente con las oposiciones y el gobierno saliente. De no concretarse inmediatamente un diálogo de reconciliación nacional, la ciudadanía se daría cuenta, a pocas horas de una presunta victoria electoral del extremismo, como una promesa electoral no cumplida. Seguirían confrontaciones con el resto de los poderes, ya que las fuerzas de la polarización en contra de la Mesa de la Unidad Democrática y todos los tormentos económicos y psicológicos que nos impuso, pasará factura. El énfasis inmediatamente se abocará a cómo lograr que Edmundo González renuncie, o sea revocado ya que muchos de los votantes de otras opciones insistirán que al él no haber querido reconocer los resultados de las elecciones, si hubiese ganado otro candidato no actuaría como demócrata. La presión para dificultar o entorpecer su gobierno sería tan grande que no se descartaría tampoco el escenario de la guerra civil.
De llegar a ganar Nicolás Maduro las elecciones presidenciales, según cómputos oficiales del Consejo Nacional Electoral, dicho triunfo sería reconocido por el candidato Antonio Ecarri, y sería denunciado ante la comunidad internacional como fraudulento por la campaña de Edmundo González. Este escenario es peligroso: pudiese conllevar a una guerra civil. En caso que el personal asignado para los comanditos sea migrado como carne de cañón para batallas campales de calle, disponemos de suficiente observación internacional para corroborar que los mismos sean genuinos. El único escenario en el cual podemos llegar inmediatamente a una etapa de reconciliación y reconstrucción nacional es la candidatura despolarizada de Antonio Ecarri. Seremos respetuosos de los resultados que emita el Consejo Nacional Electoral y denunciaremos a todo aquel que ose publicar resultados diferentes, lo cual constituirá un hecho punible.