Abogado defensor José Vicente Haro
El giro de la presidencia electa de Edmundo González Urrutia y su posible arresto, o continuidad de libertad en resguardo y resistencia, recae ahora sobre el abogado José Vicente Haro quien sostuvo una reunión de tres horas con el Fiscal General de la República Tarek William Saab en una reunión estrictamente institucional, en la cual no se dirimieran asuntos de tipo político. Ambas partes expusieron sus posiciones acerca del carácter penal de las citaciones recientes a Edmundo González, según la fiscalía, y la no procedencia de dicho carácter penal argumentadas por la defensa proporcionada por José Vicente Haro. Este episodio es interesante porque quizás es el único mecanismo de diálogo entre régimen y oposición que queda disponible y pudiese funcionar. Las declaraciones de tipo político provendrán oportunamente desde la Plataforma Unitaria, la cual sí demuestra una convicción absoluta de que el próximo diez de enero será juramentado Edmundo González Urrutia. Es Iván Simonovis quien no puede detallar muchas razones confidenciales, ni fuentes provenientes del oficialismo que le suministran detalles, pero sí adelanta que las sanciones están por ser anunciadas desde los Estados Unidos contra 15 jerarcas del chavismo y sus familiares, también una serie de embargos a activos tales como aviones y edificios propiedad de Venezuela en el exterior, que se irán desencadenando durante las próximas semanas.
Resulta interesante considerar el avance de la oposición unitaria. En el año 2006 Manuel Rosales obtuvo una votación minoritaria. En 2012 y 2013 Enrique Capriles perdió por poco margen. En 2015 la asamblea nacional fue ganada por poco margen. Sin embargo el número de diputados sobrerrepresentó esa votación debido a la conformación de los circuitos electorales, que estaba diseñada para favorecer al chavismo pero en esa oportunidad favoreció a la oposición. Luego en 2018 las campañas de Henri Falcón y Javier Bertucci recibieron algo de votación del votante tradicional de la Plataforma Unitaria, que sumado a la abstención institucionalizada por la Plataforma Unitaria, generarían una cantidad de votantes apreciablemente mayor que la obtenida por Nicolás Maduro en 2018. Finalmente en 2024 sí tenemos una aplastante y contundente mayoría del candidato de la Plataforma Unitaria respecto al minoritario respaldo recibido por el partido socialista oficial. Es erróneo pensar que una personalidad de la Plataforma Unitaria es más importante que otra, o ha trabajado mejor que otra. Esto ha sido una contienda entre dos toldas políticas polarizadas, una de las cuales comenzó con desventaja y paulatinamente a través de los años ha crecido su ventaja, a medida que los antiguos votantes de la tolda oficial se han desencantado y han brincado la talanquera.
Para cuando llegue el momento de elecciones regionales y municipales, será un completo error que los partidos minoritarios pretendan ganar esas elecciones con tarjetas propias, sin el aval de la Mesa de la Unidad. Aún estamos por dilucidar si la Mesa de la Unidad decidirá participar en dichas elecciones, ya que muy probablemente será necesario pasar la nueva alcabala del reconocimiento de la fraudulenta reelección presidencial de Nicolás Maduro. Es probable que se siga el ejemplo de Juan Pablo Guanipa en elecciones regionales anteriores, quien prefirió declinar su victoria antes de reconocer a la aún vigente asamblea nacional constituyente. La ruta electoral está, y como reciente activista y votante por la candidatura presidencial de Antonio Ecarri me permito efectuarle la recomendación que emprenda un proceso de reconciliación con la Plataforma Unitaria, de la cual formó parte en el pasado. El perdón y el arrepentimiento son necesarios cuando se han cometido errores. Participar en absoluta soledad en comicios polarizados es una garantía al fracaso. Antonio Ecarri dispone de un maravilloso equipo de activistas, quienes sudan campañas para un objetivo imposible de lograr. Es preferible que Antonio Ecarri busque en su interior las causas de su resentimiento contra la Plataforma Unitaria y vuelva a ser parte de la Mesa de la Unidad. Por el lado de la Mesa de la Unidad existirá mucha resistencia por admitirlo de vuelta, pues su actitud actual obedece a los intereses del continuidad del régimen de Maduro mediante fraude.
Es inconcebible que se pretenda elegir una carrera política en base a un reconocimiento al fraude electoral. No es ético silenciar el absolutamente maravilloso trabajo que ha efectuado el comando con Venezuela respecto a las actas digitalizadas. Es políticamente absurdo pretender que todas esas actas sean erróneas o forjadas. Si algún acta aislada del Comando Venezuela no corresponde al centro de votación para el cual fue subida, lo cual pudo ocurrir en un caso aislado, lo patriótico es notificar el error humano al comando Venezuela, y no pasar horas hombre buscando fallas para prolongar una agonía, luego de la cual realmente tendrán que decidir si continúan obstruyendo la toma de posesión de Edmundo González Urrutia, quien ganó las elecciones, o si desesperadamente necesitan rendir pleitesía al chavismo, para que les adjudiquen alguna alcaldía adicional. Se recomienda a las tarjetas que apoyaron recientemente a Antonio Ecarri que revisen las razones por las cuales su militancia está tan entusiasmada en permanecer bajo el yugo del régimen dictatorial y tiránico de Nicolás Maduro, y se definan si emprenderán nuevamente el proceso de reunificación con la Mesa de la Unidad Democrática, o si por el contrario sucumbirán ante el Gran Polo Patriótico.
Dado que en Venezuela no existe una segunda vuelta presidencial, la cual generalmente es necesaria en otros países, esta coyuntura inédita que vivimos ahora suple esa falta de segunda vuelta. Es probable que en las campañas de Javier Bertucci, Benjamín Rausseo, Claudio Fermín, José Brito, Luis Eduardo Martínez y Enrique Márquez también exista esa división en su militancia, entre quienes realmente son chavistas o quienes realmente son opositores. Para poder ordenar el panorama político de Venezuela será necesario que se definan si van a apoyar a Edmundo González y su toma de posesión hasta el final, o si continuarán defendiendo los últimos momentos del régimen de Nicolás Maduro, ya que el próximo año cuando tengamos el nuevo gobierno ellos tendrán que decidir si conformarán una nueva oposición, junto con los chavistas, o si se incorporarán a la oleada de unidad nacional que surgirá tras haber logrado exitosamente llegar hasta el final. El escenario de una continuidad permanente de Nicolás maduro no necesariamente es el que ocurrirá a la postre, ya que los venezolanos estamos determinados a un cambio, con un tesón y una organización de tipo democrático, que no son comparables a la atomización que observamos en Nicaragua y Cuba.