Censura al posicionamiento de Antonio Ecarri

15.04.2024

Las encuestas siguen marcando una tendencia clara a favor de la candidatura de Antonio Ecarri. Estos son resultados que no convienen a mucha gente ni de la campaña de Manuel Rosales, ni de la campaña de María Corina Machado. Por consiguiente están intentando silenciar estos resultados ya sea bloqueando a los encuestadores, censurando sus publicaciones o emitiendo mensajes de odio y amenazas. Hay una confabulación muy fuerte para evitar que una candidatura que no esté postulada por la MUD acceda a la presidencia de la República. Sin embargo Antonio Ecarri sigue pateando calle. Estuvo enviando comandos en el municipio Tomás Lander del estado Miranda. Está recorriendo el país organizando estructuras, organizando los partidos políticos de su alianza, entre los cuales por cierto se encuentra Min Unidad. Muchos recordamos a Min Unidad como un partido que supuestamente le estaba usurpando los colores y el nombre a la Mesa de la Unidad Democrática en pasadas elecciones, y recibió muchas campañas de descrédito. Resulta ser que Min Unidad fue fundado hace sopotocientos años por el fallecido excandidato presidencial Renny Ottolina, y el partido se mantuvo allí con poca militancia, pero siempre estuvo allí. Hoy es una de las fuerzas que apoya a Antonio Ecarri. Entonces los puristas de la historia, recuerden que existió desde los años 70, mientras que la Mesa de la Unidad Democrática es una coalición reciente de hace aproximadamente 15 años, no más.

Cada fin de semana es tormentoso y bochornoso asistir nuevamente a los pleitos entre las campañas de Rosales y María Corina Machado. En esta oportunidad alegan que no fueron invitados, que no conocían la hora, que no conocían el sitio, que se reunieron los demás partidos menos Un Nuevo Tiempo y se consumen en eso. Hay una fuerte corriente de opinión por la gente que desea no necesariamente votar por Rosales pero sí votar a juro por la tarjeta de la Mesa de la Unidad. Ésa es una tarjeta que no está haciendo honor a su nombre: lo único que está ofreciendo son conflictos. Como todo pareciera indicar que no se están poniendo de acuerdo, ni se quieren poner de acuerdo, y no quieren poner a Manuel Rosales como candidato porque el extremismo no lo tolera, tendrán que perder la tarjeta. Entonces fue completamente culpa de ellos: ellos no tenían por qué andar postulando gente inhabilitada en sus primarias, ni andar forzando sus primarias como que eran de toda la población, o de toda la oposición, cuando fue apenas un evento sectario de una de las oposiciones. El extremismo piensa que no se van a lograr los votos, que va a haber abstención. Quizás se abstengan ellos, pero ¿y los chavistas que están obstinados de Nicolás Maduro y quieren votar por otra opción? Están viendo si votan por Benjamín Rausseo, o por Antonio Ecarri, o por Enrique Márquez, o por Javier Bertucci. Algunos opositores sí iremos a votar: tenemos candidaturas algunas muy fuertes, por lo menos las candidaturas de Ecarri y Bertucci tienen calle, Benjamín Rausseo aún cuando está en declive no se puede menospreciar. Enrique Márquez es una incógnita. Parece que sí pudiera tener algún chance, pero si es a juro con la Mesa de la Unidad y la Mesa de la Unidad está con tantos problemas.

La Mesa de la Unidad está en un eterno quita y pon entre ellos. Nadie sale vivo de esa carnicería atroz. También hay que reconocer que Manuel Rosales está intentando adjudicarse la Mesa de la Unidad en términos parecidos a como Luis Ratyi intentó adjudicarse el partido Vente Venezuela, y como resultado ni Luis Ratti logró adjudicarse Vente Venezuela, y probablemente Manuel Rosales tampoco logre adjudicarse la Mesa de la Unidad, porque en todos los casos hay una carencia ética abominable que el electorado percibe y castiga. Los próximos días repetirán la experiencia de la infructuosa inscripción de Corina Yoris como candidata presidencial ante el CNE, lo cual no pudo ser posible debido a desavenencias internas entre los factores de la Mesa de la Unidad Democrática. Las personas que tenían la clave, nunca se sabrá quiénes fueron, quizás algunos historiadores del futuro nos expliquen qué ocurrió allí. Ahora ocurre lo mismo: la Plataforma Unitaria no logra ponerse de acuerdo para una candidatura presidencial e incluso están evaluando la expulsión de Un Nuevo Tiempo por falta de disciplina, lo cual tendría cierto sentido porque la Plataforma Unitaria es un partido político que reúne a todos los partidos políticos sin tarjeta, y coordinan sus acciones. Un Nuevo Tiempo tiene el privilegio de disponer de tarjeta propia y participar en la directiva de la Mesa de la Unidad Democrática, aún cuando MPV recientemente logró lo mismo, pero ésas son excepciones.

