Algoritmos para atenuar libre albedrío
A veces es más atractivo compartir procesos que hemos experimentado durante nuestro proceso de envejecimiento, en lugar de simplemente enseñar teorías que cualquiera las puede caletrear desde alguna página web. Lo que sí resalta es que la habilidad verbal y la habilidad numérica, evaluadas en los sistemas de educación más tradicionales, siguen siendo importantes. Nos estamos adentrando en un mundo en el cual no sabemos usar un diccionario, y no sabemos efectuar cálculos básicos con la memoria.
Si la humanidad pierde por completo su habilidad verbal y su habilidad numérica y deja la tarea de usar el lenguaje y computar problemas aritméticos a la inteligencia artificial o a la tecnología, allí sí correremos el riesgo que esas herramientas nos conquisten e invadan el pensamiento. En una hipotética guerra entre seres humanos y robots, en la cual los humanos no sepamos expresarnos y no sepamos sacar cuentas ni cálculos, perderemos contra los robots.
Profesión que posiblemente sea clave en el futuro, y que aún no se está estudiando con detenimiento es el análisis de los algoritmos que permiten que un video o una película se posicione de manera preferente en alguna red social, por encima de otros videos o películas. La mayoría de los cineastas modernos, jóvenes y con mayor énfasis en los adolescentes, quienes serán adultos dentro de muy pocos años, el objetivo es crear un contenido con un teléfono celular, el cual se pueda subir a las redes y obtenga muchas visitas.
A menudo los contenidos con cierta dosis de conflicto, son mejor posicionados por los algoritmos que contenidos educativos. Menos posicionadas son propuestas de soluciones. Cuando intentamos proporcionar una visión conciliadora del universo, somos castigados por los algoritmos de redes sociales ya que solucionamos el conflicto. Al no haber más conflicto, la gente no siente la urgencia ni la necesidad de quedarse pegada a su dispositivo móvil para viralizar un contenido.
Muchos creadores se ven obligados a producir caos, violencia, controversia, odio y muerte. Cuando intentamos ofrecer paz, amor, concordia, multiculturalismo y entendimiento mutuo, en muchas ocasiones podemos viralizar nuestro contenido si logra recibir respuestas ofensivas o de bullying. Entre las nuevas generaciones hay genios, hay guerreristas y hay pacifistas. Los genios de las nuevas generaciones podrán desarrollar su creatividad, analizando cómo programar algoritmos de selección de material audiovisual, para que puedan posicionar contenidos menos nocivos para la subsistencia de la humanidad. Sin embargo,para que eso siga siendo una industria rentable, tendríamos que mezclar la filosofía con el análisis financiero.
Nuevamente la habilidad verbal y la habilidad numérica en un ser humano con cerebro no pueden ser sustituidos por la inteligencia artificial: es el hombre quien debe programar la Inteligencia artificial, no la inteligencia artificial programarnos a nosotros. Cuando tú estás navegando una red social o una plataforma de películas y únicamente pinchas para reproducir los contenidos que te recomienda un algoritmo, estás perdiendo esa guerra.
Estás dedicando tu tiempo a observar lo que quienes programaron esos algoritmos desean que tú veas. Tu libre albedrío es valioso y deberías cultivarlo mediante el uso de la función de búsqueda en cada red social o plataforma audiovisual en la cual estés navegando. Piensa qué contenido realmente quieres observar y búscalo porque posiblemente ya exista.
No permitas que el poco tiempo disponible que tenemos de vida se desperdicie en ensalzar contenidos que ya fueron programados, para que sean los dominantes en este mundo tan lleno de crisis, guerras, conflictos y malas gestiones. Es posible que lo más popular sea lo más dañino. Lo desconocido no ha tenido oportunidad de salir a la luz pública, debe ser buscado y bien posicionado.
Antídotos que tenemos para no ser absorbidos por los designios de los programadores de inteligencia artificial, que condicionan nuestras búsquedas de contenido audiovisual, son la historia universal, la historia del arte, la historia del cine. Es absolutamente necesario que en esta época de plagio permanente, cuando lo que parece original termina siendo falso. nos devolvamos a la raíz histórica de lo que ha perdurado en el tiempo.
El lenguaje Universal del arte ha trascendido siglos y hasta milenios. También es importante buscarlo en África y en Asia. Todas las culturas han aportado algo, inclusive en estos tiempos de guerras ha sido positivo que algunos hayamos podido aprender sobre el arte religioso en Ucrania o las zonas arqueológicas en Palestina, Israel e Irak. Todos esos países tienen un trasfondo artístico, cultural y literario de muchos siglos y muchos milenios.
Necesitamos absorber todo lo que nuestros ancestros, en esos lugares y en esas épocas, produjeron para así nosotros poder condensar y elaborar nuestra síntesis propia, original que no dependa de una Inteligencia artificial que en la mayoría de los casos no se ha tomado el trabajo de estudiar a fondo esas culturas, pues sus programadores no le han suministrado esa información que tú mismo, mediante el estudio pausado y calmado a la vieja usanza puedes efectuar.
Rubén Rivero Capriles
Presidente Escinetv Escuela de Cine y Televisión, C. A.
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