Año Nuevo convoca a las calles
El último día del 2024 hicimos un recuento: aún seguimos con el oprobioso régimen de Nicolás Maduro, quién nos ofrece una continuidad administrativa usurpadora caracterizada por las comunas, que desplazarían las elecciones libres. Como sabemos las comunas son un fracasado modelo económico comunista, en el cual personas sin ningún tipo de preparación toman decisiones económicas según recursos que pueden ser girados por la administración central, lo cual destruiría absolutamente todo tipo de iniciativa privada. Sería horroroso imaginar que Venezuela caiga en un modelo que fue superado por Rusia hace muchísimo tiempo.
Tenemos a un Diosdado Cabello quien a pesar de su condición de militar retirado, es incapaz de manipular correctamente un arma de fuego, y bajo cuyo liderazgo dependen todos los órganos y cuerpos represivos que supuestamente erradicará de Venezuela al Tren del Llano y al Tren de aragua. Cualquiera de nosotros es catalogado por ellos como fascista, de modo que es indispensable sacar a Nicolás Maduro y sacar a Diosdado Cabello durante el próximo año 2025 preferiblemente, durante los primeros días de enero o en su defecto a mediados de enero o finales de enero, o quizás febrero, o máximo principios de marzo, mientras continúe el invierno.
Para ese ansiado objetivo liberador de Venezuela tomamos en cuenta que las estrategias negociadoras con el régimen, como era de esperarse han fracasado rotundamente. La salida de fuerza se ha convertido en la primera opción. Tan es así que Ya Casi Venezuela lentamente comienza a emitir directrices e informes de progreso. Como sabemos el impacto que inutilizó instalaciones del Fuerte Conopoima ha sido atribuido a la la organización Ya Casi Venezuela. La información no ha sido desmentida y ha generado controversias, con difusores de información interesados que la salida de fuerza no se concrete. Desconocemos el motivo por el cual gente que dice que desea salir del régimen de Nicolás Maduro, a última hora parecieran estarse echando para atrás. Parecieran estar considerando cohabitar con el régimen a la par de los alacranes.
Afortunadamente la ciudadanía de Venezuela en su mayoría apoya la salida de fuerza, y está proporcionando todo tipo de incentivos morales, logísticos y comunicacionales para beneficio de los militares retirados, policías y voluntarios con experiencia en luchas profesionales, provenientes de la comunidad internacional pero con nacionalidad venezolana, muchos de los cuales de hecho ya se encuentran en territorio nacional. Han logrado entrar de algún modo no especificado, a pesar de los esfuerzos del régimen neototalitario, ilegítimo, usurpador e inepto para que no pudiesen ingresar. Parte del voluntariado de Ya Casi Venezuela se encuentra en disposición de recibir señales dentro del territorio nacional.
Hasta próximo aviso la lucha por la libertad de Venezuela constituirá un ejercicio de corte militar, dado que la política ha fallado. Por mera cortesía le recordamos a Nicolás Maduro, a Diosdado Cabello y a su camarilla de gangsters, que su mejor opción es aceptar los términos de una negociación que coadyuve a su salida. Sin embargo esta oración, a pesar de todas esas buenas intenciones por continuar en la senda pacífica, no logra convencer al régimen de claudicar. Ellos están decididos a imponernos las comunas y la represión absoluta, con la excusa de querer combatir al fascismo, al Tren de Aragua y al Tren del Llano. Suponen que los venezolanos nos calaremos esto indefinidamente.
El sector militar como bien sabemos experimenta un inédito proceso de transformación hacia la institucionalidad. Hemos visto con alegría como ciudadanos militares juveniles, imparten cursos de formación a sus compañeros acerca del profesionalismo, y la institucionalidad apolítica que deben reinar en las Fuerzas Armadas nacionales venezolanas. Recientemente el mensaje que recibíamos desde los cuarteles era una sumisión absoluta a la dictadura. Observaremos detenidamente este incipiente proceso de reinstitucionalización durante los próximos días. Una de las actividades que tendrán los militares recién llegados de Ya Casi Venezuela, a medida que se vayan incorporando a las filas de nuestras Fuerzas Armadas, será acelerar este proceso de reinstitucionalización y desideologización militar.
Quedarán pendientes los colectivos y paramilitares, junto con los milicianos quienes ya deben haber observado el ridículo que hizo Diosdado Cabello con una escopeta que no llegaba a ser fusil. Estarán pensando que si ese es el tipo de entrenamiento que ellos reciben para derrotar a un adversario más numeroso, sus probabilidades de supervivencia serán escasas. Será mejor que deserten o que cambien filas hacia la democracia, ya que estamos dispuestos a recibirlos en un gradual proceso de reconciliación, tal como nos instruye nuestro presidente electo Edmundo González Urrutia. Seguirán llegando señales puesto que Ya Casi Venezuela informa a través de sus diversas redes nacionales, que llegará una señal luminosa desde el cielo, de mayor magnitud que las anteriores, la cual pudiese ser decisiva en el futuro desarrollo de los acontecimientos, que inferimos será favorable para las fuerzas liberadoras de la democracia.