La norma es que un partido sin tarjeta se integre a la Plataforma Unitaria para que entre todos decidan esa candidatura: si regresamos a las primarias, el error fue que esas primarias constituían una elección interna para el liderazgo del partido MUD, las cuales estaban abiertas al público. Todos los demás partidos: Movimiento por el Cambio, Conde, Lápiz, Acción Democrática, Primero Venezuela, Arepa, Voluntad Popular: todos ellos son partidos legítimamente inscritos ante el Consejo Nacional Electoral y postulan candidaturas propias, bajo el método del consenso y de la aclamación. En el caso de la Mesa de la Unidad Democrática fueron primarias, pero para que se pudiese hablar que existieran primarias de la oposición, hubiese sido indispensable que el Consejo Nacional Electoral efectuara una primaria entre todas las organizaciones políticas que presentan candidatos presidenciales diferentes a Nicolás Maduro, y ese no fue el caso. Las primarias fueron hechas para un solo sector de las varias oposiciones que tenemos. Lógicamente si como resultado de esas primarias eligen a una inhabilitada, era de esperarse los múltiples problemas que hoy adolece esa organización con fines políticos, la cual pareciera que está en sus últimos estertores. Nos recuerda a un paciente de enfermedad crónica en estado terminal, al cual se le suministra morfina. En este caso no se le está suministrando morfina y por ello hay tanto dolor.

Esta semana recorreremos juntos el camino hasta el final, el cual al menos que surja un milagro será la no postulación de candidatura presidencial por la Mesa de la Unidad Democrática. La militancia de la Mesa de la Unidad Democrática reubicará su atención al tarjetón electoral donde existen varias candidaturas postuladas, y posiblemente una sea eliminada o retirada, que es el caso de Edmundo González Urrutia, en cuyo caso sufragios para esa tarjeta resultarán siendo nulos. No es la primera vez que la Mesa de la Unidad Democrática incurre en promocionar veladamente la abstención: recordemos que en el año 2021 en las elecciones para gobernadores, el candidato Carlos Ocariz declinó a pocos días de las elecciones: fue imposible efectuar una sustitución porque había vencido el lapso, y todos los votos para la Mesa de la Unidad Democrática resultaron nulos. Ya estamos acostumbrados a que la Mesa de la Unidad Democrática postule un candidato, y extemporáneamente intente cambiarlo por otro, cuando ya inclusive está la efigie del candidato original en la tarjeta. De modo que para efectos prácticos ya es un supuesto de alta probabilidad de ocurrencia, asumir que votos en el tarjetón de la Mesa de la Unidad Democrática será equivalente a un voto nulo. Como sabemos, los votos nulos no son contabilizados para la sumatoria de votos válidos hacia cada uno de los candidatos restantes.

Resta ahora que las diferentes campañas de oposición motiven a los electores, que solían sufragar por la Mesa de la Unidad Democrática, a que conozcan otras opciones. Así podrá ser preservado el derecho al voto. Será responsabilidad de Antonio Ecarri, de Javier Bertucci, de Claudio Fermín, de Alvarado, de Luis Eduardo Martínez, de Luis Ratti, de Benjamín Rausseo, de Enrique Márquez, de Manuel Rosales, de Daniel Ceballos y de José Brito emprender campañas a nivel nacional, en la búsqueda de votos: tanto de chavistas descontentos como de opositores que solían votar por la Mesa de la Unidad democrática, y convencerlos de que su opción es viable. A medida que transcurra el tiempo, durante las próximas semanas habrá candidaturas que responsablemente comprenderán que no están logrando aglutinar votación suficiente. mas tienen algo que aportar y establecerán alianzas con alguna candidatura mejor posicionada. En ese proceso iremos reduciendo las candidaturas presidenciales opositoras de once a quizás dos o tres. En mi opinión las candidaturas más sólidas parecen ser las de Antonio Ecarri, Javier Bertucci y Benjamín Rausseo. No estoy muy seguro de la viabilidad de la candidatura de Enrique Márquez, ya que está demasiado supeditado a que se efectúe una transferencia ordenada a partir de la Mesa de la Unidad Democrática que sufre una lamentable crisis política interna.