Angustia por destino de la MUD

A pesar de todas las campañas de descrédito en contra de Manuel Rosales, no han hecho mella porque sigue con amplia disposición de votación y sigue con amplio rechazo. Enrique Márquez sigue subiendo. Antonio Ecarri sigue subiendo: hay encuestas inclusive en que Enrique Márquez es una buena segunda opción. Gente que votaría por el Ecarri pero le gustaría Enrique Márquez de segundo lugar, gente que le gusta Manuel Rosales pero votaría por Enrique Márquez de segundo lugar. Entonces Enrique Márquez sigue posicionándose como un buen candidato de consenso, pero como ya sabemos que la Mesa de la Unidad Democrática desea inscribir a Manuel Rosales, las viudas del extremismo están inconsolables, histéricas, furiosas, no quieren votar. Quieren calarse nuevamente a Nicolás Maduro. Esperemos que las personas simplemente elijan entre los candidatos disponibles, al que más le parezca. Ya hemos visto que eso de convocar a todos los candidatos para una primaria, para luego elegir uno ocasiona rencillas y desavenencias. Intentar colocar consenso entre todos ellos también promueve rencillas y desavenencias. Lo mejor es que todos se postulen, todos participen y efectúen campaña normal. Estos acuerdos y cálculos políticos, el modo como los hace esta gente de tan bochornoso, no podrían ocurrir más. Los venezolanos estamos hartos de estos politiqueros vergonzosos que lo que buscan es confrontación en lugar de reconciliación.

El burdel político en el cual nos están encauzando las campañas de la señora María Corina Machado y el señor Manuel Rosales es repugnante. Están absolutamente desesperados por llegar al poder a como dé lugar. Recurren a sus palangristas a sacarse trapitos sucios, efectuando capturas de pantalla de mensajerías privadas y divulgándolas al planeta completo, en redes sociales abiertas. La privacidad de los mensajes ha quedado en entredicho. Ya es imposible que usted pueda tener una conversación privada con nadie, porque las campañas ya sea de la señora Machado o del señor Rosales escudriñarán en los teléfonos y publicarán lo que usted escribió en privado. Lo llevarán al escarnio público. Ambas campañas deben cesar y deben deponer su pretensión a la presidencia de la República. Hay demasiados candidatos moderados mejores, pero este burdo y vil espectáculo de burdel político de la señora Machado y el señor Manuel Rosales es intolerable. Los dos se tienen que ir, pero resulta ser que ninguno se va. La señora Machado en lugar de haber inscrito a la organización no gubernamental sin fines políticos Vente Venezuela como una organización con fines políticos ante el CNE, al parecer por sus nexos financieros con transnacionales de la comunidad internacional, están más interesadas en el derrocamiento. Nunca efectuaron la diligencia, luego en 2017 la señora Machado sacó a Vente Venezuela de la MUD. Luego llegó de arrimada a las primarias de la MUD porque esas primarias eran únicamente para la MUD, pero ella llegó, se metió y se enquistó, ya no se quiere salir.

Me recuerda a la señora Patricia Fernández, de la telenovela Betty la Fea, donde siempre recordaba a la gente que había estudiado seis semestres de finanzas en la San Marino. Ya basta. Efectuó un video diciendo que ella es la candidata de un partido MUD al cual ella no pertenece, ni es directiva, ni tiene gente cuidándole el puesto como sí lo tienen las demás organizaciones. Está amenazando que en los próximos tres meses y medio, la señora Machado hará todo lo posible ante la comunidad nacional y ante la comunidad internacional, para hacerle un golpe de estado al candidato legítimo Edmundo González Urrutia quien ya está postulado, y ella lo quiere sacar de la contienda para ingresar a Corina Yoris, quien no fue postulada por el partido MUD porque a la gente de la MUD no le dio la gana meter a Corina Yoris. Suficiente, señora Machado. Nos van a quitar la tarjeta por culpa de su intransigencia. Ya basta. No fastidie más. Claudique. Los candidatos Edmundo González Urrutia y Enrique Márquez comienzan a dar señales de calentar motores para emprender sus campañas. Al menos están reactivando sus cuentas de redes sociales, las cuales no solían usar con frecuencia. Enrique Márquez divulgó un artículo periodístico que le efectuaron recientemente, acerca de las razones por las cuales quiere efectuar su campaña. Dice que hará lo posible para que se conozca más su oferta de paz, diálogo y reconciliación. No efectuará unos juicios tan severos y tan draconianos como los que quiere hacer la señora Machado. quien quiere arrasar con fuego a todo lo que haya olido aun chavismo que quiere exterminar. Por supuesto el régimen dictatorial así no será desenchufado. De ese modo no lo permitirán.

Enrique Márquez ofrece una salida negociada, en la cual habrá garantías fuertes para el régimen saliente. Por supuesto los puristas de las fuerzas del bien y de la gente decente, que está indignada y que exige venganza y reconcomio por los siglos de los siglos, no comulgan con la propuesta de Enrique Márquez. Mientras tanto, Edmundo González Urrutia sigue sin declarar abiertamente acerca de la campaña. Sólo se ha limitado a especificar su verdadera cuenta de redes sociales, advirtiendo que cualquier otra cuenta es falsa. El embajador Edmundo González Urrutia tiene además el privilegio de haber sido embajador de Venezuela en países como Argelia y Argentina, lo cual nos posicionaría como un actor importante en el sur global, ya que el candidato a la presidencia González Urrutia ya ha tenido acercamientos con países que interesan a Venezuela como socios comerciales y geopolíticos, y se mueve bien en ese terreno, en el cual el actual presidente del régimen en Nicolás Maduro se ha desempeñado con relativa fortaleza. Una de mis preocupaciones recientes era que aún cuando es necesario desenchufar a Maduro del poder, siempre se le reconoció la política exterior pluripolar, la cual pudiese perfectamente ser continuada por Edmundo González Urrutia. Así nos evitaríamos del yugo de ser reinsertados a la comunidad internacional de las colonias occidentales de Estados Unidos y Europa, lo cual siempre fue el deseo de la señora Machado y que por supuesto en Venezuela no permitiremos.