De momento sólo nos queda esperar, restaurar energías, disfrutar de nuestras familias en este fin de año, y tener los mejores deseos y ánimos para un año nuevo que promete iniciar con mucho ímpetu, muchas sorpresas y mucho liderazgo, no sólo para la comunidad nacional sino también para una comunidad internacional que está atenta al desenlace, de un caso Venezuela al cual se ha prestado bastante atención, En todo el planeta existe una expectativa que todo llegue a feliz término. Refuerzos provendrán de la comunidad internacional, enviados por Ya Casi Venezuela quienes tomarán posiciones, y pudiesen inclusive llegar a una posición de abortar la presunta toma de posesión irrita que pretenden imponernos Nicolás Maduro y su maléfica banda, en una Asamblea Nacional presidida por Jorge Rodríguez que también es irrita y que lo único que hace es aplaudirlo, sin ningún tipo de debate.
De llegar a ser las condiciones de movilidad y seguridad en Venezuela precarias, será recomendable sugerir a los presidentes de México, Colombia y Brasil que suspendan su participación o que suspendan la instrucción de enviar a alguien a tan peligroso y bochornoso evento, como pudiese ser esa juramentación cuya probabilidad de ocurrencia quizás no sea tan alta como el régimen esperaba. Estamos conscientes que quizás tampoco pudiese haber proclamación de Edmundo González Urrutia en territorio nacional aún, pues apenas las fuerzas de defensa opositoras están ingresando al país. Sin embargo los cronogramas que se nos han suministrado han sido cumplidos con bastante puntualidad.
Transición hacia la democracia contar´ácon una comunidad internacional apoyada por el presidente Donald Trump, quien finalmente llegará al poder el 20 de enero, y su equipo de Mike Waltz, Marco Rubio y demás grandes ligas, quienes impondrán sanciones y no descartan apoyar militarmente a las iniciativas ya existentes en Venezuela. Recordemos que el primero de enero de 2025 inicia el tratado de cooperación militar para uso del territorio de Trinidad y Tobago, fronterizo con Venezuela a disposición de las fuerzas militares de los Estados Unidos de América. Hay muchas personas que vaticinan que los principales cabecillas del régimen de Nicolás Maduro pudiesen ser ajusticiados, aún cuando todo demócrata preferiría que logren cumplir una condena emitida por algún tribunal de la comunidad internacional, preferiblemente en los Estados Unidos: país que inclusive ha ofrecido un monto por su captura y planifica incrementar ese monto a los 100 millones de dólares por cabeza durante las próximas semanas, una vez se consume la inauguración del nuevo congreso de los Estados Unidos totalmente dominado por el partido republicano.
En Venezuela seguimos la cuenta regresiva hasta el 10 de enero, el cual es el próximo hito a superar. En esa fecha llegaremos al llegadero o límite de tolerancia hacia el régimen de Nicolás Maduro. Absolutamente todo nuestro accionar a partir del diez de enero deberá concebirse como los demócratas mayoritarios, que finalmente estamos tomando control de nuestro país y estamos en capacidad de efectuar los cambios necesarios: en economía, en salud, en educación, en vialidad, en defensa y en comercio exterior, que tanto anhelamos y merecemos. Es oportuno recordar que habíamos empezado el año 2024 con una irrita decisión del Tribunal Supremo de Justicia que inhabilitaba a María Corina Machado, Henrique Capriles y otros dirigentes políticos. Hemos conocido al reconciliador y diplomático Edmundo González Urrutia como un presidente electo, que nadie imaginó que iba a aparecer con María Corina Machado como vicepresidenta ejecutiva designada, quién logrará aplicar a partir de 2025 todos los proyectos de vida que ella junto con su equipo han diseñado durante tantos años.
La resistencia venezolana lleva más de una década luchando y poniendo muchísimos esfuerzos para lograr un cambio. Hemos sido menospreciados por los partidos políticos. Muchas veces hemos puesto sangre y activismo a beneficio de políticos y periodistas, que hoy en día están desacreditados. La resistencia hoy tiene el liderazgo de acompañar a las fuerzas militares, que son las que decidirán el futuro de Venezuela. Durante los próximos días tenemos nuestras propias fuentes y códigos de conducta que difieren a políticos y periodistas tradicionales. Utilizamos métodos parecidos a los ideados por Donald Trump para ganar las elecciones: mediante el uso de podcast en lugar de entrevistas tradicionales.
El cambio cultural ya viene en marcha: aún cuando la resistencia también tiene el desafío de cultivarnos y de practicar la moderación, una vez que el estado de emergencia disminuya como resultado de nuestras exitosas estrategias y tácticas, para vencer a todas las mañas que día tras día pretende imponernos la usurpación. Deseamos a todos los venezolanos y a los amigos de la comunidad internacional un próspero año nuevo 2025.